BUSCAN REDUCIR SU CONSUMO EN PERSONAS CON ADICCIONES

Las multas por vender pegamentos sin autorización ascienden a 6 mil pesos

Desde hace varios meses, en el Concejo Deliberante se discute la penalización y restricción para aquellos comercios de Puerto Madryn que comercialicen pegamentos con tolueno, sin la debida autorización; ello se debe a que, según el análisis realizado, en la Ordenanza 9.625 (Tarifaria 2017) “no se encuentra estipulada ninguna penalidad a la venta de pegamentos y adhesivos de contacto a menores de 18 años” y que “es necesario cubrir este vacío legal, correspondiente a una problemática social de gran magnitud en nuestra sociedad, al ser este tipo de productos utilizados como elementos de droga, por menores o personas con problemas de adicciones”.
Por tal motivo, recientemente fue aprobada, por unanimidad, la incorporación de un artículo en dicha normativa, el cual establece una serie de penalidades, económicas y de clausura, para aquellos locales que no se ajusten a lo establecido.
Según el último estudio realizado a nivel nacional, que traza una radiografía específica del mapa de consumo de sustancias en el Chubut, en la provincia “las proporciones de consumo de alguna vez en la vida, de consumo reciente y actual presentan valores superiores a la media nacional en todas las sustancias psicoactivas”.

Entre 1.200 y casi 6 mil pesos

Dicho texto añade, dentro del artículo 33 de la Ordenanza Tarifaria, el subtítulo “Sanciones y Penalidades a las Normas de Bromatología, Higiene, Veterinaria, Abasto, Zoonosis, Control de Fauna Urbana y Sanidad Ambiental”, el que se titulará “Venta con Autorización de Productos con Sustancias Tóxicas” .
En cuanto a las penalidades, en el caso de la “Primera Infracción”, la sanción consistirá en el “decomiso de mercadería existente en contravención y multa de 125 módulos B y/o clausura del comercio por 3 días”, es decir, unos 1286,25 pesos, considerando que el valor de los módulos B será de 10,29 pesos entre mayo y agosto, para luego incrementarse, de septiembre a diciembre, a 11,83 pesos, siendo la multa de 1478,75 pesos.
En caso de una “Segunda Infracción”, el punitivo será el decomiso de la mercadería existente en contravención y “multa de 250 módulos B y/o clausura del comercio por 10 días”; o sea, de 2572 a 2957 pesos.
La “Tercera Infracción”, por su parte, conllevará al “decomiso de mercadería existente en contravención y multa de 500 módulos B y/o clausura del comercio por 15 días”, es decir, una multa de 5145 pesos hasta agosto, y 5915 en adelante, hasta el mes de diciembre.

Estudios nacionales sobre consumo

La iniciativa ya había sido motivo de debate entre concejales, en octubre del año pasado, bajo la premisa de evitar y prevenir el consumo de drogas; en este caso en particular, de pegamentos o adhesivos que contengan tolueno, hexano u otro tipo de solventes tóxicos. En particular, el tolueno, o “metilbenceno” es un componente adictivo que se encuentra presente, por ejemplo, en diluyentes de pintura, barnices y, mayormente, en quitaesmalte de uñas.
De acuerdo a investigaciones científicas, el tolueno estimula directamente a las neuronas de dopamina, provocando una pasajera sensación de euforia. Los resultados sugieren que el cerebro probablemente también interprete la inhalación de tolueno como una recompensa que puede dar lugar a un abuso y posteriormente, al consumo de otras drogas.
El último relevamiento realizado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), que data de 2014 y se titula “Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media”, arroja datos sobre la denominada “prevalencia de vida” en la provincia del Chubut; dicho indicador se construye a partir de la siguiente pregunta “¿Consumiste (sustancia x) alguna vez en la vida?” y, según el relevamiento, “las respuestas permiten aproximarnos al porcentaje de estudiantes que consumieron al menos una vez una sustancia psicoactiva determinada”.

