CONTRADICTORIAMENTE SIGUEN HABILITÁNDOSE GIGANTOGRAFÍAS QUE REPRODUCEN VIDEOS EN VARIAS ESQUINAS DE LA CIUDAD

Pintarán los semáforos de color gris para reducir el “impacto visual”

Un proyecto impulsado semanas atrás por el edil Enzo Terrera (Chubut Somos Todos), finalmente “tomó color”, luego de que los distintos bloques aprobaran la iniciativa que prevé modificar el color de los semáforos de la ciudad para que sean de color gris, basándose en que “la necesidad de tomar medidas para disminuir el impacto ambiental, puesto que a través de su disposición se pretende disminuir la contaminación visual que afecta a las calles de los centros urbanos y en sobreabundancia produce efectos negativos para el orden público”.
Contradictoriamente, en la ciudad siguen habilitándose dispositivos de publicidad estática por medio de gigantografìas que reproducen imágenes y videos, y tienen un gran efecto de distracción para los automovilistas, y están ubicados en intersección de calles y avenidas.
La propuesta de los semáforos de gris busca “resaltar los estímulos lumínicos por sobre los estímulos visuales, de forma tal que se produzca un énfasis menor en el espectro visual de la estructura que sostiene el juego de luces del semáforo para lograr estimular la atención de los automovilistas y peatones exclusivamente en la parte funcional del dispositivo”, a la vez que considera que la combinación del amarillo y el negro, colores actuales de los semáforos, “producen espoliación en la estética del ejido urbano, contribuyendo en forma permanente y sostenida a la contaminación visual”.

Evitar distracciones y saturación visual

Quienes apoyaron la propuesta se basaron en que “la regulación sobre el color externo de los semáforos se encuentra comprendido en esta serie de potestades, y legislar sobre ella no modifica ni contradice el sentido ni las finalidades buscadas por las normas principales”, además de citar la importancia de los semáforos como de carácter “central” en zonas “donde hay un significativo tráfico de automóviles y tránsito de personas, toda vez que son el elemento no arquitectónico que más utilidad presta en el contexto de la organización vial-peatonal y del espacio público”.
Además, se refirieron a las distintas experiencias en otras ciudades del país, “como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o Comodoro Rivadavia”, donde “se busca establecer el color gris grafito como aquel con el que deberán pintarse las estructuras externas de los semáforos de nuestra ciudad”, considerando que “el color gris consiste en la mezcla de los colores negro y blanco en diferentes proporciones, y para las usuales técnicas de ornamento resulta de fácil integración al mobiliario urbano”.
En dicho contexto, la elección del color gris para ser aplicado a las estructuras de los semáforos “encuentra su fundamento, en primer lugar, en la necesidad de tomar medidas para disminuir el impacto ambiental, puesto que a través de su disposición se pretende disminuir la contaminación visual que afecta a las calles de los central urbanos y en sobreabundancia produce efectos negativos para el orden público”, consignaron, añadiendo que “la asignación del color indicado es una medida que contribuye a la seguridad vial, pues la simultaneidad de estímulos visuales a la que los ciudadanos se ven sometidos en un centro urbano provoca distracciones mientras se transita en él”.

El amarillo y el negro “contaminan”

La nueva legislación local, en este sentido, busca según los concejales “resaltar los estímulos lumínicos por sobre los estímulos visuales, de forma tal que se produzca un énfasis menor en el espectro visual de la estructura que sostiene el juego de luces del semáforo para lograr estimular la atención de los automovilistas y peatones exclusivamente en la parte funcional del dispositivo”, a la vez que plantearon que “los colores amarillo y negro con que se identifica a los semáforos en la actualidad producen espoliación en la estética del ejido urbano, contribuyendo en forma permanente y sostenida a la contaminación visual” y que “es deber del Estado trabajar en políticas ambientales cuya finalidad sea lograr una mejor calidad de vida para todos, tal como lo establecen distintos tramos de la Carta Orgánica Municipal en sus artículos 28, 59, 108 inciso 22 y en el Capítulo XIV del título tercero, al establecerla como eje central de las políticas municipales en materia de competencias y principios del Estado Municipal”.

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