CRISTINA RODEADA DE APOYO POPULAR EN TRIBUNALES. DECLARÓ EN UNA DE LAS TRES CAUSAS ABIERTAS. "ME QUIEREN PROSCRIBIR”, AFIRMÓ

Ni amiga, ni socia

1La levantaron en andas. Cristina ensayó la «V» con sus dedos, pidió por la liberación de Milagro Sala y sonrió para los militantes que esperaron cinco horas bajo el sol -y también con algo de lluvia- para saludar a la jefa. Esa es la «la resistencia», como muchos de los militantes definen este momento lejos del poder; o simplemente «las malas», como entonan en muchas canciones.
Entre tanto, sonó: «¡Bonadio está allanando Río Gallegos!», dio la voz de alerta un militante. Fue la señal que encendió a las 5000 personas que insultaron al juez mientras Cristina Kirchner se abría paso en medio de una marea humana. Empujones. Forcejeos con la policía. La ex presidenta caminó una cuadra entre la militancia, casi en cámara lenta, entre saludos y tropiezos.
“No soy amiga, ni socia de Báez”, afirmó. «Me quieren proscribir. Es una persecución política», lanzó la ex presidenta. Esta vez no hubo 100.000 personas ansiosas por escucharla, como había sucedido en abril, cuando volvió a la escena pública después de dejar la Casa Rosada. Ni siquiera había escenario. Desde el kirchnerismo, incluso, prefirieron no reunir a la militancia frente a Tribunales, a lo largo y a lo ancho de la avenida Comodoro Py, comentaron fuentes judiciales. Eligieron congregarse en un rincón más pequeño, sobre una esquina del Correo Argentino. «No hubo una convocatoria oficial», sino que el apoyo fue espontáneo. No hubo micros, transporte ícono del clientelismo político que le achacan sus opositores. Flameaban, sí, banderas de La Campora, Unidos y Organizados, Nuevo Encuentro y otras agrupaciones, pero la mayoría de los convocados se habían acercado para escucharla. Hombres de traje; mujeres con zapatos de taco. «Ni sola, ni loca», decía el cartel que escribió a mano Eduardo, de casi 70. También había grupos de jubiladas. Y muchos jóvenes.
«Me quieren proscribir. La causa judicial es un disparate mayúsculo. Es una persecución política y un hostigamiento mediático», dijo Cristina Kirchner antes de zambullirse entre los militantes. «Esto es una maniobra a nivel regional, como le hicieron a Lula (Da Silva). Acá es para tapar el desastre económico y social que hoy tiene la Argentina», agregó ante un puñado de periodistas que la escuchó durante unos minutos justo después de que terminara su indagatoria ante el juez Julián Ercolini. No aceptó preguntas.
Martín Sabbatella corría desesperado. «¡Por favor, hagan lugar que viene Cristina!», gritaba para abrirle paso a su jefa. Hiperactivo, el ex titular de la Afsca, fue uno de los primeros que desembarcó en la avenida Antártida Argentina, después de las 9. «No empujen que está Cristina», repetía. La resistencia contó con el apoyo del núcleo duro de La Cámpora, como el ex ministro de Economía Axel Kicillof, y el ex secretario general de Presidencia, Eduardo «Wado» de Pedro, y el diputado Andrés Larroque. También estuvieron las Madres de Plaza de Mayo, la agrupación Tupac Amaru y varios ex funcionarios vinculados al kirchnerismo como el ex ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni y otros dirigentes como Luis D’Elia, Fernando Esteche y Oscar Parrilli, entre otros.

A la frente

Como sucedió en abril, Cristina apuntó contra Mauricio Macri. En aquel momento lo había atacado por la revelación offshore de los Panamá Papers , pero esta vez fue una doble jugada. Requirió al juez Ercolini que el análisis de los contratos de obra pública se extiendan a Angelo Calcaterra, el primo del Presidente, que -sostiene- fue uno de los más beneficiados por los fondos públicos durante su gobierno. Ante los periodistas, Cristina volvió a apuntar contra el Presidente: «Si nosotros éramos una asociación ilícita, este Gobierno es una asociación ilícita terrorista, que impone el terror a la gente cuando va al supermercado o cuando le llega la factura de luz o gas».

