GOLPEADO, EL GOBIERNO DE CAMBIEMOS INTENTARÁ ACOMODARSE AL TRIUNFO REPUBLICANO. LA VIEJA RENCILLA DE NEGOCIOS ENTRE MACRI Y TRUMP. ¿LISA SERÁ EL REMPLAZO DE DONALD?

De qué nos disfrazamos

1El gobierno de Mauricio Macri parece haber pecado una vez más de inexperiencia política. Con cierta imprudencia para lo que es la diplomacia internacional, la Casa Rosada apoyó abiertamente la candidatura de Hillary Clinton, denostó a Donald Trump y terminó chocando de frente contra el resultado de las elecciones en Estados Unidos.
Subido a la ola de las encuestas -que volvieron a fallar pero en rigor no eran tajantes sobre el hipotético triunfo de Hillary-, los más altos funcionarios del gobierno argentino le pegaron hasta el mismo día de las elecciones al candidato republicano, a quien ayer finalmente Macri y Susana Malcorra tuvieron que salir a felicitar, aunque la canciller insistió con lamentar la derrota de Clinton.
«Felicito a Donald Trump en su triunfo y espero que podamos trabajar juntos por el bien de nuestros pueblos», tuiteó el Presidente, formal y diplomático. «El pueblo norteamericano ha hablado en las urnas. Donald Trump ha triunfado. Felicitaciones por la democracia y sus instituciones!», escribió, por su parte, la canciller. Después de felicitar personalmente a Trump en otro mensaje, Malcorra no se pudo contener y lamentó la derrota de la ex primera dama estadounidense. «Felicitaciones Hillary Clinton por la gran elección. Una pena no ver una mujer tan capaz elegida para esa importante responsabilidad», señaló.
Luego, en declaraciones a radio Mitre, Malcorra sostuvo que Argentina se deberá «adaptar» a la presidencia de Trump y prometió que lo hará con «responsabilidad institucional». La funcionaria contó también que ya iniciaron gestiones para tratar de entablar una relación con el republicano, algo que debió haber sucedido mucho antes de no dar por descontado el triunfo de Hillary.
«Ya hemos iniciado contactos para asegurarnos que fluya este vínculo y se aceite lo antes posible», indicó la ministra de Relaciones Exteriores, aunque no se sabe a cierta ciencia quién es el interlocutor del gobierno con Trump. «Nuestra mayor preocupación es asegurarnos una transición en nuestra agenda lo más corta posible, nos juntaremos con los funcionarios que designe Trump para ver qué ajustes ven ellos» en la relación, completó.
Malcorra intentó explicar la apuesta del gobierno por Hillary al sostener que «de esa manera estaba maximizado, a través de una continuidad del partido demócrata, el trabajo conjunto». «Fue una óptica utilitarista en funciones de nuestras prioridades e intereses», argumentó la funcionaria. «La realidad fue otra y ahora nos tendremos que adaptar», lamentó.

Una relación compleja

«Lo esperamos como primer caballero en Buenos Aires», bromeó Macri ante Bill Clinton dos meses atrás, cuando visitó Nueva York. Fue la más fuerte de las apuestas del Presidente por Hillary, pero no la única. Antes había criticado a Trump y su idea de “levantar paredes”, en referencia al muro que el republicano quiere construir en la frontera con México.
En el caso de Malcorra fue más precipitada y hasta el mismo día de las elecciones declaró que Argentina se sentiría «más cómoda» con Hillary en la Casa Blanca, y sugirió que Trump, a quien definió como un candidato «políticamente incorrecto», podría ser favorecido «voto vergüenza». Fue la última de una serie de declaraciones contra el ahora presidente electo (llegó a llamarlo «xenófobo»), aunque la semana pasada con los vaivenes de las encuestas había ensayado un discurso más moderado.
Quien también criticó hasta último momento a Trump fue el embajador argentino en Washington, Martín Lousteau. El funcionario insistió en la idea de “comodidad” para justificar el apoyo a Clinton y sostuvo que el republicano «instaló una campaña de reality show».
Lo mismo hizo Marcos Peña, que además de criticar “las posturas de Trump” y expresar “admiración” por Hillary, siguió apostando fuerte a su relación con los demócratas. De hecho, LPO reveló la semana pasada que el jefe de Gabinete se reunió en secreto Macon Phillips, un funcionario de Barack Obama que es el encargado de difundir el “sueño americano” en el mundo y uno de los artífices del modelo de campañas del presidente estadounidense, que fue ampliamente utilizado por el PRO.

