LOS GOBERNADORES ACEPTARÍAN UN PACTO DE GOBERNABILIDAD DESPUÉS DE OCTUBRE. LA ENTUSIASTA BÚSQUEDA DE CONSENSO VENDRÍA DE LA MANO DE LOS MULTIPLES VÍNCULOS CON CAUSAS QUE SALPICAN A UNA GRAN MAYORÍA

¿Gobierno de coalición, cordón sanitario o acuerdo de impunidad?

Un gobierno de coalición es aquel que se forma cuando un grupo parlamentario no tiene mayoría suficiente como para formar gobierno, por lo que se ve obligado a pactar con otro grupo, normalmente de ideología política afín, para formar un gobierno conjunto. En el caso de que grupos de distinta ideología formen un gobierno de coalición para impedir que un tercer partido acceda al poder, se dice que las formaciones coaligadas están haciendo un `cordón sanitario´ contra el mencionado partido.
En Argentina, el run run político indica que se viene el rejunte llámese `coalición´, `unidad nacional´, `frente federal´, `liga gobernante´, o como se titule. Lo cierto es que está en marcha, por necesidad de supervivencia y también por sanidad ante el posible resucite de focos kirchneristas. De hecho, habría amplio consenso en las provincias, y hasta dicen que lo charlaron en la reunión del miércoles pasado. En esa foto, el cordobés De la Sota se propone como hombre de consenso.
El diagnóstico lo trazó un oficialista: «¿Hay una oportunidad para una Moncloa argentina? Yo creo que sí», afirmó el radical Ernesto Sanz en un sugestivo encuentro multipartidario realizado la semana pasada en el Senado, con la excusa de escuchar a uno de los ideólogos de ese acuerdo español, el ex diputado comunista Ramón Tamames.
Sanz, que ya fracasó junto a Emilio Monzó y Grabiela Michetti al inicio de la presidencia de Macri al proponer un acuerdo de Gobierno con la oposición, cree que después de Octubre estarán dadas las condiciones porque gane quien gane, «seguirá sin haber una fuerza política mayoritaria» en el país.
Esta observación es compartida por los gobernadores peronistas que se reunieron en la Capital el miércoles pasado y acordaron relanzar su «liga» luego de las elecciones.
En ese encuentro hubo consenso sobre dos pronósticos: Luego de las elecciones Cristina Kirchner comenzará su ocaso definitivo en el peronismo y la situación económica comenzará a agravarse, por el inevitable ajuste que deberá realizar Macri.
Por eso, la idea de los gobernadores es ofrecer al Presidente el pacto de gobernabilidad que tantas veces rechazó. La idea es no sólo acordar un paquete de medidas, sino también incorporar gente al gabinete nacional.
En ese sentido, el ex gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, dejó trascender que le gustaría ocupar un cargo clave en un marco de acuerdo nacional. De la Sota, profesor de la Universidad de Salamanca, es un estudioso de los Pactos de la Moncloa y además amigo personal de Felipe González, una de las piezas claves de aquel acuerdo político que piloteó la transición de la atrasada España de Franco a la nación europea en la que se transformó.
Los impulsores de reeditar la receta gallega afirman que cuando arrancó el pacto, España enfrentaba una situación económica similar a la que vive hoy la Argentina, con una estructura productiva anquilosas y una inflación que superaba el 20% anual. Pero claro que ayudaron y mucho en su reconversión productiva y modernización logística las ayudas de la Unión Europea.

Señales concretas

La ilusión de De la Sota de integrar un futuro gobierno de «unidad nacional» fue un motivo no menor en su decisión de no competir por una banca a diputado este año. «No quiso lastimar a Macri derrotando personalmente a su candidato en Córdoba», explicó uno de los hombres que más conoce al ex gobernador.
La movida engarza con otros deslizamientos que se están produciendo en el peronismo, las tentativas -muy preliminares- para alcanzar algún tipo de acuerdo con Sergio Massa para que reingrese al PJ después de las elecciones con vistas a la primaria presidencial del 2019, y la sugestiva decisión de la mayoría los intendentes del Conurbano de marcarle un límite inédito a La Cámpora y por ende, a Cristina.

Porqué tanto entusiasmo acuerdista?

Dicen los que saben que disparar para el futuro es una buena forma de tomar distancia del pasado. Tal vez la respuesta a una idea que para el sentido común podría ser muy peregrina, pero para la clase política no es para nada descabellada, como un gran acuerdo macro o “liga de la gobernabilidad”, tenga que ver con lo imbricados vínculos y compromisos de una gran mayoría de la más variopinta bandería política, con casos resonados actualmente bajo la lupa de la justicia.
Ayer trascendieron por ejemplo, cuáles son las 21 causas donde la Oficina Anticorrupción acusa al ex ministro Julio De Vido. Y estas van desde «la ruta del dinero K» hasta la tragedia de Once y vinculan no solo a ex y actuales funcionarios nacionales, por acción u omisión, sino a un amplio espectro empresario y del poder territorial en varias provincias. Precisamente Elisa Carrió, la serial denunciante descalificada por sus formas, pero que en la práctica cada vez se posiciona más electoralmente, había dicho que Julio De Vido era encubierto por todos los sectores políticos, incluyendo a la fuerza gobernante Cambiemos, de la que la diputada forma parte. Luego de la dura acusación, el Gobierno reaccionó citando a los directivos de la empresa Odebrecht y además, difundiendo una lista donde figuran las causas donde la Oficina Anticorrupción acciona contra el ex ministro de Planificación de los Kirchner.
Entre las causas figuran Lafsa, Skanska, Belgrano Cargas, Secretaria de Vivienda, compra de material ferroviario a España y Portugal, Tragedia de Once, Ruta del dinero K donde comparte acusación con Lázaro Báez, Leonardo Fariña y Federico Elaskar, entre otros; Yacimientos Carboníferos Rio Turbio, UTN, ATucha II, Buques Regasificadores donde también se investiga allí al abogado Roberto Dromi, Gasoducto Santa Cruz, Grupo Austral,
Odebrecht, Ampliación de Red de Gas II, Enarsa-Cammesa-Ecos.
Este lunes la diputada nacional y cofundadora de Cambiemos Elisa Carrió le reclamó al presidente Mauricio Macri que la «defienda» en las denuncias que realiza, pero al mismo tiempo destacó la decisión del Gobierno de convocar a directivos de Odebrecht para que aporten información relativa a los hechos de corrupción. En este sentido, aseguró que «la mecánica del kirchnerismo para cobrar las coimas fue a través del anticipo en el pago de obras», cuyo dinero luego iba «a otra parte». Toda una novedad, se podría decir.

Fuentes: NA, Telam, Iprofesional, LPO, C, AF.

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