El tabaco, la “puerta de entrada”

En este contexto, la mayoría de los estudiantes encuestados reconoció haber probado, al menos una vez, bebidas alcohólicas (79,3%) y, en menor pero similar medida, energizantes (73,4%), ambos ligados a la rutina nocturna del consumo de bebidas en bares y, principalmente, locales bailables.
En menor medida se ubicaron el tabaco (51,1%), la marihuana (27,4%), la cocaína (9,5%), los solventes o inhalantes (6,8%), los tranquilizantes (6,4%), la pasta base o “paco” (3,6%), los estimulantes (3,2%), el éxtasis (2,9%) y los alucinógenos (2,4%), como podrían ser estos últimos el ácido lisérgico (LSD).
Otro dato interesante para la investigación científica, y alarmante a nivel social, es el promedio de edad en la que la persona consumió determinada sustancia por primera vez.
En el caso de la cocaína, el promedio es de 14,9 años; le siguen el éxtasis (14,7 años), la marihuana (14,3 años), los solventes o inhalantes (13,9 años), los tranquilizantes (13,8 años), los estimulantes (13,7 años), la pasta base o “paco” (13,6 años), el alcohol (13,4 años) y el tabaco (12,9 años).

Consumo con “altibajos”

De acuerdo al relevamiento, “el 60,4 por ciento de los estudiantes que tomaron energizantes en el último mes, lo hizo en forma combinada con alcohol”; “el 91,2 por ciento de los estudiantes que tomaron éxtasis en el último mes, lo hizo en forma combinada con alcohol” y “el 49,7 por ciento de los estudiantes que tomaron tranquilizantes en el último mes, lo hizo en forma combinada con alcohol”.
En el caso de los solventes e inhalantes, dentro de los cuales se ubica el tolueno referido en la Ordenanza madrynense, la prevalencia de vida, porcentualmente, disminuyó desde 2011, pero aumentó respecto del valor registrado en el “año base”, que fue 2009.
Sobre este punto, el 7,1 por ciento de los varones del Chubut afirmó haber consumido, al menos una vez, inhalantes o solventes, en 2009; la cifra se incrementó al 10,1 por ciento en 2011 y decreció al 8,2 por ciento en 2014, año del último estudio.
Para las mujeres, las cifras se ubicaron en el 3 por ciento (2009), 6,1 por ciento (2011) y 5,4 por ciento (2014), evidenciando un patrón similar.

Los varones, con mayor consumo de inhalantes

El estudio menciona que “en la provincia de Chubut, las proporciones de consumo de alguna vez en la vida, de consumo reciente y actual presentan valores superiores a la media nacional en todas las sustancias psicoactivas” y que, “al igual que a nivel país, las sustancias con mayores prevalencias de consumo son alcohol, bebidas energizantes, tabaco y marihuana”.
Teniendo en cuenta el consumo alguna vez en la vida, “se observa que en la provincia se obtuvieron proporciones superiores en las prevalencias de sustancias ilícitas y también en las llamadas de ‘uso indebido’”, agrega, ejemplificando que “la prevalencia de vida de marihuana a nivel nacional es de 15,9% mientras que en la provincia es del 27,4%” y agregando que “en el consumo de alguna vez en la vida de cocaína, la proporción a nivel nacional es del 3,7%, mientras que en Chubut es de 9,5%; en cuanto al consumo de psicofármacos, la prevalencia de vida de tranquilizantes sin prescripción médica es de 6,4% en la provincia y de 4,5% en el país”.
Por otra parte, sostiene que “los varones presentan valores superiores en cuanto al consumo alguna vez en la vida de marihuana, cocaína y solventes e inhalables, mientras que las mujeres presentan proporciones mayores en el consumo de tranquilizantes y estimulantes sin prescripción médica y pasta basepaco” y que “no se observan diferencias marcadas según sexo en el consumo alguna vez en la vida de alcohol; sin embargo, al considerar los valores para la provincia en estudios anteriores, se encuentra que entre las mujeres el consumo alguna vez en la vida de sustancias psicoactivas aumentó a nivel general, mientras que, en términos generales, el consumo entre los varones descendió o se mantuvo estable según la sustancia”.
Por ejemplo, “considerando el consumo de marihuana entre las mujeres, la prevalencia de vida se incrementó de 15,6% en 2009 a 21,3% en 2011, a 25,1% en 2014, mientras que entre los varones este valor fue de 27,3% en el 2009, 32,2% en el 2011 y 29,8% en el 2014. En el caso de la prevalencia de vida de cocaína, entre las mujeres se incrementó de 4,6% en 2009 a 6,9% en el 2011, a 7,3% en el 2014, mientras que entre los varones se mantuvo estable en torno a los 11 puntos porcentuales en todo el quinquenio”, concluye.

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