El presidente de Estados Unidos habló por última vez en el foro de las Naciones Unidas. Sin citarlo pero con claras referencias, criticó a Donald Trump, quien repuntó en las encuestas.

NUEVA YORK. La de ayer era la última ocasión de Barack Obama para dirigirse a la Asamblea General de Naciones Unidas, foro que una vez al año congrega a los líderes de los países miembro.

“Hay que luchar contra el fundamentalismo religioso, la política de la etnia, la tribu o la secta, el nacionalismo agresivo, el populismo vulgar, a veces de la extrema izquierda pero, con más frecuencia, de la extrema derecha, que intenta recuperar lo que ellos creen que fue una era mejor, más simple, libre de contaminaciones”.

Sus palabras se leen como una exposición clara de su visión de las relaciones internacionales, basada en el multilateralismo y en la defensa de la democracia liberal, aunque renunciando a su imposición por la fuerza.

Pero además, en una interpretación sin elucubraciones, se exponen referencias al Estado Islámico, a la Rusia de Vladimir Putin y a la gran amenaza de los demócratas norteamericanos, Donald Trump, quien incluye entre sus propuestas de campaña el veto a la entrada de musulmanes a EE.UU., la expulsión de millones de inmigrantes indocumentados y la construcción de un muro en la frontera con México.

Las citas a Trump, sin nombrarlo, se deben a que el 8 de noviembre EE.UU. elegirá a su próximo presidente, y la posibilidad de que en un año sea el díscolo republicano quien suba al augusto podio en la Asamblea General causa inquietud en el oficialismo demócrata, máxime luego de las últimas encuestas que hablan de un empate virtual entre el magnate neoyorquino e Hillary Clinton. Pocas veces, en años recientes, las denuncias de un presidente de EE.UU. sobre los peligros que acechan a la democracia y la convivencia internacional se habían aplicado con tanta exactitud a rivales autóctonos del presidente.

Cuando Obama defendió el libre comercio y la cooperación internacional, a nadie escapó que pensaba en el proteccionismo y el nacionalismo de Trump. En el pasado, las menciones del líder norteamericano al peligro del autoritarismo quizá se habrían interpretado como una alusión a Rusia. Esta vez, además de Putin, era inevitable pensar en Trump, admirador del presidente ruso que acaba de ganar las elecciones legislativas en su país.

“Hoy, una nación cercada por muros sólo se encarcelaría a sí misma”, dijo luego Obama, para referirse al muro de Trump. Es que el primer presidente de color de EE.UU. fue al estrado de la Asamblea General de ONU para militar que la Casa Blanca siga innovando y que sea una mujer quien la ocupe por primera vez. Es que Obama suma más a Hillary que la propia Hillary.

Ban Ki-moon

En una fuerte intervención durante la inauguración de la 71ª Asamblea General de la ONU, Ban Ki-moon acusó a miembros de la organización mundial de financiar la guerra civil en Siria, que ha causado ya más de 300 mil muertos. “Países miembro alimentan la maquinaria de guerra en Siria”, dijo. Su mandato vence en diciembre de este año.