Una mañana atípica se vivió en las instalaciones de la Escuela Provincial 7707, ubicada en el corazón del barrio Pujol II, en la que decenas de estudiantes realizaron una “sentada”, pidiendo por obras de infraestructura de carácter “urgente”, que habían sido comprometidas, según mencionaron, en una reunión con autoridades municipales realizada el pasado 6 de septiembre pero que, aparentemente, hasta el momento no han sido concretadas.
Se trata de una problemática que el establecimiento viene arrastrando desde hace tiempo y que, en el marco de sucesivas protestas que habían culminado, semanas atrás, con una “clase abierta” de Educación Física frente al Palacio Municipal, parecerían haber encontrado su resolución tras diversas reuniones en que se acordó que la Escuela sería incluida dentro de las prioridades del Presupuesto 2018.
A principios de septiembre, tras el último encuentro entre alumnos y autoridades del establecimiento educativo y funcionarios provinciales, el Secretario de Recursos, Apoyo y Servicios Auxiliares provincial, Carlos Plantey, había reconocido que “se trata de un proyecto soñado, ideal, bien pensado, pero escapa un poco a la disponibilidad financiera y de lo que nos puedan financiar para poder hacerlo”, anticipando que se buscaría financiamiento nacional para concretar las obras, o al menos las más apremiantes: “Había algunas dudas sobre la intención, por parte del Gobierno, de realizar la obra del edificio, cosa que garantizamos que se va a hacer y se intentará incorporar en el Presupuesto 2018; estamos en esa etapa y, para definir el proyecto, habría que acotarlo un poco, ya que si bien el mismo era ideal, habría que ajustarlo a la situación presupuestaria del año próximo, pero se va a ejecutar”, sostuvo, añadiendo que “está solicitado el financiamiento a Nación, se tiene que presentar el proyecto definitivo, que ya está acordado, así que será con financiamiento nacional”.
Sin embargo, los estudiantes volvieron a llevar adelante una jornada de protesta, atentos a que una serie de mejoras que revestían cierta urgencia para que no se vieran interrumpidas las clases, no habrían sido realizadas, y tienen que ver con la calefacción del edificio y el arreglo de instalaciones sanitarias, entre otras cuestiones.

“La pasamos mal”

Al respecto, la alumna de quinto año Tamara Morales, que también forma parte de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes del establecimiento, sostuvo que “estamos haciendo una sentada como una manera de protesta, una de las muchas que realizaremos, porque el día 6 de septiembre nos juntamos en la Municipalidad, con algunos representantes, tanto a nivel provincial como así también, local y de Obras Públicas” y contó que “nos habían dicho que a fines de octubre o principios de noviembre, nuestra escuela iba a ingresar en el Presupuesto 2018; aún no nos vinieron a decir nada, tenían un plazo de entre una semana y diez días para venir a la escuela y arreglar las cosas primordiales del edificio”.
En este sentido, detalló que “estamos hablando del baño de mujeres y de los caloramas de la escuela, entre otras cuestiones; son las 7:45 de la mañana, los chicos entran y la verdad es que la pasamos mal, porque hace muchísimo frío”.

“Necesitamos recuperar clases”

A ello, sumó que “hay partes del techo de las aulas que no están, el baño de mujeres no tiene puerta y, cuando llueve, chorrea agua del techo; en el SUM no podemos hacer gimnasia” y que “nosotros tenemos que seguir estudiando sí o sí, tampoco podemos dejar de hacerlo, pero las condiciones en las que estamos no son las adecuadas o las que los alumnos necesitamos tener”.
Consultada sobre cómo se realiza el recupero de clases, teniendo en cuenta la cantidad de días que suelen perderse por las mencionadas cuestiones de infraestructura, la estudiante reconoció que “la verdad es que, tanto los profesores como alumnos hablamos mucho de este tema; necesitamos recuperar clase porque, a principio de año, perdimos mucho tiempo de horario de clase y tenemos que recuperarlo, pero todo lo que podemos lo estamos haciendo, más no podemos”.

