En el marco del Día del Investigador, autoridades del CCT Conicet-Cenpat brindaron una conferencia en la que se pronunciaron respecto de la situación actual de los científicos y de la serie de reclamos que, desde el año pasado, llevan adelante los profesionales.
Momentos después de las diez de la mañana, los investigadores se congregaron en las inmediaciones del Centro, para reclamar por distintas cuestiones que, a ciencia cierta, han provocado cambios negativos en la estructura funcional y en los proyectos planteados por muchos de los aspirantes que no lograron ingresar al Conicet, “a pesar de haber pasado todas las instancias y tener recomendaciones”, según mencionó el biólogo e investigador del Cenpat, Rodrigo Gonçalves, quien analizó de manera crítica la propuesta realizada, meses atrás, por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, para reubicar a los profesionales en distintas entidades, algo que “hasta el momento, no ha ocurrido, además de que no se puede obligar a una empresa o institución a tener que otorgarle un espacio y pagarle el sueldo, de un día para el otro, a un investigador, sin mencionar que, tal vez el lugar donde sea reubicado, no cuente con los elementos y la infraestructura necesarios para que el científico lleve adelante su plan de trabajo”.

Los problemas de la ciencia, visibles

Gonçalves sostuvo que “desde el espacio de trabajadores autoconvocados del Cenpat quisimos generar este espacio de comunicación con la comunidad de Puerto Madryn y con la sociedad en general, en conmemoración del Día del Investigador Científico, por el nacimiento de Bernardo Houssay, uno de los creadores del Conicet, quien creía que la ciencia no era un lujo, sino una necesidad para cualquier país que quisiera tener un desarrollo” y, en este marco, remarcó que “queremos visibilizar algunas de las situaciones que estamos viviendo en el ámbito de la ciencia local y nacional; venimos viendo con preocupación un montón de ajustes que se vienen repitiendo desde hace un tiempo, los cuales, lejos de promover la actividad científica, van en desmedro de la misma, debilitándola”.
En este sentido, planteó que “esto se ve en los proyectos, en las investigaciones y, particularmente en este punto, en relación a la cantidad de gente que ingresa al Conicet, en diciembre hemos visto un conflicto que tuvo repercusión nacional, en el cual el organismo tuvo, aproximadamente, unos 500 jóvenes investigadores, que tenían una beca, los cuales se presentaron para ingresar en el Conicet en el puesto de investigadores” y señaló que “a pesar de que pasaron todas las instancias de evaluación y fueron recomendados por el organismo, dado un ajuste en el presupuesto, el Conicet decidió que no iban a entrar, a pesar de que estaban recomendados”.

“No se ha reubicado a nadie”

En dicho momento, “comenzó toda nuestra movilización, luego el Ministerio (de Ciencia y Tecnología de la Nación) se comprometió a buscar una solución y, lamentablemente, hasta el día de hoy no hubo ninguna, absolutamente ningún movimiento, y esto es algo que queremos visibilizar”, precisó el científico, anticipando que “este miércoles se reunirán los representantes de esas 500 personas que quedaron afuera con autoridades del Ministerio, en Buenos Aires, para ver si hay algún avance en este tema, porque hasta el momento, el mismo ha sido nulo”.
Inicialmente, “el Conicet dijo que esas personas iban a entrar a algún otro organismo de Ciencia y Técnica, que puede ser una universidad, el INTI, el INTA, distintos organismos, pero esa propuesta es muy complicada, ya que el Ministerio de Ciencia está decidiendo sobre un organismo que tiene su autonomía y tal vez no tenía pensado asignar un salario para esa persona; de entrada, eso era complicado, y sumado a ello, en todos estos meses que pasaron, el Ministerio no tiene ninguna respuesta y no ha ubicado a ninguna persona, algo que vemos con preocupación”.

