especialistas en informática

Advierten que el voto electrónico no garantiza el secreto del sufragio

En agosto luego del plenario de comisiones en la Cámara de Diputados, dos de los expertos que expusieron brindaron su visión sobre la implementación de la boleta electrónica



Los primeros días del mes de agosto, especialistas en informática fueron invitados a exponer en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación, sobre la reforma electoral que impulsa el Poder Ejecutivo, y que propone casi principalmente la adopción del sistema de voto electrónico en todo el país.

Sin embargo, la «boleta única electrónica», que se promociona como el método para terminar con el robo de boletas, con el voto en cadena, y como forma de agilizar y transparentar los comicios, trae bajo el brazo varias dudas planteadas por algunos de los expertos invitados a la Cámara baja.

Una de ellas y no menor, es la falta de garantías con respecto al secreto del voto. Javier Smaldone es uno de los expositores que advirtió sobre esa cuestión, manifestó que dado que no existe un sistema informático ciento por ciento seguro, y que en cualquier método de votación electrónica se pueden encontrar fallas, lo que persiste es una falta de garantías con respecto al secreto del voto.

«Solo existe el sistema que hasta ahora no tenemos constancia de que haya sido violado. La historia es que siempre se descubre un error o un problema, y la objeción es que se están queriendo incluir computadoras en la emisión del voto con la excusa de transparentar o agilizar las cosas, cuando en realidad estamos debilitando el secreto y de ahí en más, cualquier beneficio que pueda haber no alcanza, y es un sinsentido realmente», expresó.

Para Smaldone se debe observar la experiencia mundial, donde más allá de las diferencias puntuales, los sistemas electorales tienen básicamente el mismo requerimiento: que sea secreto. «Puede, o no, ser obligatorio en algunos países, pero el secreto del voto es prácticamente universal. Entonces el problema es el mismo en todos lados, y hay que ser realmente muy tonto para querer cambiar el sistema para mejorarlo y despreciar la experiencia de prácticamente todo el mundo», enfatizó.

Otra de las cuestiones que resaltó el especialista es que en un distrito chico, con aproximadamente tres mil mesas –como Salta–, la implementación del voto electrónico llevó alrededor de seis años, y que «ahora se pretende instalar en las 95 mil mesas del territorio argentino, que es uno de los más extensos del mundo, de la noche a la mañana».



Dijo a su vez que, contrariamente a lo que se cree, en los países más avanzados el electrónico es un sistema que no se utiliza, y que en Estados Unidos no se vota mayoritariamente con computadoras. «Lo que se hace es contar con computadoras, y solo aproximadamente en el 30 por ciento de los condados se vota por computadora, y muchos tienen máquinas que tienen hoy 15 años. Hoy están votando todavía con esos equipos porque no los han podido renovar nunca y esto ha hecho que cada vez se usen menos, y vuelven a votar con boletas de papel poniendo marcas. Esa es la experiencia que no se puede obviar, no se puede dejar de ver», argumentó.

Por último, consultado sobre las conclusiones luego de la jornada de exposiciones, reflejó que los argumentos de quienes están a favor del voto electrónico no son claros, porque «se habla de la transparencia, pero no se dice en qué cosas».
«Se habla de la velocidad, de la facilidad, y que son cosas a tener en cuenta, pero no es lo fundamental. Hay otros valores antes, en particular, la universalidad y el secreto. La ley electoral debería ser bastante precisa, y si uno mira el Código Electoral actual es perfectamente preciso hasta de cómo debe adecuarse el cuarto oscuro, y una cosa que se reclama es por qué pegamos este salto a una boleta única electrónica, cuando en realidad bien podríamos haber ido a una boleta única de papel», planteó.

«Una cosa que el proyecto dice que se termina es el voto en cadena, pero en realidad se agrava. En diputados, Javier Smaldone hizo la demostración en vivo, de cómo con un celular también se hace el voto en cadena, y sin necesidad de sacar el teléfono del bolsillo, solamente con una aplicación», graficó.

Respecto de las boletas sábana, sostuvo que el proyecto solo exige que se ponga el primer candidato en la pantalla, y que «el resto no figura en ningún lado, salvo en algún afiche al lado de las autoridades de mesa».

«El único problema real que soluciona es el robo de boletas porque ya no hay más boletas, pero lo más grave de todo es que da la posibilidad y cualquier informático lo puede afirmar, que rompe con el secreto del voto», subrayó.

«Con una computadora no se puede garantizar el secreto al voto, eso en el caso de las boletas electrónica, es un acto de fe. Es creer en lo que dijo la gente que auditó el sistema. Pasamos de un sistema en el que el elector puede verificar en persona, a algo en donde tiene que creer lo que le dicen», añadió.

El especialista puntualizó sobre los peligros de la boleta electrónica en función de que es la misma computadora la que graba el voto y la que lo cuenta, y que esto no otorga garantías de que lo que está grabado en el chip, se vaya a reflejar en el conteo final.

Mas Informacion en  Blog de Javier Smaldone

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