UNA EXPERIENCIA CONJUNTA ENTRE MUNICIPIO Y PESCA DE PROVINCIA

Avanzan las pruebas para utilizar desechos de langostinos como fertilizante

El Vivero Municipal de Rawson es el lugar donde avanzan las pruebas para generar, por primera vez, fertilizante para la tierra a partir de los desechos de langostinos. Se trata de una experiencia que se lleva adelante de manera conjunta entre el municipio capitalino, por medio de la Secretaría de Producción y Medio Ambiente, con el área de Pesca del Gobierno Provincia.
“La primera etapa fue de diagnóstico y ya se hizo. Ahora iniciamos las pruebas en terreno para saber exactamente si es posible utilizar el compostaje de desechos de langostinos”, dijo el subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Municipalidad, Alejandro Canio.
“Por estos días se está venteando, controlando la temperatura y los olores, y falta algún proceso más para luego conocer los resultados. Esta sería la tercera etapa, de laboratorio, particularmente en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)”, agregó el funcionario.
El Vivero Municipal, que actualmente cumple un importante trabajo social en la comunidad, es un espacio que recuperó la intendenta Rossana Artero en su primera gestión al frente del municipio. Funciona en un predio que se encontraba en desuso y que fue refuncionalizado a partir de un intenso trabajo.
Al respecto, se explicó que para la experiencia se diseñaron cajones que “tiene distintas capas: hicimos una capa de piedra bocha para el drenaje, tiene una capa de tierra, langostinos, centeno y abono de corral seco”.
“Hemos notado que ya está cambiando de color tanto el pasto como la tierra”, se mencionó desde el Vivero, como indicio alentador.
De manera complementaria, para anticipar algunos resultados, “estamos haciendo una prueba de enterrar un cuadrito y sembrar sobre eso mismo en otro lugar”.
“Según los especialistas, con la temperatura actual, tenemos que tener un muy buen resultado en 120 o 150 días. Ya lo estamos empezando a ver: los langostinos ya no se ven, lo cual quiere decir que la degradación es buena”, se indicó.
“Además en una etapa, pasando los 90 o 100 días, se le puede incorporar lombrices al compostaje, porque ya no hay bacterias que agredan a las lombrices. La lombriz es un abono orgánico muy sano”, se afirmó.
Y se concluyó que actualmente “no hay moscas ni malos olores, lo cual quiere decir que el compostaje está haciendo efecto”.

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