Tras la culminación del receso invernal y ante la expectativa, por parte de miles de familias de Puerto Madryn,
de que niños y adolescentes retornen a sus escuelas para continuar con el Ciclo Lectivo, el día lunes amaneció con la noticia de que, en varios casos, ello no sería posible, producto de una problemática que se viene arrastrando desde hace tiempo y que hace eco, principalmente, en las épocas del año en que dicho recurso, el gas, es más
demandado por la comunidad. De este modo, una de las instituciones educativas que reúne a una gran cantidad de estudiantes, la Escuela 710, no pudo retornar a la regularidad de su calendario escolar, dado que, según mencionaron sus autoridades, aún no fue solucionado un inconveniente con el suministro de gas, por parte de la empresa responsable, Camuzzi Gas del Sur S.A. En dicha institución, hubo inspecciones el miércoles, jueves y viernes pasado, pero los arreglos finalmente no se concretaron, ante la mirada de sorpresa de las autoridades educativas, que esperaban que los más de mil chicos pudieran volver a sentarse en sus bancos.

Aguardan la inspección definitiva

Al respecto, la docente y directora de la Escuela 710, Mariela Williams, contó que “estamos esperando a que Camuzzi venga a hacer la inspección, para que nos habilite definitivamente la escuela” y recordó que “tuvimos inspecciones la semana pasada y en cada una de ellas pidieron alguna rejilla más o alguna cuestión que faltaba”.
Sobre esta línea, indicó que “estábamos listos, supuestamente, el miércoles pasado, y seguimos acá, todavía sin gas y, consecuentemente, sin clases”. Aparentemente, personal de la empresa concurriría alrededor de las 8 de la mañana a esa escuela, para realizar la inspección de rigor final; sin embargo, “estamos esperando que lleguen, para poder
iniciar las clases”. Consultada sobre la cantidad de alumnos que se vio afectada por la falta de suministro,
Williams precisó que “tenemos, aproximadamente, 850 alumnos; además, por la noche funciona la Escuela 768, cuya matrícula desconozco pero se trata de una escuela aparte, que funciona en el mismo edificio, por lo que estamos
hablando de más de 1.000 de estudiantes que están sin clases”.

Receso invernal “adelantado”

Durante las vacaciones de invierno, “la empresa que viene, por parte del Ministerio de Obras Públicas, estuvo trabajando todos los días, estuvimos en la escuela acompañando, viniendo y cerrando; ello, porque había que habilitar diferentes salas que, normalmente, están bajo llave, como la Dirección, la Secretaría, la Sala de Informática y demás”, mencionó la directora del establecimiento, quien remarcó que “la verdad, esperábamos que vinieran, ya que parecería ser que hace más frío dentro de la escuela que afuera”. Incluso, previamente a las vacaciones de invierno, la 710 permaneció varios días sin gas, lo que extendió la agonía del calendario escolar, provocando que los alumnos no pudieran asistir a clases: “Fue la semana anterior a las vacaciones, donde se cortaron las clases, por lo que hablamos de tres semanas, las dos de vacaciones, más la anterior al receso invernal, donde no tuvimos clases”.

Otros 500 chicos sin clases

Una institución que tampoco dictó clases fue la Escuela 152 “Armada Argentina”, ubicada en la zona oeste de la ciudad, aunque por otro motivo; en este caso, la falta de suministro de gas se debió a que las autoridades de dicha institución aguardaban, desde las primeras horas de la mañana, que personal de Camuzzi concurriera a realizar una inspección en el nuevo Salón SUM, que debió ser reconstruido luego de que se incendiara, el 21 de septiembre del
año pasado, aparentemente por motivos intencionales. Meses después, en el mes de enero, los fondos provinciales ya
se encontraban disponibles para iniciar la reconstrucción del espacio, que había quedado totalmente destruido; sin embargo, la larga espera para recibir al personal que realizaría la inspección hizo que la Dirección de la escuela suspendiera las clases en el turno mañana, quedando a la expectativa de que empleados de Camuzzi concurrieran
y, de este modo, se garantizara el dictado normal de clases para el personal del turno tarde.
Sin embargo, horas más tarde y antes del mediodía, se conocería que dicho equipo de trabajo no llegaría a tiempo a la institución, por lo que también se suspendió el turno tarde, dejando afectados a 500 alumnos que continúan, de algún modo, en un receso invernal “extendido”.