CON LA MIRADA EN NUEVOS PROYECTOS ENERGÉTICOS

Aluar con 43 años: Joven, sano y pura ganancia

Recostado en el norte del Golfo Nuevo, en la ciudad de Puerto Madryn, Aluar Aluminio Argentino SAIC (Merval: ALUA) es el único productor de aluminio primario en Argentina y una de los mayores en Sudamérica que sigue produciendo de manera sostenida pese a los avatares del mercado.
La planta del Parque Industrial Pesado que hoy cumple 43 años, consta de ocho salas que albergan 784 cubas electrolíticas (hornos en los cuales se obtiene el aluminio metálico mediante el proceso de electrólisis), con una capacidad de producción de 460.000 toneladas anuales y da trabajo a más de 2 mil empleados.
Su principal fuente de ingresos deriva de las operaciones de exportación de aluminio primario, que totalizan un 80% de la actividad comercial, en tanto que abastece la totalidad de la demanda de Argentina.
Los cumpleaños son ideales para hacer balances y en ese marco, hay que decirlo, pese a que la coyuntura para la industria no es la ideal, tampoco le va mal. En 2015 Aluar tuvo una rentabilidad anual del 274 por ciento y estaba cambiando un Gobierno con el que no se llevaba tan bien. En 2016 Aluar lideró el reducido grupo de empresas a las que el cambio le sentó mejor, ya que la firma que preside Javier Madanes Quintanilla facturó $ 7281,5 millones en el semestre finalizado en diciembre de 2016, cifra que representó un aumento de 53% respecto de los $ 4755,5 millones del período 2015 y que estuvo apuntalada por la devaluación y la mejora en el precio internacional del aluminio. Las ganancias subieron un 174% para ubicarse en $ 869 millones. «La devaluación favoreció las ventas; en el cuarto trimestre, el 78% fue al exterior», comentó el directorio de la firma el 28 de mayo pasado al diario La Nación.
En lo que va de 2017 la firma tampoco se puede quejar, pese a la crisis en casi todos los ámbitos producticos, Aluar sigue liderando las cotizaciones de la Bolsa porteña, además de reinvertir parte de sus sostenidas ganancias. Y entre los beneficios conseguidos este primer semestre, se puede apuntar una negociación clave, ya que logró que el estado le prorrogue hasta 2020 –aunque escalonadamente- los beneficios de una tarifa energética diferencial destinada a empresas electrointensivas. A cambio, la empresa aceptó reducir un 14% el valor del aluminio para el mercado interno, pero sin grandes complicaciones si se considera en proporción que el valor interno excede en casi un 25% la cotización del aluminio en la Bolsa de Metales de Londres.
El acuerdo además incluye una lista de posibles inversiones comprometidas por Aluar como un posible proyecto eólico a título de reserva fría de la hidroeléctrica Futaleufú, la posibilidad de encarar de una buena vez la represe La Elena, y por supuesto adecuarse a la “Ley Guinle” que promueve que las empresas generen el 8% de su consumo a través de energías limpias para el año que viene, con una inversión superior a los 600 millones de dólares con el enclave de un parque eólico en Puerto Madryn.

Bendita energía

Es que a decir verdad Aluar es casi una “envasadora de energía”, ya que la electrólisis casi alquímica se trata de un proceso que requiere un consumo muy grande de energía eléctrica. Y actualmente más del 50% de la producción mundial de aluminio (salvo la producción rusa y china) se realiza utilizando energía hidroeléctrica renovable, advierte el diario El País. “El consumo de Aluar, en base a las operaciones actuales de la planta, supera los 6,9 millones de megavatios anuales, equivalente a lo que gasta una ciudad de un millón y medio de habitantes en un año. La provisión de energía eléctrica para este proceso está cubierta por la Central Hidroeléctrica Futaleufú (bajo el control total de Aluar con participación representativa del estado provincial), que posee dos centrales térmicas de ciclo combinado y seis turbinas de gas. Aluar cuenta, además, con una fábrica de ánodos (un suministro básico requerido por el proceso electrolítico) cuya producción asegura el autoabastecimiento”.

El “chiche” nuevo

Este proyecto de reconvertir el uso energético a través de otras fuentes renovables, como la energía eólica, es tal vez el proyecto inmediato que más entusiasma al equipo local. La potencia instalada total del parque será de 510 megavatios (MW), mientras la línea de alta tensión de 132 KW tendrá una extensión de 21,4 kilómetros para
transportar la energía generada.
El proyecto implicará la instalación de 170 molinos en 3 etapas, al oeste de la ruta nacional 3 y al norte de la ruta provincial 4, sobre una superficie de 140 kilómetros cuadrados, a unos 10 kilómetros de Puerto Madryn.
La primera etapa se concretará en no más de un año, con la instalación de 16 molinos de 180 metros de altura y con una potencia de 3,45 MW, que es mayor a los 2 MW de los aerogeneradores actualmente en operación
La energía generada inicialmente no irá al Sistema Interconectado Nacional, sino que suplirá el uso de combustibles fósiles y asegurará el autoabastecimiento de Aluar.

