Por Trivia Demir

El turco Taleb decía que “lo que se observa es como mucho, una combinación de probabilidades y resultados, no sólo resultados». Se me grabó a fuego cuando atravesé su «Antifrágil: las cosas que se benefician del desorden», empinada larga del bicho negro volador que lo precedió, y que en el aleteo finito que recita, te deja pensando en ¿cómo enfrentarse a los peligros que plantea la proliferación de incertidumbre y volatilidad que nos lanza lo cotidiano?
La oficialización del discurso permitió desde ayer, pensar en la situación institucional de Chubut desde varias vertientes, con prevalencia de lo heredo-parental. Renato, que es como un hijo para el poder de turno, hilvanó finamente el alto nivel de aceptación que posee la conducción de Mario Das Neves con un 72 % de aprobación, con la empinada que los guarismos le darían también a un gabinete que no recambió demasiado, pero tiene esperanzas, y entre otras cosas comenzó a abrir el espacio para hablar de sucesión.
Apelar a una encuesta no es un dato menor para un experimentado como Das Neves, que sabe que la fórmula de cálculo de la probabilidad condicional, no es aplicable cuando el denominador es cero. No habrá 2019 que valga para él, mas que el acogedor espacio de sí y los suyos. Pero también es un desafío para un empujador de quiméricos como Mario, casi maestro de Moivre, Bayes y porque no Lagrange.

Consagraciones o deportaciones

Desde las páginas que legitimaron la evaluación de cómo se sigue institucionalmente en el Chubut post Das Neves, se labra sin embargo una alternativa que parte de mucho a una incógnita, convincente desde el discurso pero inasimilablemente increíbles si se insiste en el denominador cero, que genera improbables. `Lo que ocurre cuando el conjunto de sucesos descritos en el antecedente de la condición tiene intersección vacía con el espacio muestral´, tal como lo dictamina la ley del azar. Más concretamente, cuando el suceso prospectivo, no suena a uno, sino a demasiados casos posibles.
Si la candidata a renovar una de las bancas en 2017 podría como dicen ser Mirta Romero, pero no quiere; y también Raquel Di Perna, pero tampoco quiere, o mejor dicho, conviene que sea María Victoria Das Neves; todo indica que además de la decisión de garantizar el apellido que lastre de la lista, está la de que la hija haga verdaderamente carrera.
Posee condiciones que no están siquiera en duda, pero genera ruido sobre ¿qué sector es el que prefiere sacrificar fuera de la provincia cuando es a nivel territorial un bastión esencial para garantizar la gobernabilidad del modelo? Por eso de que el que se fue a Sevilla…se entiende?

Topochu, el hijo de Chusoto

Cuando se empieza a hablar de “frentes” y muy amplios, es porque hay urgencias, dicen los entendidos en cierres de listas. Con el entrelíneas oficial se da por hecho entonces que “Todos por Chubut” (un Chubut somos todos dado vuelta) será el nombre que le haga frente a un intento de integrar a sectores dasnevistas puros, peronistas residuales, mackhartistas ilusionados, radicales en extinción, macristas patagónicos escasos e indecisos persistentes.
Esto no es un antojo del líder. Es un placebo necesario. Además de los hablantes de oído están los eruditos, como Arsham, que afirman que el modelado para la toma de decisiones envuelve a dos partes diferentes: una es el tomador de decisiones y la otra es el constructor del modelo, conocido como el analista. Se supone en la teoría, que el analista debe asistir al tomador de decisiones. Por lo tanto, el analista debe estar equipado con más que un conjunto de métodos analíticos. En el caso de Chubut, hay un factor complicadísimo: el tomador de decisiones es Mario Das Neves y el analista también. Por eso la vara es tan alta para los demás. Y tan difícil de pensar una cosa sin la otra: estrategia sin estratega, conducción sin líder o director técnico con equipo renovado pero casi sin suplentes.
Como corolario y para darle una vuelta de tuerca a tan ambicioso titular que nos conjura, cabe agregar que en general, los especialistas en la construcción de modelos, se encuentran normalmente tentados a estudiar el problema, y luego aislarse a desarrollar un modelo matemático para ser utilizado por el tomador de decisiones.
Plantar una encuesta con vistas a 2019 faltando casi 50 meses, marca la urgencia de empezar a aferrarse a un por ciento, o porción, de poder y leudar el alpakamaska que sentarán en un proyecto tan ambicioso como el del oficialismo, en esta tercera etapa de mandato con vistas a cuajarlo a futuro.
Y como Mario lo sabe, la fuente principal de errores en los problemas de toma de decisiones arriesgadas son las presunciones falsas, no tener una estimación exacta de las probabilidades, depender de la expectativa, dificultades en medir la función de utilidad, y los errores de pronóstico,
por ello comenzó la zaranda que permiten las encuestas.

