El sábado cerró la tercera temporada del ciclo de proyecciones gratuitas, organizado por la Dirección de Juventud del Municipio. La última función del ciclo “Cine bajo las estrellas” de esta temporada de verano culminó con la proyección de “Con ánimo de amar”, para unas 200 personas en las afueras de la ciudad. En esta oportunidad, el escenario fue el sector de médanos, al sur de Puerto Madryn, lugar al que muchos vecinos arribaron a bordo de las bicicletas recicladas, disponibles en el Parador desde inicios de enero.
Se trató de una noche ideal para culminar una propuesta que se posiciona cada verano como un clásico en la costa madrynense, y al respecto, el director de Juventud de la Municipalidad de Puerto Madryn y coordinador de la actividad, Gonzalo Peña, destacó la fidelidad de muchos que asistían cada semana y la voluntad de llevar libros de muy buena calidad, que fueron donados y serán entregados a instituciones de la ciudad.
Asimismo, desde la organización de la actividad destacaron el trabajo conjunto con distintas áreas del Municipio, entre ellas la Coordinación de Tránsito y Transporte y la Secretaría de Ecología y Protección Ambiental (SEPA), que facilitó el generador de energía usado para la proyección.

La playa, escenario de romance

La historia de “Con ánimo de amar” comienza con una mudanza, en 1962, en la ciudad de Hong Kong. Allí, dos parejas se instalan en habitaciones alquiladas, una al lado de la otra. Ella, Maggie Cheung, es una mujer elegante, casada con un hombre de negocios que viaja de manera constante, mientras que él, Tony Leung, está casado con una mujer muy ocupada. Los respectivos cónyuges no aparecen en imagen porque, de algún modo, han salido de la vida de los dos protagonistas, que no sabemos si sólo se consuelan, se desean o bien se aman.
En este sentido, el poder de sugestión de las imágenes de Wong Kar-wai se propone iluminar la imaginación del espectador, para que éste reconstruya la película a su gusto y sepa imaginar el montaje que más se ajuste a su mentalidad.
De este modo, el filme con el que culminó el “Cine bajo las estrellas” apuesta a una revisión estética y narrativa del melodrama clásico y presentando un conjunto de relaciones personales teatralizadas por sus personajes, temerosos de caer en el mismo pecado en que han caído sus respectivos cónyuges.