Corea del Norte rebajó la tensión con Estados Unidos al postergar por el momento sus planes para atacar la isla de Guam, en el Pacífico, informó la agencia estatal norcoreana KCNA.
El líder supremo del país, Kim Jong-un, debatió los planes con su cúpula militar y decidió esperar. Kim analizará ahora «durante un poco más de tiempo» el comportamiento «estúpido» de Estados Unidos a la espera de su reacción, aunque amenazó con volver a cambiar de opinión. «Los Estados Unidos deberían en primer lugar tomar la decisión correcta y demostrar con su comportamiento su intención de rebajar las tensiones y de evitar un peligroso conflicto militar en la península coreana», afirmó Kim citado por la agencia.
Sin embargo, si Washington continúa con «sus acciones extremadamente peligrosas y sin contemplaciones en la península coreana», se tomará de inmediato una «importante» decisión, añadió posiblemente en relación a las maniobras previstas la próxima semana entre Washington y Seúl.
Algunos expertos consideraron que las declaraciones de Kim suponen un intento de rebajar el enfrentamiento, que tanto había escalado en los últimos días. «Kim Jong-un baja la tensión y es un llamamiento a la parte estadounidense para que también baje la tensión», señaló John Delury, historiador y experto en Corea del Norte de la Universidad de Yonsei en Seúl. También el experto chino Ji Qiangyi, de la Universidad de Yanbian, señaló que se está intentando rebajar las tensiones.
Mientras tanto, en la isla de Guam una falsa alarma difundió el miedo entre la población. Casi media hora después de la medianoche, la radio y televisión emitieron por error una alerta de peligro sin precisar la información. Fue un «error humano», informó el asesor de seguridad local George Charfauros en Facebook. Antes, en algunos lugares de la isla se había cortado la luz.
Poco antes, el secretario de Defensa norteamericano, James Mattis, había vuelto a advertir a Corea del Norte contra un ataque a territorio estadounidense. Washington interceptará cualquier proyectil lanzado en dirección a suelo estadounidense, dijo ante la prensa el lunes. «Si se dispara contra Estados Unidos, ello puede llevar rápidamente a la guerra». Si un proyectil alcanza territorio estadounidense, por ejemplo la isla de Guam en el Pacífico, «empieza el juego», insistió el ex general. Y si cae en las aguas ante la isla de Guam, el presidente Donald Trump tendrá que decidir cómo reaccionar, añadió.