Cuáles son los problemas más urgentes

Algunos de los problemas de infraestructura de la escuela refieren a los techos de varias aulas y espacios, los cuales tienen filtraciones y, tras inclemencias climáticas como por ejemplo lluvias, suelen provocar goteras directamente sobre los bancos de los alumnos, según consignaron.
Por otra parte, el arreglo de los caloramas también es un “pendiente”, principalmente en la temporada invernal y, pese a la llegada de la primavera, los estudiantes sostienen que aún se padecen las bajas temperaturas durante las primeras horas de la mañana, cuando concurren a clases.
El Salón SUM, donde se desarrollan las actividades de Educación Física, que suponen el “núcleo duro” de la currícula de la institución, también se suma a la lista de espacios con problemas de infraestructura y de calefacción, además de que, en ocasiones, varios cursos deben compartir el mismo espacio para el dictado de clases.

“No necesitamos tantas promesas”

La alumna lamentó que “no podemos estar en un aula donde un día llovió y, al otro día, sigue chorreando agua sobre las mesas, donde uno escribe y le cae agua por encima de las hojas” y remarcó que “no necesitamos tantas promesas, ya hemos dicho que, si no venían en cierto plazo que se había acordado, íbamos a tener que hacer algo”, anticipando que los reclamos “van a continuar” y que “este ha sido uno de los tantos”.
El día jueves “a las siete de la tarde, habrá una reunión en la escuela, a la cual citamos a toda la comunidad de Puerto Madryn, donde contaremos lo que sucede acá, ya que no todos saben lo que está pasando y queremos que sepan todo lo mal que estamos atravesando”.
Otra cuestión tiene que ver con la opinión de los padres respecto de la situación de la escuela, a propósito del continuo reclamo por parte de los alumnos para la concreción de obras que permitan acondicionar los espacios de clase: “Sinceramente, la escuela es, para nosotros, una segunda casa; en las condiciones que está, los padres quieren cambiar de escuela a la mayoría, pero los chicos vienen porque son del Pujol II y no se pueden ir a una escuela del centro de la ciudad, ellos vienen acá y tienen ganas de estudiar, porque uno los ve que, aunque esté lloviendo y haga frío en las aulas, vienen igual, tienen ganas de estudiar, y como es una gran escuela, porque son todos humildes acá, lo único que pedimos es que vengan a hacer las mínimas cosas que tienen que hacer (por las obras)”.

“Los padres siempre nos apoyaron”

En este sentido, puso en relieve que “los padres siempre nos apoyaron, los profesores y directivos también” y aclaró que “una de las tantas cosas que se dijeron entre los chicos es que se iba a tomar la escuela, cosa que no va a pasar, no se va a tomar la escuela, y seguiremos haciendo protestas, marchas y sentadas; todo lo que sea necesario para que nos escuchen, ya que no podemos seguir en las condiciones en las que estamos”.
En caso de que las obras de remodelación de la infraestructura de la Escuela 7707 sean incluidas en el Presupuesto 2018, posiblemente muchos de los estudiantes que hoy participan del reclamo, ya hayan egresado del establecimiento; consultada sobre esto último, Morales expresó: “Nosotros estamos en quinto año y otros de sexto año nos están acompañando en la protesta, pero lo cierto es que seguimos luchando por los más chicos, los de primero y segundo, porque ellos se merecen una escuela digna, en buenas condiciones, y queremos seguir luchando, aunque nosotros no la usemos”.
Sobre este punto, resaltó que la promesa de la renovación del establecimiento “era el de una escuela soñada, con pileta de natación, gimnasio y demás; es la única escuela orientada en Educación Física y, como tal, tiene que estar en condiciones, como una buena escuela; pero, ahora, seguimos luchando por los más chicos, no necesitamos más promesas, sino que alguien nos venga a ayudar y nos arregle las mínimas cosas que necesitamos”.