MALDITA TECNOLOGÍA

El Pacman, un juego dañino para la juventud turca

La historia de los videojuegos está plagada de versiones sobre su incidencia consciente e inconsciente en la formación de los chicos de todo el mundo, pero en Turquía se han llevado todos los premios. El Ministerio de Deportes y la Juventud de este país prepara un informe en el que califica de “dañinos” a diversos videojuegos muy populares en Turquía y en el resto del mundo, como es el caso del Pacman, Guitar Hero o Call of Duty.
Según la información publicada por el diario Milliyet, estos juegos poseen “contenido que puede dañar a la juventud” al mismo tiempo que también incluyen “islamofobia, uso de drogas, pornografía y violencia”.
El caso del videojuego del Pacman, el clásico de las máquinas recreativas conocido también como Comecocos en algunos países, es sin duda el más curioso debido a la razón del Gobierno para calificarlo como inapropiado para los turcos.
La página web ‘Oyunlarda Islamofobi’ (islamofobia en los juegos), un proyecto del ministerio de Deportes y Juventud destinado a señalar todos los contenidos que ellos consideren ofensivos para la fe musulmana, asegura que el protagonista del Comecocos en vez de fantasmas “persigue mujeres musulmanes con velo”. “Las mujeres musulmanas son representadas como vírgenes para ser atacadas”, finaliza la descripción.
El portal digital cataloga también como “islamófobos” otros videojuegos tan famosos como Guitar Hero III, Resident Evil, Call of Duty, Counter Strike o Tekken. La lista también añade otros con títulos más directos contra el Islam como Muslim Massacre (Masacre Musulmana) o Bomb Gaza (Bombardea Gaza).
El Gobierno del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) ha puesto el foco sobre el mundo de los videojuegos, un sector que según cifras oficiales mueve 535 millones de euros anuales en el país eurasiático, donde cerca de 25 millones de personas (más de un cuarto de la población) se dedican a jugar cada día un total de 39 millones de horas.
El ejecutivo turco quiere, en concreto, potenciar los desarrolladores locales, para crear videojuegos desde un punto de vista más acorde a su visión.
“El objetivo [de muchos juegos] es dar a las personas una percepción negativa del Islam”, ha asegurado en sede parlamentaria Huzeyfe Yilmaz, responsable de la comisión de Educación, Cultura e Investigación, dependiente del Ministerio de Educación. “A menudo el jugador es colocado en el rol de un soldado y ganan puntos al matar a musulmanes, quienes son mostrados como terroristas”.
Por ello el ministerio de Educación está intentando no solo “concienciar de este asunto a familias, jóvenes, maestros y estudiantes”, sino también “aumentar el desarrollo [y aprobación] de más juegos”, según ha añadido.

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