LE DIO UN PLAZO DE DIEZ DÍAS AL GOBIERNO PARA QUE SUMINISTRE INFORMACIÓN

La CIDH le pidió al Estado que proteja los derechos de Maldonado

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó al Estado argentino que “adopte las medidas necesarias para determinar la situación y paradero” de Santiago Maldonado “con el fin de proteger sus derechos a la vida e integridad personal”. A través de una medida cautelar que lleva el número 564-17, la CIDH pidió que el Estado “informe sobre las acciones adoptadas a fin de investigar” los hechos que rodearon a la desaparición del joven.
En tanto en el Pu Lof en Resistencia, un vocero de la comunidad relató a “Río Negro” las circunstancias en las que el joven fue visto por última vez el 1 de agosto pasado durante una represión de Gendarmería.
La cautelar de la CIDH conocida ayer afirma que “el Estado (argentino) tiene la obligación de determinar el paradero del señor Maldonado, así como de esclarecer las causas de su alegada desaparición, procesar y sancionar a todas las personas que sean responsables”.
Uno de los dos órganos del sistema de protección de los derechos humanos creado en el marco de la OEA, la CIDH recibió al menos dos pedidos de medidas cautelares desde la desaparición de Maldonado. Además, en la resolución 32/2017 adoptada por el presidente de la CIDH, Francisco José Eguiguren Praeli, junto a otros directivos y firmada por la secretaria ejecutiva María Claudia Pulido, la Comisión consideró que el caso “reúne ‘prima facie’ los requisitos de “gravedad, urgencia e irreparabilidad” contemplados en el artículo 25 de su reglamento para la adopción de cautelares.
En consecuencia, solicitó al Estado argentino que, en un plazo de 10 días, informe “sobre la adopción de las medidas cautelares requeridas y actualice dicha información en forma periódica”.

La versión de la comunidad

Santiago Maldonado corrió con todas sus fuerzas la tarde del 1 de agosto pasado. Intentaba cruzar el río Chubut, que pasa por el campo recuperado por la comunidad Pu Lof en Resistencia en el departamento de Cushamen. El joven buscaba escapar de Gendarmería. Huía junto a un grupo de jóvenes mapuches que habían cortado parcialmente la Ruta Nacional 40.
“¡Agarren, agarren!”, dijo ayer el vocero de la comunidad mapuche sobre las frases que gritaban algunos gendarmes durante la persecución. Contó que mientras corrían, las postas de goma silbaban a los costados. “Logramos llegar al río y mientras íbamos nadando nos tiraban balas de goma y piedras”. Dijo que Santiago intentó escapar junto a ellos hacia el río pero se frenó bajo un sauce porque no sabía nadar, por eso no observó que lo cruzara.
“Después cuando llegamos al otro lado del río, nos dimos cuenta de que faltaba uno”, rememoró.
El vocero, que oculta su rostro con un pasamontañas, señaló que el caudal del río no era tan alto el 1 de agosto pasado. “Mi hermano le tiene miedo al agua, casi se ahoga en Misiones”, le dijo Germán Maldonado, al portal Nuestras Voces el 5 de agosto pasado.

Capturado en el río

Desde una tranquera amarilla, que advierte que estamos frente a un espacio de territorio mapuche recuperado, hay aproximadamente unos 300 metros de distancia hasta el curso de agua. En la comunidad mapuche aseguran que es el trayecto que los jóvenes corrieron para escapar de los gendarmes.
En la comunidad mapuche aseguran que Santiago no pudo cruzar el cauce y un grupo de gendarmes lo capturó en un sector del río y lo cargó en un Unimog y después lo trasladaron en una camioneta blanda de Gendarmería. Fue la última vez que vieron a Santiago. Desde entonces sus familiares y organismos de derechos humanos y organizaciones sociales reclaman por su aparición. Santiago lleva 23 días desaparecido.

No descartan hipótesis

Para la familia y los organismos de derechos humanos, la principal hipótesis es que se trata de un caso de desaparición forzada de persona. El gobierno nacional, a través del ministro de Justicia Germán Garavano, dijo ayer que “la catalogación o no de las hipótesis de investigación corresponden en primer lugar al juez y a los fiscales que están interviniendo” y subrayó que “no es algo que puedan definir el Gobierno ni los organismos”.
El juez federal de Esquel Guido Otranto admitió que también investiga la hipótesis de la desaparición forzada, como se informó ayer. Esa línea pone bajo la lupa el accionar de los gendarmes que actuaron el 1 de agosto pasado cuando reprimieron la protesta de un grupo pequeño de jóvenes mapuches sobre el asfalto de la Ruta Nacional 40, a un kilómetro del empalme con la Ruta que conduce a El Maitén.
Los gendarmes no estaban solos. El vocero de la comunidad asegura que el jefe de gabinete de asesores del Ministerio de Seguridad de la Nación, Pablo Noceti, estuvo esa jornada en la comisaría de Leleque, distante a pocos kilómetros del lugar donde ocurrió la represión.

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