El Nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) representativo del total de hogares del país registró en el mes de agosto una variación de 1,4% con relación al mes anterior. Según el informe publicado por el INDEC esta semana, la Patagonia es la región con inflación más alta del país, ya que en ésta el incremento mensual fue del 1,7%, seguida por Gran Buenos Aires, con el 1,4% mensual. Desde diciembre, según el organismo oficial, los precios acumulan un aumento del 15,3%.
La medición de agosto registra los principales incrementos en los rubros ‘Viviendas y servicios (electricidad, agua y otros combustibles)’, con 2,8%; ‘Prendas de vestir’, con un 2%; y ‘Alimentos y bebidas no alcohólicas’, con un 1,7%. Vale destacar que las ciudades relevadas en Chubut no incluyen a Comodoro Rivadavia, ya que se centralizan en el aglomerado Trelew-Rawson.
Los precios muestran variaciones muy dispares. Un envase de detergente de 750 centímetros cúbicos en la Patagonia se ubica en un promedio de 35,9 pesos, mientras que en Gran Buenos Aires es de 20,1 pesos. Es decir, una diferencia que supera el 78%. En carnes, se toma el kg de picada común, con 92,7 pesos en la Patagonia, frente a 73,4 en G.B.A. La diferencia en este caso es del 26%.
De todos modos, si la medición se hiciera en Comodoro se podrían registrar los grandes incrementos en el rubro de servicios ‘Viviendas y servicios’, con incrementos en las facturas de electricidad que motivan montos de varios miles de pesos, llegando hasta los 19.000 pesos mensuales como se evidenció en una vivienda de usuarios electro intensivos.
La medición por regiones que ahora realiza el organismo oficial permitirá contar, dentro de un tiempo, con indicadores de pobreza e indigencia -a partir de una canasta básica- también discriminada para cada zona del país.
Según explicó el economista Daniel Ehnes, consultor de Enésima, en declaraciones al diario Clarín, los precios se elevan en la Patagonia Sur en parte por el mayor costo de trasladarlos desde los centros de producción, recorriendo largas distancias, “sobre todo en los productos frescos”. “También incluyen factores burocráticos como la aprobación que los transportistas deben recibir para traer frutas, verduras y carnes desde otros puntos del país y las ‘barreras sanitarias’ que también provocan un valor agregado en el precio“, agregó. Enhes aseguró que también, “al haber salarios más altos en la región, los productores locales venden a un precio mayor que en otras partes del país, y cuanto más al sur, más caro”.