La defensa

Cristina de Kirchner adelantó cuál va a ser su estrategia de defensa en la causa judicial por la que fue indagada, mediante mensajes difundidos en su cuenta de Twitter. La exmandataria publicó la nómina de los principales contratistas de obra pública durante su gestión e insistió en una auditoría general sobre la inversión destinada por su Gobierno a infraestructura. Esa en parte sería la base del escrito que interpuso junto a su abogado Carlos Beraldi frente al juez Julián Ercolini que la acusó de haber direccionado licitaciones a favor de Lázaro Báez.
De acuerdo con la acusación que formularon los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahíques (avalada por Ercolini) todos los imputados -entre los que hay 17 citados entre exfuncionarios como Julio De Vido, José López, Abel Fatala más los extitulares de la Dirección de Vialidad Nacional y Vialidad de Santa Cruz- formaron parte de una «organización criminal» pensada «desde el inicio» para beneficiarse con fondos públicos mediante licitaciones direccionadas de obra pública. La indagatoria se apoyará en cuatro ejes: la «inserción» de Báez en el negocio de la construcción vial; «la exportación de una estructura provincial montada con gente de confianza a un nivel nacional»; la concentración económica de obra pública total en Santa Cruz (11%); y el presunto direccionamiento de la adjudicación y «diseño de un esquema de beneficios exclusivos» para Báez. En esto se contabiliza un canal preferencial de pago que hacía que las empresas de Austral Construcciones cobraran los certificados de obra a 34 días mientras que otras firmas cobraban a 231 días promedio. Esta causa es un desprendimiento de la denuncia de 2008 de Elisa Carrió por asociación ilícita, y guarda relación con el expediente de Hotesur, ya que los fiscales consideran que parte de ese beneficio era devuelto en alquileres de las empresas de Báez de habitaciones del hotel propiedad de la familia Kirchner.
Ercolini también la indaga por sobreprecios en esas obras, pero en las conclusiones del informe de auditoría de Vialidad Nacional de principios de este año (en el que se apoyaron los fiscales) no se menciona la cuestión. Por el contrario, ese documento señala que «no se evidencian deficiencias constructivas de relevancia» tanto en las obras de Báez como de otras empresas, y que tampoco se registran «tareas que hayan sido certificadas sin ejecutarse». Sobre este punto, la defensa argumentará que el informe técnico de vialidad no destaca irregularidades ni en las licitaciones ni en los precios acordados (sumará que la actual administración ha redeterminado precios, con lo cual ha aumentado los valores a pagar por las obras licitadas), ni tampoco que esas obras no se hubieran realizado. Dijo que hubo una «distribución horizontal» de las obras durante su Gobierno. Como medida de prueba, propondrían una pericia general que contraste de forma oficial lo relevado por Vialidad ya durante la era Macri.

Revoleo

La exmandataria mencionó parte de su descargo. Los principales contratistas por montos de obras fueron Techint, Electroingeniería y en tercer lugar IECSA de Ángelo Calcaterra (primo del Presidente). La nómina que publicó menciona a varias compañías del rubro y recién ubica en el puesto 38 al grupo de Báez entre los beneficiarios durante los gobiernos K. La delegación de funciones -detectada por el informe de Auditoría- de la Dirección Nacional de Vialidad en Vialidad Santa Cruz será otro de los elementos técnicos de defensa: funcionarios provinciales eran los responsables de la supervisión de obras, lo que estira la cadena de responsabilidades y la aleja de su rol como mandataria de una efectiva toma de decisiones a favor de Báez. Se señalará que no han sido convocados a declarar ninguno de los jefes de Gabinete que también formaron parte de la cadena de aprobaciones de las inversiones en infraestructura.
A la salida, y luego que la ex mandataria se prestara a hablar con los medios, se vivió un momento tenso, cuando las fuerzas de seguridad se abalanzaron sobre los militantes, que intentaban hacerle llegar su apoyo a la líder política. Cristina no dudó en bajarse del automóvil e intentar interceder para evitar que fueran reprimidos. La situación fue quizá todo un anticipo de ambiente posible que podría acarrear la defensa de la ex presidenta que enfrenta otras tres causas abiertas en su contra. Habrá que ver…

Fuentes: LN, AF, LPO, Télam, NA.

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