Ecolecuá

Muy solapadamente y jugándolo en canales de difusión exclusivos, el gabinete chubutense se desayunó del análisis semiprobabilístico, para contar con mirada externa sobre la imagen del gobierno y la necesidad de la reacción para consolidar el proyecto. Fue a manos de una consultora neuquina vinculada a Miodosky que alguna vez delineó gráficos similares para un Weretilneck que en 2015, husmeó un nuevo proyecto político provincial, cuando Pesatti llegó a la presidencia de la Legislatura de los vecinos rionegrinos.
Los sondeadores suelen aplicar casi siempre las mismas fórmulas en las provincias, con dos vertientes: las acciones de los distintos ministerios y también la comunicación.
El resultado que se leyó de esta euforia de por cientos, expone que con diez meses de gestión, Das Neves está poniendo todo, pero también muestra una especie de contrasentido que habrá que marcar con rojo: inmolarse es afrontar seis operaciones en lo que va del año y a veces con un hilo de voz arengar a la platea, para consolidar un número que mide en simpatías la cantidad de poder que se tiene, mientras que el otro número, el de los acompañantes incidentales, resulta difícil de cuantificar, cuando él falta.
En esa línea, los consultores suelen apelar a un recitado válido, que cada área debería memorizar en versitos y acciones centrales para ejecutar en el mas cortísimo plazo posible. Resolver, en síntesis, la identidad propia en el contexto del proyecto, el rumbo de su área, una agenda multiplicadora de su propia presencia en la geografía provincial para exponerse como un conjunto gubernamental, habida cuenta que no se puede esperar que Das Neves se esfuerce más y siga saliendo de Rawson, y por supuesto, hacer su aporte concreto a la militancia partidaria. Eso, con la idea que el gabinete de hoy sea el mismo que finalice mandato en diciembre del 2019.
Por eso, más allá de la euforia de los guarismos, que como se saben siempre son auspiciosos cuando se trata de un sondeo no comparativo encargado y pago, todo indica que el equipo deberá asumir acciones de corrección y concreción indelegables.

El tapete de los tapados

Al final aparece la cuestión de fondo de aplicar el metrómetro. Y tiene que ver con la medición de imagen y de gestiones, que también se encargó sobre los intendentes. Según los guarismos ventilados Ricardo Sastre tiene una imagen positiva del 49%, Sergio Ongarato, del 46 %, Carlos Linares llega al 43 %, Adrián Maderna al 41 % y Rosana Artero, al 34 %. Hablan de que además de tener en cuenta estos puntitos por encima del madrynense, por supuesto Mario, seguirá apostando a Víctor Cisterna aunque se resistiría presuntamente por salubridad y mandato del suple turismo del diario La Nación.
Para no dejar hilos sueltos que puedan tejer por algún costado, una adivinanza incompleta remata un ensayo de probabilidades “¿Gobernador o gobernadora?”, dice el legitimador de intrigas necesarias, y tira a la parrilla nada menos que a la diputada Florencia Papaiani, a la que le atribuyen “más ambición que la de su jefe político y esposo, Gustavo Mac Karthy”. Parecen que la mandaron a medir también, lo que no se sabe si a lo ancho o a lo largo, de su carrera política. Pero en realidad un parangoneo que recuerda más al magistralmente utilizado alguna vez por el pingüino con la pingüina. Así las cosas, la probabilidad de que se definan entre las nalgas que comenzaron a danzar en torno al sillón, parece ser tanta, como la que el sillón en realidad quede vacío.