Desde el pasado martes, el jugador madrynense Agustín Puebla, viste los colores de Boca Juniors.
Formado futbolísticamente en el Club Comercio, el pequeño de 10 años superó la prueba en “el xeneize” y ya desarrolla sus entrenamientos.

Otro local en el fútbol grande

El sueño de todo niño apasionado por el futbol está comenzando a transitar el pequeño Agustín Puebla: a sus 10 años, superó una prueba realizada en Boca Juniors y desde el pasado martes, viste los colores “xeneizes”. Asi como Gabriel Mercado hace 20 años atrás, o Román Monzón (hoy en River Plate) hace 6 años; Puebla lleva su futbol a un equipo grande del futbol argentino.
Ya instalado en Buenos Aires, y acompañado por su madre Gisel, “Agus” cuenta, con una tranquilidad y madurez que impacta, su alegría por estar en las categorías formativas “azul y oro”: “se siente algo hermoso, porque no todos los chicos llegan a donde estoy ahora”, dijo.
Agustín, como muchos de sus pares, se imaginó defendiendo los colores de un grande del futbol argentino y ahora, lo está haciendo realidad: “siempre soñé con ser jugador, siempre estaba con la pelota, a los 3 años ya estaba en un club. Y el futbol es todo para mí”, explicó con contundencia.
Acerca de su primer día en Boca, comentó con soltura que “estaba tranquilo, tenía que disfrutar, no tenía que desaprovechar la oportunidad”, agregando luego que “mi sueño, se sabe, es ser jugador profesional. Quiero ser como Cristiano Ronaldo”, aseguró, pensando en su idolatría por el delantero portugués del Real Madrid.
Con humildad y con la picardía de todo niño, el jovencito Agustín pensó en todos quienes fueron parte de su objetivo: “les mando saludos a toda mi familia, a todos los que me formaron como jugador, como ser a la gente de Comercio y a Brown que me dieron su lindo apoyo, eso me hizo alegrar mucho. Gracias a todos”.

Lejos de casa

Sabe que, a sus 10 años, deberá “crecer de golpe”, lejos de casa y sin la presencia de su familia a su lado, pero quienes desde Puerto Madryn harán fuerza para acompañarlo en su meta de llegar a Primera División. Al respecto, contó con sinceridad que “no creo estar preparado para estar sin mamá y sin papá, pero lo voy a intentar, es por mi sueño”.
A su par, su madre Gisel, lo acompañará en Buenos Aires al menos hasta fin de año, comentó que “cambiará el turno de escuela, iba de tarde, ahora irá a la mañana, se levanta, se baña, y se va al colegio, ya trajo dos 10. Después vuelve, almuerza y vamos a entrenar. Tiene todas las pilas. La idea es quedarme hasta diciembre, hasta que se adapte. Tengo que volver porque tengo 2 hijas más, que ahora están con su papa”, aseguró la madre.
Con orgullo, Gisel repasó la carrera deportiva de su pequeño hijo, al decir que “entre los 3 y 4 años hizo Iniciación en JJ Moreno, después a los 5 años comenzó en el Club Comercio y de ahí hasta hace 2 meses. Se pasó a jugar cancha grande, en el club Brown. Siempre con la pelota bajo el brazo. Desde jardín”.
La feliz madre, relató la importancia del cambio que generó en Agustín el pasar a “jugar cancha grande fue un gran tema, se corría todo como si fuera cancha chica y era enorme. Terminaba ahotado a los 15 minutos, hasta que lo fueron corrigiendo, se adapta enseguida. El primer entrenamiento solo lo pude ver, y sus compañeros ya le conocen el nombre, ya está integrado al equipo. Tiene un carácter muy bueno, se integra”, dijo Gisel.

Hincha de Newell’s

“Siempre soñó con ser futbolista profesional. Desde chiquito”, aseguró con orgullo la joven madre que, a la vez valoró enormemente la formación tenida para con su hijo en el Club Comercio: “lo que tiene el Club Comercio, es la contención, se dedican a los chicos. Van y vienen por los chicos. Eso es algo que es muy bueno para destacar”.
Sobre sus jugadores referentes, la madre de Agustín, vislumbrando el acompañamiento que le brinda a su hijo en el amor por el futbol, destacó que “tiene dos ídolos. Maxi Rodríguez y Cristiano Ronaldo, le gusta Messi, pero le gusta más Cristiano. Él es hincha de Newell´s, como su padre”.
En su presente en Boca, Gisel destacó que “se entrena en el predio de Ezeiza de Boca, es todo un ambiente de futbol, porque estamos cerca del predio de la AFA y de River. Él está feliz”.
Aun sorprendidos por el “Mundo Boca”, Gisel aseguró que “a los nenes los tratan como si fuesen adultos, cuando entran a la cancha, el trato es como si fueran mayores. Todo es más grande, los elementos para trabajar, tienen todo. Los niños, como aman el futbol, están predispuestos a todo. El orden que hay es increíble, dejan todo impecable. Como mamá no estoy preparada, los que más vamos a sufrir somos los padres. El está feliz, ya quiere ir a la pensión, a la pileta, ya le dijeron que hay mesa de pool y PlayStation”.
A los 10 años, Gabriel Mercado fue por su sueño hacia Racing Club y hoy en día defiende los colores de la Selección Argentina. Román Monzón, a los 9 años, dejó el Club Comercio para pasar a vestir los colores del “Millonario” y hoy a los, está consolidado en Inferiores. Con ese mismo objetivo, Agustín Puebla inicia su camino en Boca Juniors. Demostrando que si lo deseas, lo creas.