EL PRESIDENTE DEL INECIP PRECISÓ QUE EL COSTO DE LOS JURADOS ES “EL 0,006% DEL PRESUPUESTO ANUAL DEL PODER JUDICIAL”

Juicios por jurados: “Es el ejercicio del gobierno por parte de 12 ciudadanos”, afirmó Harfuch

En el marco de la iniciativa del Gobierno Provincial de impulsar un proyecto para que se trate, en la Legislatura Provincial, la puesta en marcha del sistema de juicios por jurados, el titular del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip), Andrés Harfuch, se refirió a los mitos y verdades de la implementación de dicho esquema, a la vez que celebró que en los juicios por jurados “se pone en práctica el ejercicio del Gobierno por parte de doce ciudadanos, y eso es lo que hace que una democracia funcione como tal”.
A su vez, “nosotros hemos manifestado nuestro más firme apoyo a la iniciativa del Gobernador, que sabíamos que la tenía en carpeta pero esta fue la primera vez en la que se manifestó positivamente, en favor de enviar el proyecto a la legislatura”, puso en valor, agregando que “tuvimos acceso al proyecto del Ejecutivo y, más allá de algunas cuestiones que seguramente deban discutirse en el Parlamento, estamos sumamente conformes con el modelo elegido, con la forma de jurado que se pretende y porque, además, es un proyecto prudente, que respeta la experiencia que está teniendo el jurado en Buenos Aires y en Neuquén, sumamente positiva y excelente”.

Derribando mitos

Consultado respecto de uno de los puntos que suelen objetar quienes se han manifestado en contra de dicho sistema, argumentando el presunto “alto costo” que conllevaría mantener la logística y dinámica de un juicio por jurados, Harfuch opinó que “esto es un mito, porque quienes dicen eso ni siquiera razonan o piensan lo cara que es la Justicia profesional actual, que de hecho es carísima” y sostuvo que, “además, con solo pensar que, por ejemplo, en un juicio por jurados se ahorra el salario de dos jueces, que no van a estar integrando el tribunal ya que habrá uno solo, nosotros hemos demostrado que, empíricamente, con el salario de esos dos jueces, los tres o cuatro días que dure el juicio, se paga perfectamente a los jurados”.
En este sentido, remarcó que “se trata de una ley gradual, donde según estimamos podría haber entre 10 y 12 juicios al año en la provincia del Chubut, es decir, nada que vaya a hacer colapsar nada; de hecho, ni siquiera hubo problemas en Córdoba, provincia Buenos Aires y Neuquén, que entraron en colapso presupuestario, es un mito más”.
Sobre este punto, la implementación del sistema de juicios por jurados podría ser puesta en práctica sin mayores sobresaltos en la Provincia, según el abogado: “Es normal que haya, por ejemplo, en el mismo día tres juicios por jurados en la provincia de Buenos Aires, de hecho se realizaron el pasado viernes en las zonas de Zárate-Campana, en Bahía Blanca y en San Nicolás; es decir, en un mismo día, y no hay absolutamente ningún problema, se han hecho muchos juicios (por jurados) y nosotros hemos demostrado, con estudios económicos serios, que el jurado insume el 0,006 por ciento del presupuesto anual del Poder Judicial, es decir que, simplemente, con una reconversión de gastos de la propia Corte, esto se puede solucionar”.

Temor a represalias: “Es un mito”

Otra de las cuestiones negativas en cuanto al proceso, según los detractores de los juicios por jurados, es lo que puede ocurrir en localidades más pequeñas dentro de la provincia, donde es muy probable que la persona enjuiciada conozca, incluso personalmente, a uno o más jurados, pudiendo estos últimos temer represalias; en este sentido, Harfuch planteó que “siempre surge esta cuestión, y en realidad, el jurado nació hace más de dos mil años de esta manera, en comunidades chicas, donde todos se conocen, y precisamente esa es la gran ventaja del jurado, porque ellos, para poder determinar bien los hechos del juicio, quizás no conozcan directamente a los protagonistas, pero mientras un jurado está en una sala de juicio, con la solemnidad que tiene, automáticamente ahí se produce todo un fenómeno de imparcialidad muy fuerte, además de que no es un jurado, sino 12 que tienen que llegar a un veredicto unánime, con altísimas mayorías, no es una cuestión a la ligera”.
Sin embargo, “en algunos ciertos casos, si un juicio afectó o impactó de manera enorme a una comunidad, de tal manera que es imposible tener un jurado imparcial, el acusado puede pedir ser juzgado en otra localidad”, planteó.
Sobre las represalias, entendió que “nunca, en los jurados de Córdoba, o bien en los 150 juicios por jurados que se realizaron en la provincia de Buenos Aires y en Neuquén, hubo una sola represalia; ni siquiera sucede en los Estados Unidos, donde hay miles de juicios por jurados por día, porque el sistema tiene muchas precauciones, como por ejemplo que al jurado no se le conoce el nombre, sino que se lo designa con un número”.

Miembros del Jurado: “Son el Gobierno”

Harfuch hizo hincapié en que “cuando se hace un juicio por jurados, se produce un fenómeno político digno de destacar; se está decidiendo la libertad de una persona, y la ley, lo que está diciendo, es que esos 12 ciudadanos, en ese mismo momento, son el Gobierno” y agregó que “ellos son el Gobierno, sin intermediarios, y lo que ellos decidan será Ley, y eso es lo que hace que una democracia se mantenga como tal, que una democracia confíe en el buen juicio de sus ciudadanos y les entregue, ni más ni menos que la libertad de un hombre o de una persona en sus manos, para ejercer el gobierno por esa sola vez y nada más”.
En este sentido, el presidente de Inecip concluyó mencionando que “el juicio por jurados es el ejercicio del Gobierno por parte de 12 ciudadanos”.

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