Algo de historia

El 10 de julio de 1969 el Poder Ejecutivo argentino (Decreto Nº 3729) aprobó el “Programa de Desarrollo de la Industria del Aluminio” elaborado por la Comisión Permanente de Planeamiento del Desarrollo de los Metales Livianos (COPEDESMEL), organismo que dependía, por aquella época, de la Fuerza Aérea Argentina.
Este programa contemplaba la ejecución de tres obras:
* Una planta productora de aluminio primario, en la ciudad de Puerto Madryn, Provincia del Chubut, que sería realizada por capitales privados y que tendría una capacidad instalada de 140.000 toneladas anuales del metal;
* Una central hidroeléctrica, sobre el río Futaleufú o Grande, próxima a la Cordillera de los Andes, en las cercanías de la ciudad de Trevelin, 500 km al oeste de Puerto Madryn, que proveería en forma permanente unos 270 MW de potencia a la planta de aluminio y que sería construida junto con la línea de transmisión de energía eléctrica, por Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado;
* Un puerto de aguas profundas en Puerto Madryn, dentro del Golfo Nuevo que sería construido por el Estado Nacional.
Luego de analizar distintas propuestas realizadas por empresas locales y del exterior, el 6 de abril de 1971 el Poder Ejecutivo Argentino, mediante el Decreto Nº 206 decide adjudicar a Aluar Aluminio Argentino S.A.I.C. la construcción, puesta en marcha y explotación de la única planta de aluminio primario que tendría el país hasta hoy.
El General Lanusse (presidente de facto) beneficiaría así notablemente al dirigente empresario José Ber Gelbard, quien por su parte apoyaría el Gran Acuerdo Nacional, que buscaba crear las condiciones para una victoria electoral del militar, habiendo además sospechas de sobornos varios a brigadieres. Es así que en agosto del mismo año se celebra entre el Estado Nacional Argentino y la mencionada firma un contrato donde se establecen los derechos y obligaciones de las partes a fin de llevar a cabo el proyecto; dicho contrato fue aprobado por el Decreto Nº 3411/71 y la Ley 19.198. Luego de celebrado el contrato dan comienzo las obras correspondientes y el 27 de julio de 1974 se produce la puesta en marcha de la planta productora de aluminio primario; el 8 de agosto del mismo año se obtiene la primera colada de metal. En abril de 1978 se produce la puesta en funcionamiento de la Central Hidroeléctrica de Futaleufú y con ello la planta de aluminio comienza el proceso para alcanzar la plena utilización de su capacidad instalada que logra en el año 1981; en los doce meses que terminan en junio de dicho año la producción alcanzó poco más de 139.000 toneladas de aluminio que en su mayor parte (62%) se destinaron a la exportación.
En el año 1983 Aluar comienza un proceso de integración vertical hacia etapas más avanzadas del ciclo industrial del aluminio, mediante la adquisición del control de Kicsa Industrial y Comercial S.A., empresa dedicada a la laminación y extrusión de aluminio.
En el año 1993 Kicsa se fusiona con su principal competidora, CAMEA S.A., controlada por la empresa de origen canadiense ALCAN Aluminium Ltd. (una de las principales empresas en el sector aluminio a nivel mundial). Se conforma de este modo C & K Aluminio S.A. en la cual Aluar participa con un 50% del capital con derecho a voto.
En 1994, en el marco del proceso privatizador del sector eléctrico, impulsado por el gobierno argentino, Trelpa S.A. (empresa en la cual Aluar tiene una participación del 40%), se adjudica el 51% de las acciones de Transpa S.A., dedicada al servicio público de transporte de energía eléctrica en alta tensión en la Patagonia y propietaria de la línea de 330 kV que conecta la Central Hidroeléctrica de Futaleufú con la planta de aluminio primario. De este modo Aluar avanzó en el proceso integrador, con el objetivo de asegurar el abastecimiento de uno de sus principales insumos, la energía eléctrica.
En al año 2001, junto a Hidroeléctrica Futaleufú, Aluar participa en el Plan Federal de Transporte de Energía Eléctrica para la construcción de la línea de alta tensión Choele Choel–Puerto Madryn, que queda habilitada en 2006.
En el año 2005 se iniciaron las obras de una nueva ampliación de la capacidad productiva de la Planta en Puerto Madryn que se pusieron en marcha en junio del 2007; este proyecto agregó 137.000 toneladas anuales a la capacidad productiva, llevándola a 410.000 toneladas; según informó la empresa el monto invertido (sin computar el impuesto al valor agregado) alcanzó los 946 millones de dólares. En 2007 ante la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner presidente de Aluar anunció la inversión de otros 400 millones de dólares, para llevar su producción total a 515.000 toneladas, ampliación que completó cumpliendo acabadamente las metas propuestas.

Referencias: Wikipedia; www.aluar.com.ar, El País, La Nación, Página/12, Ministerio de Energía de la Nación, propias

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