LA DEUDA ARGENTINA YA SUPERA LOS U$S 264 MIL MILLONES Y LLEGA AL 53% DEL PBI.PESE A TODO, LA CEPAL AFIRMA QUE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA CRECERÁ 2,3% EN 2017

Arritmias y corazonadas

La deuda del Estado Nacional, tanto interna como externa, alcanzó los 264.622,8 millones de dólares al 30 de septiembre último y representó el 53% del PBI, de acuerdo con cifras oficiales difundidas por el Ministerio de Hacienda y Finanzas.
Desde diciembre de 2015 -cuando asumió el presidente Mauricio Macri- el aumento del endeudamiento público es de 10.633,6 millones de dólares.
Solo en el tercer trimestre de 2016, la deuda pública nacional se incrementó en unos 6.500 millones de dólares.
Según la información oficial, el monto actual incluye bonos vinculados al PBI y también 8.775,2 millones de dólares que se adeudan a los bonistas que no ingresaron en los canjes de deuda de 2005 y 2010.
En cambio, no abarca la deuda de las provincias ni la del Banco Central en Lebac, que suma alrededor de 45 mil millones de dólares.
La mayor parte de la deuda pública está concentrada en títulos públicos, que involucran a 173.608 millones de dólares.
Además, se adeudan alrededor de 19 mil millones de dólares a los organismos crediticios internacionales, como BID y Banco Mundial.
El resto del dinero adeudado se reparte con organismos públicos, como ANSeS y el Banco Central, indicó el informe elaborado por la Secretaría de Finanzas.
Con estas cifras, el pago de intereses de deuda ya alcanza al 8,9% de los recursos tributarios, contra el 4,9% que representaban hace apenas tres años.
Según los números oficiales, en ese lapso también crecieron los intereses como porcentaje del PBI: del 1,3 al 2,3%.
En tanto, la deuda bruta total pasó del 38,9% del PBI en 2011 al 44,7% en 2014 y a casi el 53% en 2016. Hacia delante, la deuda pública debería seguir aumentando para afrontar el mayor déficit fiscal y los vencimientos de deuda.
A diciembre de 2015, el endeudamiento público sumaba 253.989,2 millones de dólares.

Perspectivas y voces

Pese al cierre de este primer año de cambios, los entendidos afirman que la actividad económica argentina crecerá 2,3% en 2017. Así lo remarca un informe presentado por la CEPAL la semana pasada. El organismo estimó que el incremento del PBI dependerá de la evolución de los ingresos reales en las familias, el volumen de las inversiones y la tasa de crecimiento de Brasil, debido a su influencia en las exportaciones locales. Asimismo, pronosticó que la inflación cerrará 2016 en 40,9% y rondará el 20% para el próximo año.
Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL, destacó además que Argentina cerrará el 2016 «con una contracción del 2%». Al mismo tiempo, señaló que «a lo largo de este año se estimaba que en el segundo semestre se iba a acelerar la dinámica económica, que ha ido mejorando, pero más lento de lo esperado» y destacó que los dos años consecutivos de contracción en la región «no ocurrían desde 1980».
Asimismo, en diálogo con Ambito Financiero, alertó sobre la influencia de Donald Trump en América Latina con respecto a los acuerdos de libre comercio: «Si acepta que continúe el tratado entre México y EEUU no va a ser positivo ni para los mexicanos ni para la región». Por otro lado, en relación al presente y futuro del Mercosur recalcó la necesidad de mayor vínculo intrarregional tanto en comercio como en producción: «América latina tiene que insistir en la integración».

P: ¿Qué balance hacen de Argentina en 2016 y cuál es la perspectiva para el año?
Daniel Titelman: Estamos proyectando una contracción de 2%. Se esperaba a lo largo de este año que en el segundo semestre se acelerara la dinámica económica, que ha ido mejorando, pero más lento de lo estimado. En 2015 habíamos estimado un crecimiento de 2,5%, en 2014 hubo una retracción, mientras que para el 2017 estamos esperando un crecimiento entorno al 2.3%.

P.: ¿Cuál es el análisis respecto a la inflación y el régimen cambiario durante el gobierno de Macri?
D.T.: Cuando Argentina cambió de régimen cambiario hubo una devaluación muy fuerte y el tipo de cambio con algunas variaciones ha tendido a estabilizarse. Esa devaluación afectó fuertemente a la inflación, la cual se espera en torno al 40,9% en 2016. Sin embargo, proyectamos que ronde el 20% para el próximo año. Auguramos que empiece a producirse una disminución dependiendo de la recomposición salarial, la evolución de la demanda interna y las tasas de interés.

P.: ¿Cuál es su opinión con respecto a las recetas utilizadas para bajar la inflación?
D.T.: Entiendo que Argentina está adaptando un régimen de objetivos de inflación que entrará en efecto a partir de enero. El objetivo del BCRA será ir adaptando la tasa de interés, pero hay que ser cuidadoso en cómo conciliar dichas metas con los de una política monetaria que estimule la demanda agregada.

P.: ¿Cuál fue el análisis a nivel regional de este año?
D.T.: Para la región el 2016 fue el segundo año consecutivo que muestra una tasa de contracción económica de 1,1. Esto no ocurría desde 1980. Con la tendencia de marcar diferencia entre comportamiento del norte y sur, América del Sur la proyectamos con una contracción de 2,4% mientras que Centro América tendrá un crecimiento de 2.6%.

P.: ¿Cómo impacta en materia social este retroceso en América del Sur?
D.T.: Es uno de los problemas y preocupaciones que tenemos. El próximo año proyectamos un pequeño punto de inflexión, con un crecimiento positivo pero bajo. La región ha tenido ganancias y logros sociales en los últimos años bastantes importantes y relevantes, entonces hay un gran desafío para mantenerlos, en un contexto de menor crecimiento y mayores restricciones fiscales.

P.: En cuanto al triunfo de Trump en EEUU y su vínculo con América latina, ¿qué expectativas tienen?
D.T.: En relación a Donald Trump, fundamentalmente vemos que ha hecho una serie de declaraciones en relación a repensar y reformular los tratados de libre comercio, tanto a nivel global como el acuerdo de México con EEUU y Canadá. Si hay continuidad puede tener efectos importantes sobre la economía de México. Los temas migratorios y remesas pueden tener un efecto importante también pero hay mucha incertidumbre y esto ya está afectando un poco a México con la devaluación de su moneda debido a la volatilidad que generan las declaraciones de Trump. Si acepta y da continuidad al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), no va a ser positivo ni para los mexicanos ni para la región.

P.: ¿Qué análisis hacen del presente y el futuro del Mercosur?
D.T.: Es sumamente importante para los países de Latinoamérica fortalecer el comercio intrarregional y la integración, no solo en vía comercial sino a través de cadenas productivas y de valor. Creemos que es cada vez más relevante la lógica de integración dentro de la región. En general, el comercio entre los países del Mercosur es muy bajo. El porcentaje de las exportaciones totales no llega al 19%. Por eso creemos que América latina tiene que insistir en la integración.

P.: ¿Cómo puede afectar a la región la ley sancionada en Brasil que congela el gasto público por 20 años?
D.T.: Hay que ver. Dependerá de cuanto efecto trae en el crecimiento brasileño y de ahí al resto del Mercosur. La política fiscal brasileña va a depender del crecimiento el próximo año, proyectado en 0,4%.

Fuentes: SDN, AF,NA.

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