DAS NEVES CERRÓ UNA SEMANA PLANTANDO BANDERAS: RESISTENCIA AL TRASPASO DE LA CAJA DE JUBILACIONES PROVINCIAL, DEPLORE DEL EMPRESARIADO “CARANCHERO” Y PRUEBAS DEL ADN ECONÓMICO DEL CAMBIO

Federalismo es autonomía

Por Marisa Rauta

p3Para los agoreros que nunca faltan, lamentamos decepcionarlos con una instantánea personal: Mario Das Neves cerró una semana movídisima y con un repunte en su salud evidente, esa que tanto preocupó a algunos legisladores, a los que vale la pena tranquilizar. Firme y contundente, con un discurso que dio continuidad a los cuestionamientos al “carancheo” y la especulación empresaria, que comenzó a recitar en Comodoro; ayer en el Palacio de los Constituyentes de Rawson, el “Uno” volvió a insistir con no comernos el viaje con el chiquitaje del emprendedorismo, la autogestión y el impulso a las pymes, mientras nos van volanteando hacia una reconversión demasiado liberal para supervivencia de las economías regionales, las industrias y los pilares productivos nacionales.
Con las disfonía propias de las subidas de temperatura que les suelen provocar históricamente las injusticias de coyuntura que percibe como retos personales, con un discurso breve por su necesidad de dosificar energías, pero con la claridad de ideas que exige un horizonte nacional que hoy muestra más lisonjeo de gobernadores que firmeza y liderazgo, así Das Neves plantó ayer el relato que redondeó su cuestionamiento a la `fuga´ de empresas, como textil Guilford en Comodoro. Que por un lado aduce complicaciones de mercados presentando un proceso preventivo de crisis poniendo en jaque a más de 400 trabajadores y comenzando a vaciar de maquinarias la estructura, pero por otro, repliega a territorios vecinos con diferencias tributarias y mayores exenciones como san Luis.
Evidentemente Das Neves no pierde la mirada en el contexto, y eso lo diferencia del resto de los candidatos que andan sueltos: su posicionamiento personalísimo y sin anestesia, y la experiencia con que lo respalda, le dan esa autoridad que parece por ahora no tener heredero.
Una veintena de minutos arrojaron este puñado de convencimientos que valieron la pena, después de seis años de no hablarnos cara a cara, y luego de un acto que primerió con lluvia de millones. De esos que a los relatores de peleas de fondo, auscultadores de boletines oficiales y conocedores de la patria contratista remixada, suele brotarnos un poco.

ADN económico

En pocas palabras el Gobernador plantó bandera sobre lo que debe atesorar un gobernante con pantalones largos: nada más ni nada menos que la definición de los destinos provinciales. El Banco, que “alguna vez nos lo quisieron privatizar”, los fondos de Anses, la plata de nuestros jubilados que debemos administrar nosotros, en definitiva los recursos que les corresponden a las provincias. Estaban sentados cinco de los principales intendentes de Chubut. Y de estas palabras habrá que ver con la enumeración de obras presentadas, luego de su ejecución, cuanto entendieron de ese breve pero conciso alegato.
Es que como ya anticiparon algunos analistas hace unos meses, uno de los debates más interesantes e importantes de la Argentina de este tiempo es el que trata de dilucidar qué modelo económico está construyendo Mauricio Macri. Economistas como Miguel Angel Broda o José Luis Espert no callaron que por ahora, el oficialismo nacional no reduce lo suficiente el gasto público, o que los niveles de emisión monetaria siguen siendo preocupantes. «Es que Macri no es neoliberal, es neodesarrollista…», tradujo alguna vez Broda ante empresarios memoriosos. Pero para los que deben remarla en lo inmediato y desde lo público, Macri parece ser demasiado keynesiano para los liberales, y un representante de la derecha desalmada para quienes bailaron la última década al ritmo del K. Como dijo un colega, `el equívoco sería divertido si no estuviera de por medio un país arrasado con el 40% de inflación anual y un tercio de la población bajo niveles alarmantes de pobreza´, de las que como también alertó das Neves ayer, al sintetizar que no hace falta tanto relato, sino mapa para salir del charco.
Muchos de los que participan en esta discusión inconclusa sobre el ADN económico de Cambiemos, suelen pasar por alto la enorme paradoja de las recientes elecciones presidenciales, que votó posiblemente dándole un corte a la malversación del populismo, pero definitivamente sin reendosar el cheque al orden neoliberal.
Das Neves ayer lo cruzó y le agregó “no a la orden”, al asegurar su compromiso de “defender a los trabajadores y a pelear por los puestos de trabajo”, al tiempo que subrayó la diferencia con otros gobernadores que “están carancheando puestos de trabajo, mientras que nosotros vamos a defenderlos”.
“Llegó el momento de cambio profundo, porque el ciudadano no quiere que le hablen de pobreza, de cifras de trabajo, sino que le digan cómo van a hacerlo”.

