EL TEMPORAL, LOS ESTEREOTIPOS DE LAS CRISIS, LA INVOLUCIÓN COMERCIAL, LA SUPERVIVENCIA POLÍTICA Y LA ESPERANZA EN LA IONIZACIÓN NEGATIVA

Miserabilidades húmedas

Por Juana de Arco*

Si hay algo que inspira a los escritores es la injusticia, y si hay algo que inspira a los políticos es la defensa de los “sectores vulnerables”, despersonalizados, no cuantificados y revictimizados al convertirlos en definiciones fantasmagóricas en los discursos usados con demagogia y desconsideración. La novela del político, poeta y escritor francés Victor Hugo publicada en 1862, considerada como una de las obras más conocidas del siglo XIX se inspiró en un contexto histórico que le permitió analizar los estereotipos de aquel momento y tomar posición fuerte sobre algunos temas centrales de su tiempo, como la pena de muerte. En su núcleo, al fin, la novela sirve como una defensa de los oprimidos sea cual sea el lugar o situación sociohistórica que vivan.

Que pecados estaremos lavando

El tremendo temporal que azota a Chubut fue un antes y un después en este año electoral. La provincia no solo fue arrasada hace un par de años por el fuego, en 2016 fue herida gravemente por la sequía y ahora revolcada en fango y agua imparable destruyendo prácticamente a la ciudad más populosa y productiva. Es el único bastión fuerte que le quedó al Frente para la Victoria después del triunfo de Das Neves en las urnas y era precisamente la comunidad más difícil en términos políticos para el oficialismo, pese a ser la urbe desde donde provienen las regalías que sostienen gran parte de las arcas chubutanas.
El lodazal y la desgracia de toda una comunidad arrasó con las diatribas partidarias, por lo menos por unas semanas, y en la cúpula política entre Gobierno Provincial y Municipio. Pero también terminó dejando al descubierto la sarta de obras pendientes, emparches sostenidos históricamente, promesas incumplidas y sobre todo gestiones pobrísimas a nivel municipal de valoración para con la ciudad más poderosa del territorio que padece de necesidades en todos los servicios básicos, planificación en serio y posee mucha gente al borde de la pobreza. Todo mientras un amplio sector cuenta fortunas, veranea en el exterior y lucra a la par de los grandes operadores que explotan los recursos naturales concesionados. Hay cientos de empresas satélites, grandes comercios, profesionales y entidades que pocas veces miran para el costado. Como si la solidaridad y responsabilidad social fuera parte de ese protocolo de disimulos típico que impone abstractamente le más descarnado capitalismo macro.
Esta semana en Comodoro, lamentablemente el agua no diferenció y se fue llevando o amenazando al extremo a ricos y pobres, poderosos y débiles, claros y oscuros. Son esas situaciones terribles donde un sopapo de la naturaleza deja pensando sobre la insalubre brecha que abre el interés económico y da paso a lo más temible: la indefensión ante lo intangible, tal vez una manera de dimensionar lo humano y poner en su lugar a cada uno.
En estos casos extremos, de desastre, nadie puede creer que haya habido saqueos, que se robaran donaciones, que se usurparan viviendas o que se incrementara la inseguridad y los robos. Pues sí. Sucede y sucederá, porque es cosa humana acentuar el perfil de cada precisamente en situaciones de crisis. Todo esto, no sucede ni siquiera en el comportamiento de los simios, que solo atinan a cubrirse del agua, ¿tal vez porque los hemos “superado” evolutivamente?
Mientras hay quienes impulsan colectas y otros que rezan y aportan energía y buena vibra. También están aquellos que solo piensan en salir y salvar a la mayor cantidad de gente posible, como ese vecino que rescató niños y mujeres nadando entre las calles, y otros tanto que arriesgaron sus bienes, vidas y compartieron lo poco que tenían, pero además están esos que detrás de un escritorio o un mostrador se frotaron las manos pensando en el rédito que la necesidad ocasionada por el desastre comunitario le aportaría a su negocio.

