HOY HABRÁ UNA NUEVA REUNIÓN ENTRE FUNCIONARIOS DE CHUBUT Y NACIÓN

Crisis textil: La reactivación nacional no llega y las empresas no aguantan

El gobernador Mario Das Neves confirmó ayer, en el marco de su agenda matutina que hoy habrá una nueva reunión de trabajo entre Provincia, Nación, empresas y sindicatos para definir medidas por la situación textil en Chubut.
En ese marco indicó que el ministro de la Producción, Pablo Mamet, se reunirá junto a representantes de diferentes empresas y sindicatos con el equipo técnico del ministro de la Producción de Nación, Francisco Cabrera.
El mandatario expresó que «tiene que haber definiciones concretas porque los tiempos se agotan».

No hay competitividad

Con respecto a la situación de las empresas del sector textil en la provincia, el gobernador indicó que «en cualquier tipo de actividad que está en marcha tenemos problemas».
«En algunas hemos tenido despidos y en otras tenemos problemas», señaló.
Al respecto ratificó que «hay que defender a aquellas empresas que han estado aquí en Chubut desde hace muchísimos años y que se han bancado muchas crisis económicas y han seguido».
Por eso «hay que lograr en un tiempo corto todo tipo de medidas que tenga ver con la competitividad».
Das Neves precisó que «mañana (por hoy) va a estar el ministro de la Producción, Pablo Mamet, con el diputado nacional Sixto Bermejo con la gente del gobierno nacional, el equipo técnico del ministro Cabrera (de la Producción), además con empresarios y los sindicatos para tratar el tema textil».
Sostuvo que «tiene que haber definiciones concretas porque los tiempos se agotan. Ellos mismos a nivel nacional están de acuerdo con que los tiempos se agotan».»De mínima esta semana tendríamos que tener definiciones», concluyó.

Crisis en la industria textil ya provocó 1500 despidos y 3600 suspensiones

La caída en la actividad que sufren varios sectores industriales, afectados no sólo por la contracción del mercado interno sino también por el aumento de las importaciones, se está sintiendo cada vez más en el empleo. En ese marco es un secreto a voces que con la apertura de importaciones, la industria textil es una de las más perjudicadas, con una baja en el nivel de producción del 25% respecto del año pasado y pocas perspectivas de mejora. En este contexto, la Asociación Obrera Textil (AOT) advirtió hace ya un par de meses que en los últimos años la actividad industrial sufrió más de 3600 suspensiones y cerca de 1500 despidos por el cierre de casi una decena de establecimientos fabriles, como consecuencia de la falta de la acumulación de stocks y apertura de las importaciones.
Así lo afirmó el secretario general del gremio, Hugo Benítez, quién destacó que «según un relevamiento puntual que llevó a cabo la AOT en todo el país y en 108 empresas, «en los últimos años la actividad textil vio cerrar varias empresas y viene sufriendo miles de suspensiones y despidos de trabajadores».»Ello sin contabilizar las reducciones de jornadas en las distintas empresas textiles y el otorgamiento de vacaciones anticipadas que fluctuaron entre 7 y 14 días, en la que se vieron involucrados más de 3800 trabajadores».
Para marzo de 2017 más de una docena de industrias habían cerrado sus puertas solamente en provincia de Buenos Aires: seis en el norte del conurbano; dos en la zona noroeste; otro en la zona del oeste bonaerense y el restante en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Entre las empresas mencionadas, figura la porteña Zytex; las bonaerenses José Garraza, Broderie Suiza, Edolan, Tassutti SRL, Textil Elotex, Galitex, Vecchi Godoy, Fábrica Argentina de Etiquetas y Sedler Hermanos.
Benítez, que además integra el Consejo Directivo de la CGT, precisó que «los suspendidos suman a la fecha 3622, mientras que los despedidos alcanzan a 1480 trabajadores, tomando en cuenta que hay un padrón de 25.000 trabajadores afiliados».
La capacidad instalada en la actividad textil en diciembre de 2015 alcanzaba el 80%, mientras que un año después, se redujo al 60%. Varios motivos explican la crisis de este sector. Por un lado, el comportamiento en las ventas por el traslado de los costos a los precios, que significaron una baja del 50%; además, para sostener los niveles comerciales, se ofertan los productos tratando de cubrir los costos de la fabricación sin márgenes de rentabilidad; y por otra parte, una cadena de pagos muy debilitada con plazos que superan los 120 días.
El dirigente gremial también mencionó entre las causas «al incremento de los costos; al aumento de la presencia de mercadería importada; los precios del sudeste asiático y Brasil a valores de liquidación de stocks con financiamiento de bajo costo; la caída del poder adquisitivo y una demanda decreciente sostenida y a la acumulación de stocks de productos financieramente inviables».
Todo esto afectó de manera directa la situación de hilanderías y fábricas en el sur del país, donde Chubut fue una de las provincias que sintió fuerte el impacto.
La crisis de la industria textil desencadenó que en algunas localidades se haya declarado la emergencia en este sector. Fue el caso de Luján días atrás, donde el Concejo Deliberante tomó esa decisión para evitar el perjuicio de miles de trabajadores del rubro. A su vez, trascendió ayer que el gobierno de Chaco elevará a la Cámara de Diputados de la provincia un proyecto de ley que busca declarar la emergencia laboral de la industria algodonera, textil, indumentaria y confecciones por el término de 180 días.
En su momento se comenzó a trabajar sobre un proyecto para crear una comisión sectorial en el ámbito de la Secretaría de Empleo y Trabajo que tendría como objeto el seguimiento del empleo en el sector con el fin de detectar las contingencias laborales, además de beneficios que apuntan a mejorar las tasas de interés y prorrogas impositivas.

Un acto de compromiso que no fue

De hecho, hace ya dos meses, y tras los acuerdos de Vaca Muerta, de la industria automotriz y del Acuerdo Federal para la Construcción, el Gobierno nacional hizo un acto para firmar un compromiso con la industria textil, indumentaria y de calzado, con la finalidad estimular el consumo, cuidar el empleo, luchar contra la informalidad y mejorar la competitividad exportadora de la industria.
El convenio fue sellado un martes 4 de abril por el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y sus pares de Trabajo, Jorge Triaca, y de Hacienda, Nicolás Dujovne, junto a las empresas y los trabajadores de las industrias textil y de calzado.
El compromiso apuntaba a estimular el consumo a través del lanzamiento de dos nuevas herramientas de financiamiento para los rubros de Indumentaria, Calzado y Marroquinería para la compra de productos nacionales en 3 y 6 cuotas sin interés. Además se sumaban a los programas vigentes Ahora 12 y Ahora 18, del Ministerio de la Producción de la Nación. Se pesnaba que con eso se podía financiar alrededor de $ 6.000 millones de ventas mensuales en 2017 de productos producidos en el país, a lo que se sumarían casi $ 2.000 millones de Ahora 12 y 18.
También planeaban brindar asistencia a través del Repro Express, un instrumento de respuesta rápida para ayudar a los trabajadores de los sectores textil e indumentaria y de calzado. De todo eso, poco y nada pasó a la fecha.

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