A LAS PROVINCIAS LES FALTARÍA MÁS DE $10 MIL MILLONES PARA CUBRIR LOS GASTOS HASTA FIN DE AÑO. LOS GOBERNADORES YA NO PUEDEN SEGUIR AUMENTANDO IMPUESTOS NI EMITIR DEUDA AFUERA POR EL DEFAULT

Mal común

romanaLa escasez es la insuficiencia de recursos y obliga a priorizar las necesidades o metas de la sociedad. Y si el ´bien común´ es considerado ´aquello de lo que se benefician todos los ciudadanos´, bien se le podría contraponer hoy la idea del ´mal común´ considerando el apretado entramado político-económico en el que estamos inmersos.
En definitiva si usted cree que lo ha visto todo a nivel crisis económica, pareciera que lo que queda de esta transición política le deparará muchas sorpresas más. Los tironeos de modelos, de candidatos, internos, externos, y el desbordado mapa posible de cara a 2015 así lo indica.
Los más agoreros vaticinan por supuesto la peor contracción de los últimos tiempos en territorio nacional, los más medidos tratan de proyectar alternativas de financiamiento y readaptación a los nuevos escenarios macro y micro sin perder la compostura por ahora. Lo que no se puede desconocer es que son momentos de mucha atención, buena información y reflejos rápidos para pegar el volantazo a tiempo por lo menos en lo que concierne a la administración y planificación propia, y sobre todo si está vinculado de algún modo a las finanzas públicas.
Según los analistas coyunturales, a los gobernadores les faltarían al menos unos $10 mil millones para hacer frente a los gastos que quedan hasta fin de año. Ese es el monto estimado que, para cubrirlo, se considera que las provincias deberán emitir deuda nueva, o pedir auxilio al gobierno nacional.
Este bache financiero complica a todos los distritos porque ya no pueden seguir aumentando los impuestos: la presión tributaria es récord y ya sería intolerable para los productores y consumidores.
La opción de ajustar el gasto, que ya varios mandatarios vienen frenando con fuerza desde el 2013, sobre todo en el rubro de la obra pública, parece ser insuficiente.
Ariel Barraud, economista del Instituo Argentino de Análisis Fiscal(Iaraf), calculó que el resultado fiscal de las provincias tendrá un rojo cercano a $10 mil millones, a lo que habrá que sumarle unos $5000 millones en amortizaciones de deuda, “que generalmente se refinancia, pero este año hay dificultades y hay que ver si podrán hacerlo”, advirtió.

Pocas alternativas

Es que el default le trabó las emisiones que tenían previstas varios gobernadores y así puso en aprietos las cuentas públicas de los distritos. Otros, los menos, ya habían emitido, lo que condiciona aún más sus situaciones.
Félix Piacentini, de la consultora NoaNomics, sostuvo que durante el último trimestre podría haber presiones salariales ante el deterioro del poder adquisitivo que provoca la inflación y, si los mandatarios conceden nuevos aumentos, el déficit de las provincias cerraría en $15000 millones, frente a los $4000 mil millones con lo que habían finalizado el año pasado.
De acuerdo a los datos del primer semestre, el superávit de las provincias se duplicó frente al 2013 y alcanzó los $20 mil millones, ya que los ingresos totales subieron 39% y los gastos 34%, revela un informe de NoaNomics.
En tanto, el gasto en salarios viene subiendo a un ritmo del 35% anual, pero podría estirarse hasta un 38% si surgen nuevos conflictos gremiales.
Piacentini explicó que “por cada punto porcentual” que aumenta el gasto en salarios provinciales implica unos $3000 millones de pesos.

El financiamiento

“Hay un panorama complicado. ¿Cómo se va a cerrar el bache?”, se preocupó Barraud.
Los Presupuestos que se presentaron en las distintas legislaciones incluyen actualizaciones en impuestos inmobiliarios y automotrices. Ninguna habla de aumentar Ingresos Brutos, comentó Barraud.
“Las subas de impuestos ya no son generalizadas como fue hasta el 2013”, recuerda Piacentini, que contó que la presión fiscal aumentó 20% en los últimos años, llevando la presión fiscal total al 40%, ya que los tributos se suman a los que se cobran a nivel nacional como el IVA.
El gran interrogante es de dónde saldrán los fondos. “O la provincia emite su propio instrumento o se lo financia la nación”, sintetiza Piacentini.
“En general el déficit lo financian con letras de corto plazo o bonos a largo plazo”, acota Barraud.
La emisión de deuda en el exterior es una posibilidad tienen muy pocos distritos, que se cortó por completo en el momento en el que el país ingresó en default.

Mal negocio

Por su parte, una emisión del tipo “dólar linked” (como el que adoptó Chubut) no sería lo más conveniente dicen los expertos, porque en el mercado vaticinan una devaluación en el corto plazo. Si el tipo de cambio llega a ajustarse abruptamente, se encarecerían de inmediato los pagos en intereses que deben hacer los gobernadores.
También podrían salir a pedirle prestado a la Nación. Opción que en el caso de Chubut parece poco probable. En definitiva, la mayor parte de la deuda provincial está en manos del gobierno central.

Transferencias

Otra opción es que haya giros mayores del “Fondo Federal Solidario” que surge de las retenciones a la soja. El problema es que el fondo “viene en picada” por la caída en el precio de la soja, se alarma el economista salteño.
La última opción que queda las provincias es un aumento en las transferencias discrecionales por parte del Ejecutivo, que están por fuera de la Ley de Coparticipación y las decide el gobierno a su antojo.
Un escenario donde Chubut por ejemplo no está tan bien posicionada a nivel político, luego del espadeo con Nación por la Ley de Hidrocarburos, que aun que no se termina de blanquear generó no pocos rencores en Balcarce 50.
En el primer semestre de 2014, estas transferencias aumentaron un 90% frente a los montos repartidos el año pasado. “Las jurisdicciones que se vieron beneficiadas con mayores aumentos de este tipo de recursos son Río Negro (405,3%) y Buenos Aires (338,6%). También muy por encima del promedio figuran Misiones (166,4%), Entre Ríos (153,7%), Tucumán (143,5%), y Neuquén (139,1%). En sentido inverso sorprenden los casos de Chaco, Catamarca y Jujuy que contemplan disminuciones nominales del 29,7%; 15,9% y 1,1%”, estiman en NoaNomics.
“No sería disparatado pensar q si el gobierno ve q hay complicación para fin de año pueda mejorar recursos de provincias para tapar algún agujero. No tiene problema en emitir para hacer transferencias corrientes.”, plantea el titular de esa consultora.
“No habría que descartar una emisión que luego se coparticipe mediante transferencias discrecionales”, también coincidieron desde el Iaraf.
Pero toda crisis también es de alguna forma una nueva oportunidad. El consultor económico y financiero, Miguel Bein lo plateó duramente pero con claridad al advertir que el Gobierno nacional tendrá que «atravesar el desierto con dos cantimploras de agua hasta que pueda negociar a principios del año que viene» con los fondos buitre, aunque evaluó que si se llega a un acuerdo «la economía va a crecer violentamente el año próximo, así como cayó abiertamente cuando se oscureció en estos tres últimos meses».
«Hay que buscar la forma de negociar. Ni desacato al fallo, ni negociación irracional, para entrar al mercado», subrayó Bein, a la vez que advirtió que será «peligrosísimo» que se dispare la cláusula Rufo. En ese contexto, consideró que se debe «pasar de la agenda de crecer sobre la base del consumo y el empleo a una agenda de desarrollo». Habrá que ver…

Fuentes: LPO, AF, NoaNomics, IARAF, propias

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