El 3 de abril, a raíz de la desvinculación de un empleado de la empresa Intermares, integrantes del Sindicato de los Obreros Navales llevaron adelante una protesta con quema de cubiertas en las inmediaciones de las instalaciones, ubicadas en Ricardo Rojas 551 de la ciudad de Puerto Madryn.
Según informaron desde la empresa, a través de un protocolo interno en el que la productividad y rendimiento de los operarios, que son capacitados con regularidad, es evaluado en detalle, se tomó la decisión de despedir a un operario por no ajustarse al estándar de trabajo de la línea productiva; a pesar de que el mismo fue indemnizado, desde el gremio mencionaron que “acá no se va a despedir a nadie”, según lo relatado por personal directivo de Intermares, y convocaron a la manifestación, que se prolongó por el lapso de cinco días.
La quema de cubiertas y su consecuencia para el resto de los trabajadores prestan funciones en uno de los talleres principales, provocó que el mismo debiera ser vallado y clausurado, para evitar inconvenientes en la salud de los empleados, al tiempo que desde el sindicato, según trascendió, no habría intención de permitir la salida del empleado, pese a que la misma fue acordada dentro de los términos legales del Convenio Colectivo de Trabajo.

Residuos y emanaciones tóxicas

Otra de las problemáticas abordadas por la empresa local es el impacto ambiental de la quema de neumáticos, algo que ha sido cuestionado en varias ocasiones por los propios vecinos de Puerto Madryn, a raíz de los peligros que puede provocar en la salud, la inhalación de las emanaciones producidas por el material incendiado.
En diálogo con el Diario, el titular de Intermares, Daniel Centurión, detalló las circunstancias en las que se produjo la desvinculación del operario, que cumplía funciones como soldador, y mencionó que “la quema de cubiertas puede generar residuos peligrosos o efectuar emanaciones tóxicas que perjudican a la comunidad”, agregando que “en primera instancia, nos comunicamos con la Secretaría de Ecología y Protección Ambiental (SEPA), desde donde no nos dieron una respuesta y tampoco se acercaron a las instalaciones; el quinto día nos presentamos con una nota, la cual no fue respondida, el día seis tampoco lo hicieron, por lo que contactamos directamente al Ministerio de Ambiente de la provincia”.
En este sentido, explicó que “el procedimiento cuando se generan residuos peligrosos es que quien los genera debe quedar registrado, a nivel provincial, como ‘generador de residuos peligrosos’, y luego se debe pactar una entrega programada de los mismos, donde a uno se le entrega un certificado de descarga final; para eso se debe cumplimentar una serie de normas y demás”.

“Nadie se quiere hacer cargo”

Seguidamente, Centurión mencionó que “presentamos notas al Municipio, a través de la Secretaría de Ambiente, y empezaron a evadirnos; de hecho, debimos vallar y encintar el taller, porque el humo estaba direccionado hacia el interior del mismo, a la espera de que pasaran a retirar los residuos generados por la quema de neumáticos” y agregó que “luego, enviamos una carta documento al Sindicato, donde les explicamos que los hacíamos responsables de generar residuos del tipo peligroso, los cuales deberán retirarlo y darle disposición final, presentando el certificado ante la empresa; en el medio de este conflicto, es lamentable que tanto el Estado Municipal como así también, el Provincial, fueran incapaces de darme, mínimamente, una respuesta, diciendo desde esta última que le corresponde al ámbito municipal, y viceversa, y más aún, teniendo en cuenta que somos una empresa de Puerto Madryn que lleva décadas generando empleo y que actualmente damos trabajo a 40 familias de la zona, además de que aportamos impuestos a la zona, le damos trabajo a la zona trayéndolo de otra provincia, en este caso de Santa Cruz; todo ello, en un contexto general donde la industria está golpeada, y para que el Municipio, a través de Ecología, se eche para atrás y no se decida a intervenir para resolver el inconveniente”.

“El sindicato generó los residuos”

Sobre este punto, el presidente de Intermares también criticó “a la Policía, que ni siquiera apareció por el lugar, y lo cierto es que, como empresa, nos encontramos indefensos y extorsionados; desde siempre, le damos formación y capacitación a nuestros empleados, incluso los incentivamos” y lamentó que “desde el Sindicato también agredieron verbalmente a una gerenta de la empresa, y cuando fueron a hacer la denuncia, porque eso también es violencia de género, en la Seccional Segunda le dijeron que, si no había golpes o agresiones físicas, no podían tomársela y debía hacer una ‘exposición’ en su lugar”.
Centurión fue determinante al remarcar que “como empresa local, no vamos a permitir que un solo peso, de toda la comunidad, es decir, los contribuyentes, se utilice para levantar los neumáticos quemados que hay en el ingreso a la planta; el generador de dichos residuos, que es el sindicato, deberá retirarlos, hacer su disposición final y entregarle la disposición a la empresa”.