LA POLICÍA SECUESTRÓ EL VEHÍCULO DONDE APARENTEMENTE SE MOVILIZABAN LOS AGRESORES

Sin detenidos por los dos jóvenes apuñalados afuera de “La Frontera”

El violento episodio que conmocionó a la comunidad de Puerto Madryn tuvo como víctimas a dos jóvenes agredidos con armas blancas, uno de los cuales aún permanece internado y con riesgo de vida.
Por él hecho aún no hay detenidos, a pesar de que la Policía efectuó dos allanamientos durante la tarde del domingo, ambos al norte de la ciudad; en ambos procedimientos se secuestró el vehículo utilitario en el que se habrían movilizado los presuntos agresores y una campera que pertenecía a una de las víctimas y que había sido sustraída por uno de los sujetos que participó de la brutal agresión.
El episodio tuvo fuertes repercusiones por parte de quienes residen en el radio donde ocurrió la agresión y donde se encuentra ubicado el conocido local bailable, del cual vecinos manifiestan, desde hace años, la serie de desmanes que suelen ocurrir a la salida del mismo, algunos de ellos con severas consecuencias, como el ataque sufrido por los dos jóvenes que se encontraban próximos al ingreso del lugar.
También, hubo quienes intentaron desligar la responsabilidad de los propietarios del inmueble, manifestando que se trató de un hecho policial que ocurrió fuera del mismo, al tiempo que desde la Policía indicaron que no habría constancia de que las víctimas hayan estado dentro del local; sin embargo, en un análisis profundo y del contexto en el que ocurrió la agresión, la realidad es que, contrariamente a la visión de lo que hace a la planificación urbana, desde hace más de dos décadas, el “boliche” continúa generando más de un dolor de cabeza a los vecinos de la zona y, peor aún, la actual situación suma una profunda angustia a dos familias de la ciudad.
Alrededor de las 22:18 horas del domingo, por orden de la jueza Marcela Pérez Bogado, la Dirección Policial de Investigación (conocida comúnmente como Brigada de Investigaciones) secuestró la Renault Kangoo en la que presuntamente se movilizaban los agresores, en las inmediaciones del barrio 630 Viviendas o “Ruca Hue”; irónicamente, a tan solo cien metros de donde aparentemente tuvo lugar el ataque, al día siguiente entre las 21:30 y las 23 horas hubo controles policiales en la intersección de las calles Belgrano y Marcos A. Zar, donde efectivos identificaron a 203 personas, 110 autos y 9 motos.

Uno de los heridos aportó datos

Desde la Unidad Regional Puerto Madryn, el jefe de dicha dependencia, comisario mayor Ricardo Cerda, relató que “el suceso ocurrió en la zona céntrica de la ciudad, alrededor de las 6 de la mañana; en principio, personal policial encontró a una persona tirada en la vía pública, sobre Sarmiento, casi Marcos A. Zar, la cual tenía diversas heridas por lo cual fue trasladada al Hospital en ambulancia”.
Seguidamente, “tomamos conocimiento de que las heridas que había recibido ponían en riesgo su vida, por lo que fue intervenido quirúrgicamente; no tenemos los últimos partes médicos pero, de acuerdo a las estimaciones de los facultativos, hay que esperar unas 72 horas para ver la evolución del mismo”, indicó.
Alrededor de las 8 de la mañana, el jefe policial contó que “apareció un segundo joven con heridas de arma blanca, el cual fue igualmente trasladado al Hospital” y que “se encontraba en condiciones de poder aportar algunos elementos y, en base a ello, se pudo ir recopilando información; también se trabajó con cámaras, tanto particulares como públicas”.

Los atacantes, sin identificar

En este ámbito, “a raíz de todo lo que se ha podido reunir mediante el trabajo de la Comisaría Primera y la División Criminalística, en horas de la tarde (del domingo) se pudo concretar dos allanamientos, uno en la calle Domecq García al 500, la restante en el barrio 630 Viviendas, lugar donde se secuestró un vehículo que es el que presuntamente utilizaban para movilizarse los agresores, al tiempo que se pudo secuestrar una campera que pertenecía a una de las víctimas, así que todos estos elementos se brindarán a la Justicia para que, de ahí en más, con lo que podamos ir aportando, ellos puedan tomar alguna decisión en cuanto a la responsabilidad general de quienes resulten identificados como presuntos agresores”, mencionó.

No habrían ingresado al boliche

Consultado sobre las circunstancias en las que ambos individuos fueron heridos, el Comisario Mayor detalló que “de acuerdo a lo que nos pudo expresar la segunda víctima, ellos habrían llegado al local céntrico alrededor de las 3 de la mañana o un poco más y, por el horario al que arribaron al lugar, no pudieron ingresar; se quedaron en la parte externa, estaban allí y, alrededor de las 6 de la mañana aparece, de acuerdo a sus manifiestos, un vehículo del cual descienden unas diez personas, las cuales habrían comenzado a agredirlos; luego, ellos salieron corriendo, se separan para evitar ser agredidos pero, lamentablemente, en esas circunstancias es que resultaron con las lesiones que hemos expresado”.
Sobre la motivación del ataque, sostuvo que “desconocemos qué puede haber sido lo que desencadenó en esta agresión, por cuanto este joven refiere que no los conocen, que no pudo ver sus rostros porque intentó cubrirse” y desestimó la posibilidad de un robo “ya que las víctimas conservaban todos sus elementos; la campera (secuestrada) quedó tirada en la calle y, cuando los presuntos agresores se estaban retirando del lugar, uno de ellos alzó la campera y se la llevó, eso es lo que pudimos obtener y lo que ha quedado registrado en las cámaras”.