De los anónimos a los conocidos

El lunes pasado ya este diario había advertido la inescrupulosa especulación de algunas grandes cadenas no solo de alimentos, sino de artículos de la construcción y también de mobiliario. Cada uno a su manera. Algunos aumentando precios, otros desabasteciendo de productos que una semana después se recotizarán y otros directamente cerrando en momentos claves para sostener las demandas de la población.
Esta semana las mezquindades se hicieron más notables y las redes sociales sobre todo empezaron a denunciarlas. “Mientras los barrios de Comodoro siguen cubiertos de agua y barro, y decenas de vecinos evacuados demandan insumos básicos como agua potable, pañales, pan y leche, un supermercado fue denunciado por remarcar `más de un 100 por ciento´ los precios en las zonas más perjudicadas por la catástrofe ambiental”, denunció Página/12 haciéndose eco de la denuncia del sindicato de Camioneros local, que el miércoles pasado realizó un “escrache” frente a una de las sucursales de esa cadena comercial, y corroborada por el propio gobernador de la provincia de Chubut, Mario Das Neves. “Fue en la que está enfrente del Barrio 1008, donde el agua subió un metro y medio”, confirmó el mandatario.
La situación en Comodoro Rivadavia es “catastrófica”, agregó Das Neves, quien precisó que durante la última semana “llovieron 286 milímetros, la misma cantidad que llueve en cuatro años”. Hay cuadras y rutas llenas de lodo, que no solo impiden la circulación sino que “voltea puertas, paredones y autos”, precisó. “En uno de los barrios, el barro llevó el agua hasta el techo de un mercado”, insistió como para poner marco a la deplorable actitud de una estructura comercial que en épocas de vacas gordas gana fortunas con los trabajadores petroleros.
“La gente no es tonta, ve eso y le indigna”, denunció Das Neves, en relación a la cadena de supermercados más grande del país. Tiene 160 sucursales y es propiedad de Federico Braun, tío de Miguel Braun, el secretario de Comercio de la Nación, y familiar de Marcos Peña Braun, el jefe de ministros del gobierno de la alianza Cambiemos.
No es la primera vez que la empresa es acusada de prácticas comerciales desleales. Das Neves reveló a Radio Del Plata que hace semanas presentó un recurso de amparo contra esa cadena porque en una zona donde 1500 familias estaban poniendo en marcha un programa de fomento para la cría y venta de cerdos, “de repente aparecieron en las góndolas cerdos envasados al vacío, provenientes de Dinamarca”. Cosa de no creer. Miserabilidad extrema de quienes además tributan fuera de la provincia por convenio multilateral y colectan el vuelto de las compras, evitando favorecer al cliente y apelando a donarlo para “los más necesitados”.

Ciencia y puteada

Dicen los expertos que el cerebro contiene más de 100 mil millones de neuronas que trabajan en perfecta armonía para crear conciencia y pensamiento. Sin duda se trata de una asombrosa maravilla de la evolución y la adaptación. Pero también puede ser un completo hijo de puta. Basta pensar en el anciano al que golpearon brutalmente para robarle lo que le donaron, o el grupo comando que asaltó un centro de evacuados cargándose todos los víveres. O sea, todo el mundo quiere ser feliz, pero el mayor obstáculo para lograrlo es esa cosa blanda que llevamos dentro del cráneo, y que posee todo tipo de mecanismos perfectamente diseñados para hacernos miserables y especuladores.
Los psicólogos llaman a esto que tienen que ver con la `evolución´ y la capitalización de la negatividad, procesos de `pensamiento irónico´. Estos procesos son la razón por la cual: te enfocas en obtener cosas sólo cuando no las puedes tener, sale lo peor de vos cuando menos se lo espera y necesita, cuando tratas de no reírte y te ríes aun más, o porque fallas o te comportas diferente cuando la gente te está mirando, además de muchas más. El sentido de supervivencia es raro, inmanejable y cruel, y el capitalismo productivista es alienante y superviviente.
En Comodoro hubo bandas punteras que mezquinaban el ingreso de extraños en sus barriadas para asistir a los evacuados por no compartir bandería política; y también hubo militontos que intentaron avanzar en territorio ajeno a costa de donaciones con intenciones de afiliación por favores. Hubo saqueos de la gente a comercios, pero también de comercios a la gente como en el caso del `súper de la semana´ que se ganó todas las maldiciones. Que fue primero?, quien sabe…huevo, gallina o humano…
Ojalá que tanta humedad de golpe, haga crecer la especie menos propagada: la de más sentimientos y menos pensamientos. De por sí, este temporal todavía no escurrió ni social ni políticamente, y lo que destile seguramente será muy distinto a lo que había.

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia y ceniza de tantos…

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