MALDITA TECNOLOGÍA

Tres años de cárcel por jugar Pokémon Go en una iglesia

Las autoridades barajan una pena de cárcel de entre tres y cinco años por grabarse jugando dentro de una iglesia. n juez ruso ha condenado a un famoso youtuber ruso por incitar al odio con vídeos antirreligiosos tras grabarse jugando a Pokémon Go en una iglesia. Ruslan Sokolovsky, de 22 años, aún no ha recibido sentencia, pero podría enfrentarse a una condena de entre tres y cinco años de cárcel. Tal y como informa BBC News, Sokolovsky publicó un vídeo en el que se le veía jugando a Pokémon Go en el interior de la Iglesia de Todos los Santos de Yekaterinburg, su ciudad natal, en agosto de 2016, cuando el fenómeno en torno al videojuego estaba al alza.

Insulto a las creencias

El vídeo era, en cierta medida, una respuesta a las nuevas multas que el gobierno estaba poniendo a quienes insultaran las creencias dentro de lugares religiosos. En el vídeo, se ve cómo el joven youtuber comenta esta cuestión y cómo pone en cuestión la legitimidad de estas medidas. «¿Quién puede ofenderse por verte andar con el teléfono en la iglesia?» o «¿Por qué cojones te encerrarían por algo así?» son algunas de las preguntas que Sokolovsky lanzaba a sus espectadores. Pocos después de publicar el vídeo, el youtuber fue detenido por la policía en su propio hogar y puesto en arresto domiciliario hasta que su juicio tuviera lugar, algo que ha tardado varios meses.

Encarcelado

La acusación ha presionado para que Sokolovsky sea condenado a tres años de cárcel, tal y como dicta la nueva ley sobre ofensas al sentimiento religioso de Rusia. Esta misma ley fue la que se aplicó en la condena y encarcelación del grupo de música Pussy Riot tras sus protestas en una iglesia de Moscú. Amnistía Internacional ha presionado para que Sokolovky sea liberado, argumentando que se está violando el derecho a la libertad de expresión. Su petición se suma a las de otras 14.000 personas, que han contaactado por varias vías a las autoridades rusas desde septiembre de 2016 pidiendo que fuera puesto en libertad.

Perturbaciones

Cuerpos sin vida, robo a mano armada, homofobia extrema y violencia policial no son cosas que suelan perturbar el increíble y alegre mundo de Pokémon, pero cuando Nintendo y el desarrollador de realidad virtual Niantic publicaron por fin Pokémon Go llevaron sin querer los problemas brutales del mundo real al universo de Pokémon.
La interfaz del juego es como una versión estilizada de Google Maps, llena de Pokémons deambulando por allí, puntos para recoger objetos y gimnasios donde te puedes enfrentar a otros entrenadores. Los jugadores tienen que ir desplazándose por su zona para ir encontrando todo esto, lo que significa que Nintendo y Niantic han forzado a la población que normalmente preferiría quedarse en casa a que salga de su cueva y se aventure en este mundo salvaje, donde la gente se está encontrado con nuevos amigos y, en algunos casos, problemas mucho peores que los que provocaba el Team Rocket.

Ladrones aprendiendo

Unos ladrones descubrieron cómo podían utilizar Pokémon Go para un robo armado. Hay una función en Pokémon Go que permite a los usuarios mandar una señal a jugadores cercanos para encontrarse, charlar y si acaso intercambiar objetos. En un movimiento que habría dejado temblando a Jesse y James del Rocket Taam, un grupo de adolescentes usaron esta función para atraer a sus víctimas a zonas apartadas y robarles a punta de pistola, según ha informado el departamento de policía de O’Fallon, Missouri.

“Arrepiéntete o muere”

Un Clefairy troleó a la iglesia bautista de Westboro y esta respondió con Jigglypuff y Pidgeotto. Muchos jugadores o entrenadores han advertido la popularidad de iglesias como poképaradas y gimnasios que tienen que visitar para conseguir más objetos y entrenar a sus Pokémon. Una de esas paradas ha resultado ser la iglesia bautista de Westboro, conocida por sus protestas llenas de odio hacia cualquier cosa, desde la comunidad LGBT hasta los funerales militares. Poco después de que un entrenador de Pokémon Go tomara el control del gimnasio consiguió dejar hábilmente como protección un Clefairy llamado “LoveIsLove”. En respuesta, la iglesia publicó un vídeo realmente perturbador en Vine donde se ve a un Jigglypuff cantando “Arrepiéntete o muere” y una captura de pantalla de un Pidgeotto llamado “Godhatesfags” (Dios odia a los maricas) que al parecer están usando para recuperar su iglesia en el juego.
Los juegos Pokémon ya habían tenido que tratar anteriormente con fanáticos religiosos, como el apocalipsis causado por el Equipo Aqua y el Equipo Magma en Pokémon Safiro, Rubí y Emerald, pero seguro que el creador de Pokémon, Satoshi Tajiri, nunca se imaginó que el lenguaje intolerante de esta iglesia entraría en su universo pensado para niños.

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