El insólito y preocupante episodio ocurrió sobre la media mañana del miércoles, cuando tres establecimientos educativos de la ciudad debieron evacuar a sus alumnos y personal docente, a partir de “amenazas de bomba”.
Las versiones señalan, por un lado, que las escuelas 741, 728 y 42 habrían recibido llamados en donde se advertía la presencia de dispositivos explosivos en las instalaciones de cada una de ellas, al tiempo que también se cree que un llamado al 101 podría haber puesto en vilo a las autoridades, al haberse originado en el mismo las amenazas en cuestión.
La llamativa postal exhibía a cientos de estudiantes y profesores aguardando, preocupados, en las veredas y en las calles de la ciudad, ante la incertidumbre generada por la presunta presencia de artefactos explosivos en los establecimientos educativos, en un hecho sin precedentes en la ciudad de Puerto Madryn.

Llamado y preocupación

A pesar de que no trascendió información oficial sobre el particular episodio, se trataría, en principio, de dos escuelas secundarias (la 728 y 741) y una de nivel inicial, que es la 42, ubicadas en Edwin Roberts 99, Moreno 142 y 25 de Mayo 1090, respectivamente.
A su vez, efectivos policiales concurrieron a la Escuela 84, ubicada en Sarmiento 268, donde aparentemente también se había sufrido una amenaza de bomba.
Según trascendió, aparentemente, el llamado de una persona adulta al 101 advertía por la presencia de explosivos en las tres escuelas mencionadas, los cuales se activarían en un plazo de 12 horas, hecho que movilizó a las autoridades de la fuerza pública a realizar extenuantes requisas en las instalaciones afectadas por la amenaza, las cuales finalmente arrojaron resultados negativos.

Indignación

La presencia de la Prefectura Naval Argentina (PNA) también pudo observarse en las inmediaciones de una de las escuelas, teniendo en cuenta la proximidad de la misma con las oficinas de dicha fuerza, en el muelle Comandante Luis Piedra Buena; según mencionó uno de los prefectos en diálogo con el Diario, “nos acercamos porque no nos parecía una situación común la de ver tantos chicos fuera del establecimiento”, motivo por el cual también se pusieron a disposición para las tareas de prevención y contención de los allí presentes.

Para evitar el exámen

A su vez, pese a lo perturbador de la situación, no tardaron en aparecer las opiniones de vecinos y estudiantes ofuscados por lo sucedido: “Era obvio que algunos tenían que rendir y no habían estudiado”, mencionaba un alumno de la escuela 728, al tiempo que uno de los vecinos que allí se encontraban, observando la escena, recordó de manera jocosa: “Yo estudié en la Escuela 84 y desde que iba a tercer grado que, de vez en cuando, algún gracioso, aunque con muy poca gracia, llamaba para hacer una amenaza de bomba”.
Otro de los vecinos, más preocupado, se preguntó si “no será esto una maniobra realizada por delincuentes, para medir el movimiento de la Policía ante un hecho así y, de esta forma, dejar sin custodia el radio céntrico”.