¿Guilford, otra Alpesca?

El jueves Das Neves recibió a los trabajadores de la textil Guilford en la Capital del Petróleo, quienes le pidieron su intermediación para recuperar la actividad paralizada hace un mes: “venimos a pedir auxilio porque ya no damos más”. El Ejecutivo garantuizó una reunión en Buenos aires en los próximos días “porque Dios está en todos lados, pero atiende allá”. Y adelantó que “va a ser dura, porque son unos sinvergüenzas”. “Es un acto de sinvergüenzada después de más de cuatro, cinco décadas en que el patrimonio que tienen es porque la hicieron”, comentó en referencia a las ganancias acumuladas. Ante la crisis, “los tipos se van de acá, a otras provincias que les facilita las cosas, pero eso no es un país federal, es un país de conveniencia”.

La empresa

La autestima empresaria que ahora replegó a la espera que sea otra vez el Estado el que reme las fluctuaciones del mercado, recita en su marketing: “Guilford Argentina ha transitado con éxito en el desarrollo y la producción de tejidos con y sin LYCRA® desde el año 1957. Este desarrollo a lo largo de los años nos ha permitido ser líderes en el mercado. La empresa, con una dotación de 450 personas, ha integrado sus operaciones tradicionales de tejeduría, tintorería y estampería en las plantas ubicadas en Comodoro Rivadavia, Mercedes y San Luis”.
Sin embargo en estos días el presidente de Guilford Argentina, Nicolás Goransky confirmó que la empresa presentó en Chubut, un Procedimiento Preventivo de Crisis que implica la “reducción al 30% de trabajo con un 50% de salario por los próximos 90 días. Es la única alternativa para mantener las fuentes de trabajo”, indicó. Y aseguró que “hemos hecho todos los esfuerzos para cumplir con las obligaciones en los últimos 4 meses. Dejamos de comprar materia prima para pagar los sueldos, y dependemos de Nación para que baje los fondos para obtener los créditos y seguir trabajando”. Se refiere a un crédito que viene gestionando hace siete meses pero aún no recibió, por 40 millones de pesos.
Goransky, un empresario de histórica familia acaudalada, reclama ahora al macrismo por la apertura de las importaciones “se proyectó un 70% de capacidad instalada y sin embargo el mercado no respondió”. Los mismos problemas que tiene Guilford son los que atraviesan otras industrias y rubros, claro.

¿Cambiemos o no cambiemos?

Este relato de empresarios que promovieron el añorado “cambio” de modelo, es casi repetitivo en algunos sectores industriales.
La apertura de importaciones dispuesta por el gobierno significó un duro golpe para la industria textil argentina que hoy no pasa por su mejor momento. Pero nadie les mintió en todo caso. Ni bien pisó la Casa Rosada, Mauricio Macri anunció la modificación del sistema de importaciones. El principal cambio fue pasar de un sistema de licencias no automáticas, como eran las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), a un sistema de trabajo similar al principio de la gestión de Guillermo Moreno, donde el sistema contaba con dos tipos de licencias. Una casi automática como el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones(SIMI), algo parecido a la LAPI (Licencia Automatica Previa Importación) y LNA (Licencia No Automatica).
A pesar que no está aclarado, los bancos deben autorizar giros de importación sin contar con ninguna autorización, ya que ahora se realiza con el formulario de compra de divisas extranjeras, proforma o factura comercial y no estando en la nómina del BCRA. Lo que se argumentó aportaría orden y previsibilidad para un sector que se vio perjudicado en los últimos años, también acarrea enormes espacios para la especulación y el desactive, sobre todo ante la compleja situación internacional, de jugadores de Brasil y China, con achiques en su crecimiento y salidas estrepitosas a la competencia casi desleal. ¿Dónde estamos parados? Dentro de los países líderes en el comercio de mercaderías Argentina estría por el puesto 48; y como importadores, por el 46. No son para jugarle a la quiniela, son para entender lo que falta remar en todo caso.

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