Por Juana de Arco*

Los próceres van cambiando, se van resignificando sus acciones y hasta las versiones de sus proezas terminan poniéndose en debate. No sólo porque en la era que corre todo parece ser opinable, sino porque el hoy y ahora, se lleva puesto por varios cuerpos al ayer y el mañana.
Visto en tren de sincericidio se puede decir que este 17 de agosto pasó sin pena (porque gloria no le falta), la conmemoración en Chubut de la muerte del Padre de la Patria. No es que se nos haya pasado la afición necrológica, o el entusiasmo por los actos patrios, sino que justo ayer se producía uno de los gestos más políticos que Cambiemos ha tenido en territorio: aprovechar la empinada que el partido amarillo pegó en las PASO coptando la simpatía en diez provincias Argentinas, y clavando casi un empate con el candidato dasnevista, con varios actos liderados por el adalid de las negociaciones federales: Rogelio Frigerio.
Para ello el ministro estrella de Macri, cruzó el celeste y blanco cielo invernal para descolgarse en la ciudad a la que le darán de ahora en más, el certificado de existencia por el cambio evidenciado: Comodoro Rivadavia, la “City Yelow” por excelencia. Allí el candidato de Cambiemos, Gustavo Menna se quedó con 29 mil votos, contra los 21 mil de Mariano Arcioni y los más alejados 16 mil de Ricardo Fueyo.

Rápido y furioso

Si alguien tenía dudas de la capacidad de capitalización política de los poquitos indicios de afiance político que tenía la alianza gobernante, bastó con ver la osada escena donde el más aceptado de los ministros nacionales sentó ayer en la mesa de los actos en la Capital del Petróleo, al mismísimo gobernador Mario Das Neves y al vicegobernador Mariano Arcioni, pero también al candidato propio Menna y al intendente opositor Linares.
Como pocas veces, bajó el propio Frigerio a repartir dinero en vivo y en directo de la Rosada, pero en esta oportunidad no se privó de traer en persona los más de 300 millones de pesos que la Nación dispuso para atenuar las heridas que dejó el temporal en la urbe hace un par de meses. Fue en un acto donde al decir de los analistas, “no se puede imputar que puentearon a la Provincia, pero tampoco justificar que la participaron como en otras oportunidades”.
Por su parte el arco oficialista mostró que es capaz de bajar el tono cuando de preservar la gestión se trata. El propio Gobernador compartió el vuelo para regresar de Buenos Aires y se dice que el viaje permitió un tiempo prudencial para hablar de varios temas blindados por las alturas, como sucede en todas las negociaciones de vuelos. Entre ellas de cómo ya hay legisladores propios que patearon el tablero y tomaron distancia del massismo para, porqué no “ayudar a la gobernabilidad” y sumarse al congreso que viene después de octubre.
Es que no se podía esperar mucho más. El estrangulamiento económico que aplica la Nación más allá de la burocratizante cortesía con rodea las demoras y achiques de fondos, es evidente que para Chubut este ha sido uno de los años más dramáticos en materia de ingresos.

“La Liga” se amarillenta

Este martes, para colmo, a 48 horas de las PASO, Frigerio puso primera en Corrientes en un Encuentro de Gobernadores de Argentina y Brasil. Allí se terminó reuniendo con “La Liga” donde destacaron cinco gobernadores que salieron victoriosos de las PASO: el correntino Ricardo Colombi; el chaqueño Domingo Peppo; el mendocino Alfredo Cornejo; el misionero Hugo Passalacqua; y el tucumano Juan Manzur. El tema coparticipación y pulseada con la bonaerense Vidal fue el tema dominante, pero dicen que también se habló del debilitamiento de liderazgos fuertes después de las Primarias que tenían en el cordobés Juan Schiaretti, el chubutense Mario Das Neves y los puntanos Rodríguez Saá. A la par está el bloqueo en ciernes sobre los reconocimientos que exigen los gobernadores triunfantes como el salteño Urtubey, o el sanjuanino Uñac que ahora quieren su oportunidad.
Frigerio fue uno de los cerebros de la campaña de Cambiemos a nivel nacional y operó en todos los territorios de estos mandatarios, por eso la de Corrientes fue una plantada de bandera en la cima fuerte del peronismo, como lo hiciera el prócer que tuvo la loca idea de cruzar los Andes para rodear a los enemigos. Y antes que se enfríen los dedos de tanto contar, el radical empezó las negociaciones de una nueva relación “federal” al entender de poder central.

