TRAS CUATRO DÍAS DE COMBATE DE LAS LLAMAS, LA LLUVIA PERMITIÓ SOFOCAR EL SINIESTRO

Estiman que el incendio de campos habría consumido 40 mil hectáreas

El jefe del cuerpo de bomberos de Puerto Madryn, Marcelo Dopazo, trazó un balance inicial de lo que fueron los operativos de cara al importante incendio de campos al norte de la ciudad, precisamente a la altura de Puerto Lobos, donde inicialmente se estimaba que el fuego había consumido unas 1100 hectáreas, cifra que “quedó chica”, según mencionó, dado que la afectación total ascendería a las 40 mil hectáreas.
El jefe de Bomberos resaltó la coordinación operativa entre distintos organismos provinciales, municipales y nacionales, a la vez que sostuvo que “recursos van a faltar siempre en este tipo de situaciones”, al tiempo que destacó la preparación de los bomberos para siniestros de gran magnitud como el ocurrido el pasado jueves.
“Realmente fue algo muy llamativo y fuera de serie, dado el comportamiento que tuvo el fuego, sumado a situaciones climáticas, y si bien contamos con los pronósticos actualizados y podemos cruzar datos, muchos de ellos no se dieron en el lugar; tuvimos rotaciones de vientos de otros sectores, fuera de lo pronosticado, lo cual hizo que se desarticulara cualquier estrategia que habíamos armado para controlar el incendio, además de la imposibilidad de que, cuando había máquinas, pudiéramos trabajar con ellas, dado que el fuego avanzaba mucho más rápido de lo que podían avanzar las máquinas”, manifestó.

Lluvia clave

Al respecto, Dopazo sostuvo que se trató de un fin de semana “más que complejo, ya que los últimos cuatro días fueron bastante intensos y afortunadamente, el incendio finalizó durante la tarde noche del domingo, y aproximadamente a las 20 horas ya podíamos decir que el mismo estaba extinguido”.
Sobre esta línea, informó que “cayó una importante cantidad de lluvia en la zona, en los campos, por lo que pienso yo que esto ayudó a enfriar totalmente los rescoldos que pudieran quedar”.
Uno de los principales hechos que marcaron la memoria de la comunidad ocurrió el 21 de enero de 1994, cuando el cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad fue alertado por un incendio de campos a unos tres kilómetros de Puerto Madryn, y donde trágicamente fallecieron 25 jóvenes bomberos de entre 11 y 23 años.
Dicho episodio, al menos en parte, fue rememorado con la postal del siniestro acontecido a la altura de Puerto Lobos, y en este sentido, Dopazo expresó que “si bien, siempre se asumen riesgos en esta profesión, en este caso la historia es otra, en cuanto a la capacitación del personal, el equipamiento, las estrategias que se utilizan para situaciones tan complejas como esta”.

“El fuego avanzaba más rápido que las máquinas”

Por otra parte, aseguró que “realmente fue algo muy llamativo y fuera de serie, dado el comportamiento que tuvo el fuego, sumado a situaciones climáticas, y si bien contamos con los pronósticos actualizados y podemos cruzar datos, muchos de ellos no se dieron en el lugar; tuvimos rotaciones de vientos de otros sectores, fuera de lo pronosticado, lo cual hizo que se desarticulara cualquier estrategia que habíamos armado para controlar el incendio, además de la imposibilidad de que, cuando había máquinas, pudiéramos trabajar con ellas, dado que el fuego avanzaba mucho más rápido de lo que podían avanzar las máquinas” y agregó que “fueron situaciones muy atípicas que se vivieron, momentos tensos de diversos sectores, pero afortunadamente sin daños al personal o a terceros”.
Consultado sobre la afectación de hectáreas, dado que en principio se hablaba de 1100 hectáreas consumidas por el fuego, el jefe de Bomberos de Puerto Madryn aclaró que “esa cifra es una cantidad ínfima, no voy a arriesgar números, pero esto fue muchísimo más grande; tuve la oportunidad de hacer un vuelo el sábado al mediodía, durante una hora; pudimos observar las dimensiones del perímetro del incendio, sin contar las re igniciones que luego tuvimos, que fue una importante cantidad” y sostuvo que “aún no hemos tenido tiempo de realizar imágenes y mapas satelitales para estimar la superficie que afectó el incendio, pero la verdad es que andaría entre las 30 y las 40 mil hectáreas”.

Incendio con “factor humano”

En relación a la causa del siniestro, planteó que “nunca llegaremos saber el punto exacto de ignición y, mucho menos, qué lo inició, pero lo que puedo decir es que, en estas cuestiones, en un 98 por ciento de los casos tiene que ver el factor humano, son incendios provocados; a esto le llamo a un incendio que se inicia por un descuido, una negligencia o por la sola intención de hacer daño” y detalló que “este incendio, su punto de inicio, aparentemente tuvo lugar en cercanías en la cercanía de la Ruta Provincial 1 pero entre la misma y la Ruta Nacional 3, no a la vera de la ruta sino más bien en un camino interno”.
En este sentido, entendió que “acá, seguramente, tuvo que ver la mano del hombre, por un descuido o la sola intención dolosa, que es como se inicia este tipo de fuegos” y recordó que “una constante en toda la zona es que, dada la inasistencia de ganado como había antes, se produce mucha pastura, y más aún cuando ha llovido bastante; el pasto crece y generó que ello sirviera de mecha para que el incendio avanzara rápidamente como lo hizo, y obviamente, el combustible grueso son las plantas muy resinosas que arden como combustible”.
Dopazo resaltó el apoyo “de la Provincia y el Municipio, dado lo que había en existencia y lo que se pudo hacer, pero recursos siempre van a faltar en estas situaciones; desde Nación, tengo entendido que el Plan Nacional del Manejo del Fuego nos bajaban pronósticos propiamente del incendio” y, en relación a los recursos con los que contaron y debieran contar, comentó que “posiblemente, se debería trabajar un poco más de parte de organismos provinciales en la gestión de movilización rápida de maquinarias, y si bien se contó con ellas, tal vez no en la cantidad y en el tiempo que se necesitaban”.

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