Ayer jueves, comenzó en Trelew el juicio oral y público por el intento de asesinato contra Lucas Daniel Sorias, en el cual está acusado Lucio Martín Bustamante. El tribunal de enjuiciamiento está integrado por los jueces Florencio Minatta como presidente, a quien acompañan Ana Laura Servent y Alejandro Defranco; el Ministerio Público Fiscal está representado por el fiscal general Fabián Moyano y el acusado está defendido por el abogado Oscar Romero.
Lo ocurrido el 30 de agosto del 2015 habría causado serias consecuencias a Lucas Daniel Soria, quien estuvo en coma durante casi dos meses.

Alegatos

En su alegato inicial, el fiscal Moyano indicó que probará durante el debate la responsabilidad que le cabe a Bustamante, relatando a las 5:40 horas del día del hecho, en el pasaje Mendoza entre Rivadavia y Belgrano, más precisamente frente a las puertas de ingreso del local bailable “Rexo”, “con pleno conocimiento de sus actos y con ánimo dirigido a quitarle la vida, Lucio Martín Bustamante ejerció una agresión desmedida en perjuicio de Lucas Daniel Sorias, al momento que éste junto a otras dos personas eran desalojados del mencionado lugar, propinándole un fuerte golpe de puño en la frente derribándolo y haciendo que caiga inconsciente sobre la calle. Inmediatamente, con la víctima desmayada, le aplicó una feroz patada en la cabeza, impactando ésta sobre el cordón de la vereda, para luego retirarse del sitio ingresando nuevamente al boliche, mientras Sorias fue asistido en primer lugar por un bombero que se hallaba allí presente y fue trasladado al hospital zonal, donde estuvo internado cerca de dos meses, tras lo cuál fue trasladado al hospital italiano en Buenos Aires”.
Por su parte, el defensor particular Oscar Romero expuso que existía falta de objetividad en la calificación encuadrada por la fiscalía como tentativa de homicidio, y agregó que no fueron llevados a proceso todos los involucrados en el suceso. Sugirió que la conducta esgrimida en ese sentido por el fiscal podría ser considerada hasta como un posible prevaricato, para manifestar que quedará probada la inexistencia del delito, y pidió la absolución de su cliente.

Los testigos

Más adelante comenzaron las deposiciones de los testigos, en primer término un oficial que cumplía funciones en la seccional primera y actuó en aquella oportunidad, aclarando que solo recabó informes en el lugar habiendo tomado declaración a un amigo de la víctima que se encontraba eufórico y dispuso se entregaran las cámaras de seguridad que se encontraban en las cercanías.
Quien resulta ser la víctima, Lucas Daniel Sorias, contó que se juntaron a comer aquella noche junto a compañeros de la universidad, y decidieron salir luego a dar una vuelta y bailar. En ese sentido recibió el llamado de un amigo, apodado “el colo”, encontrándose mas tarde con él en Rexo, en compañía de otro muchacho. Comentó que todo fue normal, dando vueltas, charlando y bailando, hasta que ocurre lo que denominó la tragedia. Destacó que se produjo un tumulto con personas que comenzaron a pelearse y observó como personal de seguridad sacaba gente de allí, cuando se percata que sus acompañantes son llevados a la fuerza hacia el exterior.
Fue allí cuando decidió ir detrás de ellos, y viendo que su principal amigo se encuentra alterado intenta calmarlo diciéndole: “ya está, nos vamos”, cuando de repente se acercan dos o tres que arremeten contra ellos y pasó todo. Es a partir de ahí que no recuerda mas nada hasta que despertó a los dos meses en el hospital: “yo pensé que me había agarrado un resfrío y me habían llevado a ese lugar, pero estaba todo entubado y me habían hecho una traqueotomía”. Aclaró que el tema de los golpes lo puede contar porque vió las imágenes, pero en realidad no recuerda cuando fue golpeado.
Posteriormente, ante las consultas, negó la existencia de algún incidente en los baños del boliche y recordó que en esa época trabajaba como pasante en un estudio contable mientras continuaba con los estudios de contador. Luego detalló que perdió la audición del oído izquierdo, como así también el olfato, y está medicado de por vida para no entrar en convulsiones: “varias veces me internaron porque dejé de tomar el remedio y me agarraban…”, dijo. También indicó que hoy le cuesta mucho concentrarse, su rendimiento ha bajado muchísimo y debió dejar el trabajo por necesidad de contar con mas tiempo.
Otro de los testigos fue el amigo con quien se encontró en el boliche, quien contó que fueron golpeados él y otro compañero y sacados del lugar, coincidiendo con la deposición de Sorias en cuanto que salió detrás de ellos tratando de calmarlo, cuando recibieron golpes de patovicas y apareció Bustamante con su tremenda agresión. En la oportunidad se exhibieron las imágenes de las cámaras de seguridad, donde el testigo fue comentando quienes eran los que allí se veían. Reafirmó que a Sorias lo golpearon de atrás, le dieron la cabeza contra el piso y ni siquiera había participado del incidente, reconociendo a Bustamante como el autor de la agresión.
Fue consultado por el defensor acerca si alguna vez hubo otra causa relacionada con los golpes recibidos por él, respondiendo que hubo un proceso por lesiones leves que culminó con una mediación donde hubo un pedido público de disculpas y se dispuso para los dos agresores el cumplimiento de trabajos comunitarios.