Escándalo en Italia: la mafia se enriquecía con los refugiados

En una nueva tormenta que algunos ya bautizaron «Migrantópoli» -en alusión a «Tangentopoli», el famoso escándalo de corrupción que significó la muerte de los tradicionales partidos políticos italianos, hace 25 años-, una megaoperación de la policía antimafia de Catanzaro, que arrestó a 68 personas, reveló que la ‘ndrangheta, la poderosa mafia calabresa, manejaba uno de los centros de acogida de migrantes más grandes de Europa.
Se trata del CARA (Centro de Acogida para Solicitantes de Asilo, según sus siglas en italiano) de Santa Ana, en Isola Capo Rizzuto, en la provincia de Crotone, en la región de Calabria, al sur de Italia. Con cinco hectáreas y capacidad para 1500 personas, este lugar es considerado uno de los centros más grandes del Viejo Continente.
«El CARA era el cajero automático de la ‘ndrangheta», dijeron los investigadores de Catanzaro, que acusaron al clan mafioso de la familia Arena de haber controlado, con sus tentáculos, este lugar. En diez años, de 103 millones de fondos de la Unión Europea (UE), que el Estado italiano giró entre 2006 y 2015 para la gestión de este centro, al menos 36 millones de euros terminaron en los bolsillos de la ‘ndrangheta.

Según la investigación de la dirección antimafia de Catanzaro, los mafiosos les daban a los inmigrantes poca comida y, además, de pésima calidad. Para lucrar, los mafiosos crearon empresas proveedoras de comidas y otros servicios. Con el dinero saqueado al Estado, «compraron cines, teatros, departamentos, autos, barcos de lujo y terrenos», explicó Gratteri. De hecho esta semana, también fueron secuestrados departamentos y autos de alta gama. (El Mundo)

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