Solidaridad con maestros

Por otra parte, Gonçalves se refirió al impacto del recorte en materia de Ciencia y Tecnología en Puerto Madryn y precisó que “hay entre 12 y 13 personas que son de Chubut, del total de 500 anteriormente mencionadas, y nos preocupa la situación de estos colegas”.
A su vez, manifestó que “esto también nos lleva a visibilizar que nuestra lucha no es aislada al del resto de los colectivos que también se están movilizando; justamente, a propósito del Día del Investigador, (Bernardo) Houssay creía y decía que, lo que los científicos hacemos, lo llevamos a cabo con el aporte de los distintos estamentos de la sociedad, de los trabajadores, de los metalúrgicos, los pesqueros y los intelectuales, entre otros; toda la sociedad hacía aportes para que nosotros trabajemos, y por eso la ciencia también tiene que estar movilizándose para la sociedad”.
Sobre esta línea, puntualizó que consecuentemente, no podemos pensar que el ajuste en Ciencia es un caso aislado, sino que día a día vemos que es algo conectado con otro montón de estamentos de la sociedad, por ejemplo los trabajadores de Salud, de Educación; el domingo por la noche nos enteramos de que habían reprimido a los docentes que quisieron instalar una carpa itinerante, algo que, por supuesto, vemos con mucha preocupación y nos solidarizamos con ellos, eran gente que no estaba cortando una ruta, no tenían capuchas, palos ni nada, y fueron reprimidos con gas pimienta”.

Proyectos truncos

En este contexto, opinó que “lamentablemente, comenzamos a ver episodios de esta naturaleza y no podemos evitar ver la conexión que tienen; no es un ajuste que solamente se decidió hacer en el área de Ciencia, en un momento particular, sino que se trata de una serie de ajustes que están demostrando, claramente, la importancia que un gobierno le da a la Ciencia y a la Educación”.
Otro punto negativo marcado por Gonçalves es la reducción en la cantidad de investigaciones: “Hay un montón de proyectos que no se van a poder realizar; cada vez que un joven investigador, por ejemplo con una beca post doctoral, quiere ingresar al Conicet, presenta un plan de trabajo, explicando qué es lo que va a hacer y explicar la importancia de ello, y lo que hacemos siempre tiene, a momento o bien a futuro, una aplicación para la sociedad; al dejar sin efecto ese plan y al dejar afuera del Conicet a esa persona, por supuesto, ese trabajo no se hace, es un plan de estudio y una formación de recursos humanos que no prospera”.

Cambios en las reglas de juego

Sumado a ello, “se van cercenando distintas líneas de trabajo que podemos tener acá, al tiempo que, por otro lado, otra cara del ajuste realizado por el Ministerio de Ciencia y Técnica es empezar a limitar la cantidad de proyectos de investigación que uno puede llevar a cabo” y explicó que “antes se podía tener una determinada cantidad y ahora se puede tener menos, precisamente la mitad; por cambiar solamente esa regla, se empiezan a cortar líneas de trabajo, y uno daba por sentado que las reglas iban a ser estables, pero no ocurrió de esa manera, y lo que terminó sucediendo fue que, con un cambio de reglas de un momento para otro, sin haber consultado a nadie o planificado, se terminó justificando el ajuste por falta o redireccionamiento del presupuesto”.

Reubicación e infraestructura

Consultado respecto de una de las problemáticas puntuales de la propuesta para reubicar científicos en otros organismos, tales como universidades e institutos, el biólogo detalló que “la gente tiene que entender que esto no es una medida que se consensua y se charla con la persona; es lo mismo que uno tenga pensado trabajar en un Hospital, participe del concurso, lo gane, por ejemplo, por antecedentes para trabajar en ese lugar, y después le digan que, en lugar de eso, lo van a mandar a un laboratorio bioquímico, y vaya uno a saber si en ese lugar hay espacio para darle al profesional, o bien tiene presupuesto; justamente”.
Sobre este punto, adelantó que “la idea de esta mesa de seguimiento, que es la que se juntará el miércoles para ver cómo se sigue con esta relocalización de científicos, tenía por objetivo, en teoría, tratar de sentarse con los interesados, con las empresas e instituciones que puedan llegar a alojar a estas personas, y ver de buscar una solución que satisfaga a todos, pero eso es, exactamente, lo que no se hizo” y concluyó que “en parte, porque a una empresa o institución no se la puede obligar a que, a partir de mañana, pase a pagarle el sueldo a una persona y le tenga que dar un lugar de trabajo, además de que este último puede no tener nada que ver con lo que se necesita, en materia de infraestructura, para el plan de trabajo que la persona presentó, pensando en un laboratorio en particular, en un grupo con recursos humanos y experiencia específica, y tal vez la nueva institución a la que el mismo sea asignado, si es que sucede, no tenga nada de todo eso que se necesita; en la práctica, hasta ahora son todas ideas truncas y estos colegas que se prepararon durante siete años, en este momento no tienen nada”.