San Martín, era casi Pro

Los mandatarios peronistas “yelow”, nuevo mote que se impondría y que ya comenzó a sonar incluso en territorio chubutano, estarían dispuestos a encontrar empatía con un cambio de hegemonía si se da una tregua de gobernabilidad y se reconoce la porción societaria que las provincias tienen en esta construcción abstracta que es el estado. Después de todo, hay quienes argumentan incluso que San Martín, además de un emperramiento militar tenía un proyecto económico en la cabeza.
Según el historiador Fernando Del Corro* “El desarrollo económico basado en la industrialización y el rol director del Estado fueron claves en varios de los próceres de la Independencia Nacional, como por ejemplo el que nos ocupa por estos días: José Francisco de San Martín. Nacido en Yapeyú, hijo del militar español Diego de Alvear y de la aborigen guaraní Rosa Guarú y adoptado por el matrimonio español de Juan de San Martín y Gregoria Matorras. José Francisco viajó con ellos a España cuando tenía seis años y realizó estudios en importantes centros académicos, para luego dedicarse a la actividad militar en la que se destacó en las guerras contra la ocupación napoleónica hasta que, tras un paso por Londres, regresó a la Argentina 28 años después, cuando contaba con 34. Sus casi tres décadas vividas en Europa le sirvieron para entender el atraso castellano y el desarrollo que se generaba en otras regiones del llamado Viejo Mundo, sobre todo en el entonces Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y los Países Bajos, cuya `Revolución Industrial´, en el primero de los casos fue financiada en buena medida por el oro brasilero de Minas Gerais y, en el segundo, con el oro obtenido en base al manejo del comercio exterior del Japón. Pero los metales preciosos extraídos de América por la corona castellana iban a parar a manos de los acreedores de un país endeudado desde los tiempos en que Carlos I adquiriera el título de Carlos V, como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. La idea del desarrollo productivo diferenció a San Martín de otras posiciones, como la del economista español Melchor Gaspar de Jovellanos, el gran maestro de Manuel Belgrano, el primer gran economista argentino, además de `papá de la Bandera´, de visión ultra proteccionista.
“Los poco más de cuatro meses que vivió San Martín en Londres, a fines de 1811 y comienzos de 1812, también le sirvieron para ver otra organización social y en ese marco se basó su concepción y prácticas industrialistas. Y para ello, una vez en suelo argentino, en la provincia de Mendoza, se apoyó en los conocimientos de matemáticas, mecánica y química de fray Luis Bertrand (castellanizado como Beltrán) quien con José Antonio Álvarez Condarco, puso en marcha una fábrica de pólvora donde luego se produjeron armas, herrajes y municiones, además de uniformes. En esa fábrica mendocina, San Martín llegó a contar con 700 operarios que también, elaboraron aparejos para trepar laderas escarpadas, equipos para transportar cañones a lomo de mula y puentes colgantes para humanos y animales.(…)”

Central, mi general

“Su visión también era clara en cuanto a la organización fiscal del estado y así se opuso a la desestructuración del mismo en una gran cantidad de provincias. Esto en coincidencia a lo que planteara algo más tarde, Manuel Dorrego, a quién en la misma línea siguiera Juan Manuel de Rosas en su `Carta de la Estancia de Figueroa´ al caudillo riojano Juan Facundo Quiroga; afirmando que un exacerbado federalismo iba a llevar a la desfinanciación del tesoro público”.
Así San Martín, con “claras desavenencias con el gobierno porteño, sobre todo porque se había negado a reprimir a los caudillos, más allá de sus diferencias, terminó desfinanciado y, tras gobernar parte del Perú -durante más de un año- optó por ceder la jefatura de la culminación del proceso independentista al colombiano Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar. Con el escaso recurso de unas pocas monedas, San Martín intentó regresar a Buenos Aires, lo que le fue impedido por las autoridades locales, por lo que optó por viajar a Francia, de donde fue expulsado por subversivo y debió alojarse en Bruselas, aceptado por el rey de los Países Bajos. Vivió San Martín allí hasta que los belgas declararon su independencia en 1929, y le ofrecieron la jefatura de su ejército, pero, por no ser desleal a quien lo había protegido y, ante la revolución burguesa en Francia encabezada por el rey Luis Felipe de Orleans, regresó allí para instalarse en Boulogne Sur Mer donde falleció pero no, sin antes, asesorarlo sobre la situación en América Latina. Una vez en Francia, San Martín hasta se permitió acompañar a Luis Felipe en los festejos por el retorno de los restos de Napoleón Bonaparte a su patria, a quien había combatido en España, pero de quien no podía dejar de reconocer la gran transformación económica y social que había llevado adelante”. Cosas de ayer y de hoy nomás.

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, servidora de la Sombraonline y ceniza de tantos