Policía descarta una pelea dentro del local

Sobre el lugar donde habría sido apuñalado Joel Barria, quien permanece internado con signos de evolución, pero aún en grave estado, el jefe policial sostuvo que “al menos, a 15 o 20 metros del local céntrico es donde hay manchas hemáticas sobre la acera, así que, en ese lugar, se presume que al menos recibió la primera herida”.
Preguntado respecto de si se descartaría que ambos sujetos agredidos habrían participado de una pelea dentro del boliche, como sugirieron versiones tras el episodio, remarcó que “se descarta, por cuanto en ningún momento, las víctimas refirieron haber estado dentro del mismo, y dieron cuenta de que las personas (por los presuntos agresores) venían circulando dentro de un vehículo, descendieron del mismo, y ellos se encontraba en la parte externa”.

Cómo evolucionan las víctimas

Joel Barria, de 22 años, continúa grave y “con riesgo de vida”, según el último parte médico; aparentemente, la lesión recibida no le habría afectado la médula espinal, aunque la profundidad de la misma le provocó un edema pulmonar, por lo que debieron compensarlo en varias ocasiones.
Aún permanece internado en el área de Terapia Intensiva del Hospital Subzonal “Andrés Ísola” y su estado de salud es reservado, aunque trascendió que el lunes por la mañana mostraba signos de evolución; por otra parte, la segunda víctima, cuya identidad no trascendió por parte de fuentes oficiales, habría recibido heridas en el tórax, pero fue trasladado a una sala común y permanece en el nosocomio.

Registros de cámaras privadas

Uno de los datos que llama la atención es que, según fuentes extraoficiales informaron al Diario, el registro de video que serviría como evidencia para arrojar certezas respecto de la agresión, pertenecería a cámaras particulares ubicadas en las inmediaciones del lugar donde ocurrió el hecho, dado que un error por parte de un operario del Centro de Monitoreo habría provocado que la cámara del tipo “domo” que registra lo que ocurre en el mencionado punto de la ciudad, se hubiera “corrido para un costado” y no pudiera registrar la agresión en el momento.
A su vez, teniendo en cuenta que la agresión ocurrió sobre las 6 de la mañana y que los jóvenes habrían arribado poco después de las 3 de la madrugada, sin poder ingresar al local, restará conocer por qué los mismos permanecieron en la vía pública y en las inmediaciones de la entrada al boliche, durante más de dos horas, hasta que tuvo lugar el ataque por parte de “desconocidos”.
Por otra parte, vecinos que se encontraban en la salida al local bailable afirmaron haber visto fuertes disturbios a la salida del mismo, inclusive personal de seguridad intentando contener la situación.
Al frente de la investigación se encuentra la funcionaria de Fiscalía, Romina Carrizo, quien actuó de oficio cuando las autoridades fueron anoticiadas de lo ocurrido; la causa está caratulada, inicialmente, como “tentativa de homicidio”.

Drogas y alcohol, una preocupación constante

La ingesta de estupefacientes y el consumo de bebidas alcohólicas han sabido ocupar un importante lugar en las preocupaciones de la ciudadanía, más aún, cuando la tipología delictiva que caracteriza a la ciudad de Puerto Madryn es, a diferencia de otras ciudades como Trelew y Comodoro Rivadavia, mucho más “leve” en sus consecuencias; prueba de ello es la ínfima y casi inexistente cantidad de casos de “homicidio en ocasión de robo” que han tenido lugar durante los últimos años en la ciudad del Golfo, cuando en otros puntos de la provincia parecería ser “moneda corriente”.
Por el contrario, el mapa delictivo de la ciudad ha sabido arrojar, en relación a los homicidios e intentos de homicidio ocurridos en el último tiempo, un dato certero, que es el conocimiento previo entre la víctima y su agresor y, atravesando todo ello, el consumo de sustancias y alcohol. “Se desconocieron y uno atacó al otro”, suele ser una de las frases más resonantes en este tipo de casos, donde la influencia de estupefacientes y el consumo excesivo de bebidas etílicas no solo representan un problema para la propia persona que padece una adicción, sino también, para sus pares.
En dicho marco, surge la necesidad, a partir de la propia necesidad y el reclamo de los vecinos, de que aquellos locales que suelen nuclear a gran cantidad de personas, como por ejemplo los principales en la ciudad, que son “Cleopatra”, “La Fábrica”, “La Frontera”, entre otros, también cumplan un rol concientizador en lo que refiere al cuidado de los jóvenes y sus hábitos de consumo.
Existe normativa que regula la venta de bebidas a menores, la habilitación de locales y el ordenamiento de los mismos en el ejido urbano, como por ejemplo las Ordenanzas 6.611 y 3.776, así como también existen diversas campañas de concientización y sensibilización sobre la problemática del alcohol en niños, jóvenes y adultos; sin embargo, episodios como el ocurrido el pasado fin de semana dan cuenta de que aún no se ha dado en la tecla en materia preventiva, una falencia y responsabilidad que recae en todos los estamentos de la comunidad.

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