ADEMÁS DE INTEGRAR LA ‘BANDA DE CUATREROS’, EN EL HAMPA ERA CONOCIDO POR SUS VÍNCULOS CON LA DROGA

El asesinato de Machado podría tratarse de un ajuste de cuentas “narco”

El lunes por la noche fue acribillado de dos disparos, Gustavo Machado, un hombre de 41 años de edad que gozaba de prisión domiciliaria en una causa de abigeato. El hecho ocurrió en su vivienda de la calle Los Pinos, ubicada frente al asentamiento Alta Tensión, lindera con el barrio Pujol II de Puerto Madryn. Estaba imputado por integrar la denominada ‘banda de cuatreros’ que se dedicaba al robo y comercialización de ganado.
No se descarta que Machado haya sufrido un “ajuste de cuentas” por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Fue investigado en el resonante caso “Arenas Blancas”, pero no resultó imputado en el proceso judicial. En tanto, versiones extraoficiales sostienen que el hombre asesinado habría sido quien “perdió” los dos kilos de cocaína en Arroyo Verde, en septiembre de 2015 cuando el envoltorio fue encontrado por la Gendarmería Nacional. En aquel momento, un paquete con 163 tizas de droga fue incautado tras ser abandonado a la vera de la Ruta 3 en proximidad del puesto de control, y se presume que, por aquel episodio, una red narco se habría venido a “cobrarse” la vida de Machado; aunque por ahora esa línea investigativa se mantiene bajo estricto hermetismo.
La modalidad del crimen tendría sello de la mafia del narcotráfico. Un sicario se apersonó en su domicilio y tras pedir por Gustavo Machado, sin mediar palabra, le asestó dos certeros disparos de grueso calibre que le produjeron la muerte.
En tanto, la crónica policial registra hechos de notoria similitud en los últimos años. El 20 de enero de 2013, alrededor de las 20 horas, mataron a Rubén Orlando “El Negro” Larsen, en su casa de la calle Río Mayo del barrio Pujol. El 13 de enero de 2016, en la misma zona, a las 20.30 fue asesinado Jorge Darío Huenchueque, días después de haber sido liberado de la causa Arenas Blancas. En los tres casos, los testigos señalan haber visto en las inmediaciones un vehículo de color gris plata. Hasta el momento la policía y los investigadores fracasaron en dar con los autores materiales de los dos últimos hechos.

Manchados con sangre

Machado, que había sido detenido junto a otros cuatro sujetos en el marco de unos siete allanamientos realizados en Puerto Madryn, había permanecido detenido en una dependencia policial de la ciudad, pero durante las últimas dos semanas se le había concedido la prisión domiciliaria.
En este contexto, alrededor de las 20 horas del lunes, vecinos alertaron a las autoridades policiales tras escuchar dos detonaciones de arma de fuego, en las inmediaciones de la calle donde residía la víctima, y al concurrir los uniformados al sitio, constataron que Machado se encontraba muerto dentro de su vivienda, al tiempo que el agresor, que según se sospecha podría haber actuado junto a un cómplice, habría huido a bordo de un automóvil color gris; sobre este punto, el titular de la comisaría interviniente indicó que, en principio, se trataría de “una sola persona, que actuó a cara descubierta” y que golpeó a la puerta de la vivienda solicitando hablar con Machado; la esposa de la víctima habría sido quien atendió a quien sería el “sicario”, el cual, sin mediar palabra, resolvió por dispararle al hombre apenas lo vio dentro de su vivienda.
Se trata del primer homicidio en el año en la ciudad de Puerto Madryn, y si bien aún no hay detenidos por el hecho, se investiga la presunta relación entre lo que en primer lugar podría considerarse como un ajuste de cuentas, con la actividad delictiva que Machado desarrollaba y por la cual había sido imputado junto al resto de sus “colaboradores”.
Machado, si bien se encontraba “preso en su domicilio” por haber integrado una importante banda dedicada al robo de ganado, también habría tenido otras causas en el pasado, lo cual es materia de investigación por parte de la Brigada de Investigaciones y la División Criminalística de la Policía del Chubut, quienes buscarán establecer el móvil del homicidio para poder dar con el presunto autor, según adelantó el titular de la Seccional Segunda, que intervino en el hecho.

Recibió dos tiros

Al respecto, el titular de la Unidad Regional Puerto Madryn, comisario inspector Ricardo Cerda, precisó “estaba con una orden restrictiva y justamente la cumplía en su domicilio” y, en relación al lugar donde ocurrió el asesinato, sostuvo que “es un lugar en donde hay muchísimas viviendas y, si bien hay baldíos, es un sector muy transitado, muy concurrido; pese a que no es un barrio debidamente urbanizado, no deja de haber cantidad personas permanentemente en la calle”, a la vez que precisó que de los dos disparos recibidos, uno impactó en el tórax de la víctima
El hombre había sido detenido el pasado 28 de diciembre, luego de que efectivos de la Policía, tras una investigación del Ministerio Público Fiscal y la División Investigaciones, llevaran adelante una serie de allanamientos en domicilios particulares de la ciudad, donde incautaron dinero, armas y carne faenada lista para ser comercializada en un circuito paralelo que los imputados habían logrado, hábilmente, montar durante los últimos años.
Según se supo, la banda operaba en la zona del Valle y de Península Valdés, se movilizaba en vehículos de distinto porte y hasta utilizaban canes para arriar el ganado, además de que, de acuerdo a la modalidad delictiva que empleaban, incluso analizaban el comportamiento del viento antes de operar en distintos terrenos de la Provincia, principalmente pertenecientes a pequeños y medianos productores.