Mauricio y Donald

Todo esto se dio en el marco de una vieja rencilla de negocios entre Macri y Trump. En los años 80, ambos empresarios intentaron hacer negocios juntos (con la idea de construir una mega torre de 124 pisos en Manhattan) pero todo terminó mal. Al punto que Franco Macri llegó a sospechar que el magnate norteamericano estuvo detrás del secuestro de su hijo en los 90, según reveló el libro El Secuestro, de la periodista Natasha Niebieskikwiat.
Pero más allá de los recelos personales y los groseros errores diplomáticos, lo más preocupante para la Casa Rosada es que Trump amenaza con poner en marcha una economía mucho más proteccionista y cerrada. Esto podría ser demoledor para la esperanza de Macri de lograr que empiecen a llegar inversiones extranjeras, además de dejar en el olvido la idea expresada días atrás por Francisco Cabrera de un TLC con Estados Unidos.
Esto no es todo. La llegada de Trump podría complicar las negociaciones con Washington para facilitar información fiscal, un punto clave para el éxito del blanqueo. Pero quizás lo más preocupante es que muchas de las medidas prometidas por Trump podrían llevar a una suba de tasas en tierras del `Tío Sam´ y el consecuente freno en el flujo de dólares destinado al crédito internacional, el principal puntal del programa económico de Macri.

El primer efecto político

Los efectos `Trump´ no se hicieron esperar. Luego de los inconvenientes en la elección de Estados Unidos, trascendió que los senadores peronistas están decididos a impedir que el año próximo todo el país vote con boleta única electrónica, como planteó el proyecto de reforma política enviado por Mauricio Macri y aprobado en Diputados. Es que antes de ser consagrado presidente de la primera potencia del mundo, el republicano Donald Trump denunció irregularidades en muchos Estados como Utah, donde a la mañana solo 99 de 380 aparatos tenían las tarjetas de memoria programadas a las 7 de la mañana. Hubo que votar a mano para no parar la votación. Y no fue el único estado con irregularidades: según Washington Post, al final de la votación hubo problemas en al menos otros once Estados: Carolina del Norte, New York, Missouri, Georgia, Virginia, Pennsylvania, Kentucky, Connecticut, Massachusetts, Illinois e Indiana.
Por eso ahora senadores del FpV-PJ anticiparon que exigirían eliminar el chip de la boleta; o sea, que las máquinas sólo sirvan para imprimir pero no para contar los votos y así despegar la informática del escrutinio, para evitar conflictos como el de Estados Unidos.

La predicción

Entre tanto, habrá que adaptarse o esperar el cambio, que seguramente vendrá. Dicen que hace 16 años, Los Simpson predijeron que Trump sería presidente. Ocurrió en el capítulo 17 de la temporada 11, titulado “Bart al Futuro”, estrenado el 19 de marzo de 2000, donde se recreó un porvenir posible para los miembros de la familia amarilla en el que Lisa sucedía en la presidencia de los Estados Unidos a Trump. En esa ficción, Trump deja un país en quiebra. «Como saben, heredamos un déficit en el presupuesto del presidente Trump», dice Lisa, y le pregunta a Milhouse, parte de su equipo, qué tan grave es la situación. “Estamos en quiebra”, es la lapidaria respuesta que recibe la primera mandataria. Durante la campaña electoral por la presidencia que desembocó en el triunfo de Trump, el episodio había tenido alguna presencia en las redes sociales, presencia que se multiplicó cuando los resultados electorales señalaron que aquellos dibujos habían sido proféticos.
«Fue una advertencia para Estados Unidos», declaró en marzo de este año Dan Greaney, uno de los responsables del guión del capítulo a The Hollywood Reporter. Greaney, que no recordaba exactamente quién había aportado la idea, dijo sobre ella: «Fue lanzada porque era consistente con la visión de América volviéndose loca». La realidad otra vez superó a la ficción.

Fuentes: NA, LPO, Parlamentario, DC.

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