CRECE LA PREOCUPACIÓN POR EL IMPACTO EN ECONOMÍAS REGIONALES. EN CHUBUT LA PRODUCCIÓN VA EN AUMENTO

La importación porcina se cuela en la agenda del Senado

En las últimas semanas se han presentado diversos proyectos en el Senado de la nación vinculados a la decisión del Gobierno de habilitar la importación de carne porcina. Las iniciativas versan sobre el impacto en las economías regionales y las garantías de sanidad alimentaria.
El proyecto más reciente fue presentado por los senadores Alfredo Luenzo de Chubut y Alfredo De Angeli de Entre Ríos, quienes convocan al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, para que informe sobre la situación.
Luenzo y De Angeli, en su carácter de presidente de la Comisión de Industria y Comercio y la de Agricultura y Ganadería, respectivamente, advierten que se han reunido con autoridades de la Cámara Argentina de Productores Porcinos, debido a la preocupación por la apertura a la importación de carne de cerdo de los Estados Unidos, que entre otras cuestiones no serían sometidos a los debidos controles sanitarios.
Los productores porcinos mostraron su preocupación “por el ingreso de carne con la presencia de la enfermedad SRRP (Síndrome Reproductivo Respiratorio Porcino), de la cual Argentina se encuentra exenta, y decidimos conjuntamente convocar al ministro Buryaile para que nos brinde información”, manifestó el senador Luenzo.

Economías regionales

Recientemente se había expresado en términos similares la senadora Sigrid Kunath de Entre Ríos, quien advirtió que la medida adoptada va en “perjuicio” de las economías regionales y además tiene “riesgo sanitario”.
En agosto último, la senadora por La Pampa, Norma Durango presentó una iniciativa para que se cite a Ricardo Buryaile, para que explique las razones que llevaron a autorizar la importación de carne porcina desde Estados Unidos, y los resultados de las evaluaciones que se hubieran realizado sobre el impacto económico que podría ocurrir.
La Senadora pampeana manifestó su preocupación por el impacto en las economías regionales, al señalar que se requiere detalle de la estrategia negociadora en lo que respecta a la proyección internacional de la industria porcina nacional.

Estrategia y competitividad

Los productores argentinos de cerdo vienen creciendo y ganando competitividad a tasas aceleradas desde el año 2002. Entre 2009 y 2016 se duplicó la producción nacional en procura de sustituir importaciones que provenían mayoritariamente de Brasil. Mientras los productores porcinos, buscan fortalecer la producción mediante y logran proyectarse en el mercado, aprovechando ventajas competitivas como el acceso inmediato a insumos alimenticios o la inexistencia de males endémicos, el Gobierno nacional decide abrir la importación a un producto que claramente se encuentra en etapa de desarrollo y fortalecimiento.
Las economías regionales están siendo golpeadas, y en este caso no sólo se verían perjudicados los pequeños y medianos productores, sino que se afectaría gravemente el valor agregado y la mano de obra que genera esta cadena de valor, poniéndose en riesgo miles de puestos de trabajo y el desarrollo de mercados locales que desde hace años venían creciendo de manera sostenida. Afectar de esta manera a la producción porcina nacional implica también afectar el rol que ésta cumple en las economías del interior del país y el empleo directo e indirecto que genera a través de muchísimas actividades anexas.

Consumo

El consumo de carne de cerdo crece de manera sostenida en Argentina, y llegó a 14 kilos por año, cuando en 2008 era de sólo 2,5 kilos, y en 2014 se había llegado a 10,5 kilos. La mayor parte de este consumo es a partir de carne fresca y el resto por medio de chacinados.
Juan Uccelli, presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, destacó que “el año pasado se cerró con un consumo de 14 kilos por habitante, por año; 3 kilos se consumen a través de chacinados, fiambre, y 11 kilos a través de carne fresca, cuando hace 6 años estábamos en 2,5 kilos de carne fresca”.
“Pasamos de ser productores de chancho a ser productores de carne de cerdo. El concepto cambió y lo que sucedió es que el productor chico hoy tiene una tecnología de punta muy parecida a la del productor grande. No hay producción de cerdos en la Argentina que no sea intensiva”, afirma Ucelli.
Consumida en todo el territorio nacional, la carne porcina viene ganando terreno. En el año 2011, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, estimó que durante ese año, su consumo superó los 8 kilos anuales por habitante, sumando los cortes de carne fresca al consumo histórico de sus subproductos (fiambres y embutidos). En los últimos 10 años, de 5,33 kilos por habitante por año pasó a un ritmo de 10,40 durante 2013. Y ahora con 14 kilos por persona.

Chubut apuesta a la producción de carne porcina

La tendencia sobre la producción y comercialización de carne de cerdo también crece en Chubut, que se proyecta como proveedor a nivel nacional e incluso internacional. Nuevos mercados se abren para las carnes de la Patagonia, con una significativa oportunidad para que Chubut pueda comercializar su producto.
En el Valle Inferior del Río Chubut, hay un productor de carne porcina que ya ha manifestado su interés de hacer un matadero exclusivo para la faena de carne de cerdo, lo que facilitaría la faena y el sellado posterior, es decir que permite fortalecer la calidad sanitaria, para una posterior comercialización.
Por ello la apertura de importación de carne porcina pone en vilo a toda una cadena productiva que actualmente se encuentra en pleno desarrollo y con expectativas de crecimiento.

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