Despliegue policial

Por su parte, el comisario inspector Juan Cruz Campos, titular de la Seccional Segunda de Puerto Madryn, con jurisdicción en el lugar del hecho, contó que “en el día de ayer (por el lunes), alrededor de las 19:55, previo llamado telefónico al Centro de Monitoreo, requirieron la presencia policial en el barrio 23 de Octubre, el cual es parte del asentamiento del barrio Pujol II, precisamente su continuación, sobre la calle Los Pinos; al concurrir personal policial, se encontró con que había una persona de sexo masculino, tirada en el suelo, la cual a primera vista se constataba la existencia de un disparo de arma de fuego”.
A raíz de ello, “se llamó al Hospital local para que concurriera la ambulancia al lugar; al pasar los minutos, esta persona fallece, lo cual fue constatado por el médico, y a raíz de ello, se tomaron los recaudos necesarios para establecer lo que había ocurrido”, indicó, añadiendo que “el señor se llama Pedro Gustavo Machado, de 41 años de edad, y el mismo, en esta circunstancia, se encontraba con arresto domiciliario por un hecho anterior, de hace unos 15 días, donde los jueces depusieron el arresto del mismo, en su domicilio, en virtud de un hecho ya conocido (abigeato), y el mismo estaba en su casa”.

Disparó y se fue en un auto

Según los primeros testimonios de testigos y de quien fuera el primer testigo presencial, el persona de la pareja de Machado, la misma “refiere que había llegado a su domicilio a bordo de un taxi y que, luego de unos minutos, golpearon la puerta de su domicilio; al abrir, se hizo presente una persona, solicitando la presencia de su marido, y en forma rápida e imprevista, ingresa la misma al domicilio y efectúa dos disparos de arma de fuego”, agregó el jefe de la Comisaría Segunda.
En este orden, detalló que “uno de los disparos da en el pecho de esta persona, lo cual le causa la muerte” y, consultado respecto de la cantidad de personas que podrían haber estado aguardando a la víctima fuera de su vivienda, sostuvo que “al llegar la mujer, a los pocos minutos golpearon la puerta y pidieron por el marido, y en ese interín, esta persona aprovechó a ingresar al lugar, y cuando apareció (Machado), esta persona se lo encuentra y efectúa los disparos de arma de fuego”, añadiendo que “fue una sola persona, a cara descubierta”.
A su vez, “por la topografía del lugar, se trata de una calle limitada, de una sola cuadra, y lo que refieren los testigos, por el momento, es que hay un auto involucrado, que estaría esperando a esta persona (por el agresor) cuando se retiró del lugar” y anticipó que “se está trabajando con la Brigada de Investigaciones para determinar todos los detalles del hecho”.

Hermetismo oficial

Consultado sobre sus dichos respecto del Centro de Monitoreo, del cual había mencionado tuvo injerencia en el marco de las tareas policiales desarrolladas tras la alerta de vecinos, Campos explicó que “el 101 (por la línea de emergencias) ya trabaja con el Centro de Monitoreo, por lo que desde esa base nos contactaron para que concurriéramos al lugar” y, respecto del arma utilizada, “según lo que se vio en el sitio, hablaríamos de un arma de alto calibre”.
Sin embargo, “no quedaron vainas (servidas), por lo que podría haber sido una ‘tumbera’ (arma de fabricación casera) o un revólver, por las características y la forma típica del arma, algo que se está investigando junto con la División Investigaciones y Criminalística”, agregó.
Sobre el móvil que podría haber tenido el homicidio del imputado por abigeato, el jefe de la dependencia expresó que, “hasta el momento, solamente teníamos que esta persona estaba detenida por el delito de abigeato, y sobre el móvil, hasta el momento no sabemos, justamente, hasta que se recabe toda la información respectiva por parte de Criminalística y de la Brigada (de Investigaciones)”.
En referencia a si la víctima podría tener relación con otras causas delictivas que podrían haber motivado su homicidio, sostuvo que “de lo que sabemos, solo abigeato, tenemos entendido que anteriormente, tuvo algunas (causas), pero no podemos dar detalles de las mismas”.

Detenidos tras dos meses de investigación

Durante la audiencia de control de detención y apertura de investigación, llevada a cabo a fines de diciembre pasado, los cinco sujetos fueron imputados por “asociación ilícita”; al respecto, el fiscal jefe, Daniel Báez, había manifestado que “reafirmamos la hipótesis de que era una organización para comercializar ganado vacuno y ovino”, en el marco de una investigación que comenzó en octubre del año pasado, a través de la cual se unificaron varias causas y se logró identificar al grupo de sujetos que robaba, faenaba ganado y lo comercializaba en carnicerías de Puerto Madryn, las cuales aún no han sido dadas a conocer.

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