La situación financiera del Hospital Subzonal “Andrés Ísola” sigue siendo delicada y entre otras cosas se ve reflejada por la falta de insumos. Ayer, ATE realizó un abrazo simbólico al nosocomio advirtiendo sobre las dificultades para prestar los servicios. Las obras sociales mantienen una deuda que asciende a unos 11 millones de pesos.
Actualmente, la obra social que más dinero adeuda al establecimiento de salud es la Asociación de Obras Sociales (ADOS), con una cifra que asciende a unos 1.323.044 pesos; mientras que la Obra Social del Personal de la Construcción (Ospecon) y el Instituto de Seguridad Social y Seguros (SEROS) adeudan unos 1.044.952,79 pesos y 943.020,14 pesos, respectivamente.

La situación “impide que los trabajadores se desempeñen normalmente”, aseguraron desde la Asociación Trabajadores del Estado (Ate), cuyos referentes realizaron un abrazo simbólico al establecimiento, a raíz del difícil escenario financiero que repercute en la cantidad de insumos de los que dispone, a la vez que pidieron por la negociación “urgente” de paritarias, de cara al segundo semestre del año y la llegada de las Fiestas.

Se afecta el servicio

Al respecto, el secretario Adjunto de la Seccional Madryn de ATE, Julio Belasquen, contó que “en la asamblea de la semana pasada definimos que vamos a hacer un abrazo simbólico al Hospital entre los trabajadores del mismo, por muchas situaciones, por un lado la falta de insumos para los mismos dentro del nosocomio, y por el otro, el llamado a paritarias salariales”.
La difícil situación financiera del “Andrés Ísola” no es nueva, y ya en ocasiones anteriores, los propios profesionales de la Guardia Médica habían colocado carteles en la entrada del edificio, en los que manifestaban la falta de analgésicos, antibióticos y digestivos, Diclofenac, Ketorolac, Reliveran, Ranitidina, Omeprazol, Ciprofloxacina, Fenitoína y anticonvulsionantes, entre algunas de los fármacos de las que el hospital carecía.

Deudas acumuladas

A su vez, el referente de los trabajadores estatales indicó que el faltante de insumos “impide trabajar normalmente a los empleados, ya que son trabajadores los que normalmente ponemos la cara ante la comunidad, por lo que esperamos que el Gobierno Provincial y el nuevo ministro (de Salud) nos llame al diálogo” y aseguró que “estamos abiertos y dispuestos a dialogar, además de querer solucionar esta problemática provincial de la falta de insumos, todos juntos”.
Consultado sobre cuáles son las áreas más afectadas por la falta de elementos para que los profesionales del Hospital Subzonal puedan desempeñar sus tareas, el referente de Ate indicó que “en realidad, la falta de insumos es en general” y puntualizó que “faltan medicamentos, a veces algunos elementos para curaciones, pero nosotros entendemos que hasta cierto punto, esta falta de insumos es por la falta de dinero en la Provincia”.
Sin embargo, pidió que “no nos olvidemos que hubo una denuncia por lo que nos deben las obras sociales” y que “estamos hablando de casi 11 millones de pesos”.

Herencia

El impacto que la deuda de las obras sociales provocó en el Hospital se suma a la difícil situación financiera con la que la actual administración provincial debió enfrentarse desde diciembre pasado, en el marco de una deuda general que asciende a los diez mil millones de pesos, heredado de la gestión anterior.
En el caso del Hospital Subzonal “Andrés Ísola”, el faltante de 11 millones de pesos por una importante cantidad de obras sociales, entre ellas Ados y Ospecon, que son las que acaudalan la mayor cifra, impactó seriamente en la calidad y continuidad de las prestaciones, a raíz del faltante de insumos básicos como sábanas, y la necesidad por parte de las autoridades del nosocomio de suspender cirugías programadas y otra serie de actividades relacionadas a la atención de los pacientes.
“En el Hospital de Madryn hace aproximadamente dos años atrás, no había Terapia Pediátrica; más aún, hace 5 años atrás, no contaba el hospital con una Terapia Neonatológica, y hoy si contamos con ambos servicios en el hospital; la prestación del hospital público es muy buena, no me cabe la menor duda de que debería ser mucho mejor, pero hay que hacer un balance riguroso porque no podemos decir que está todo mal”, había indicado hace algunas semanas el titular del establecimiento, doctor Raúl Franco, en relación a los avances en materia de salud pública, a la vez que la “calidad profesional” del Hospital fue destacada, hace pocos días, por el titular del Pami a nivel provincial, Ignacio Torres, quien sostuvo que “el mismo hoy está cubriendo, sobre todo por la calidad profesional que tiene, los casos más complejos”.
Sin embargo, restará conocer si las obras sociales, principalmente aquellas que mantienen la mayor deuda con el nosocomio, revierten la situación, en pos del mejoramiento en la calidad de la atención hacia los pacientes de la ciudad de Puerto Madryn.

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Pedirán a Hernández retomar la negociación paritaria

En relación a la negociación paritaria, el secretario Adjunto de ATE a nivel local remarcó que buscan “una mejora salarial, porque se nos está quedando el sueldo, y por otra parte tenemos que ver cómo vamos a paliar el hecho de que estamos volviendo atrás, a los tiempos en los que empezamos con la lucha por el Convenio Colectivo (de Trabajo)”.
Sobre el reciente cambio en la dirección del Ministerio de Salud, encabezado ahora por el cardiólogo Ignacio Hernández, Julio Belasquen sostuvo que “no es algo bueno ni malo, nosotros queremos un ministro dialoguista, que nos llame y nos podamos sentar y ver cómo solucionar la problemática de Salud; dicho área es muy importante para los usuarios, sobre todo en esta ciudad, donde no solo la utilizan quienes no tienen obra social, sino también quienes la tienen, por la complejidad que tiene nuestro Hospital y los servicios que brinda”.
Belasquen anticipó que “esperamos que antes de fin de mes tengamos un diálogo con el nuevo ministro y podamos acordar una nueva fecha de paritarias, ya que no la hay fijada, y la única respuesta que tuvimos luego de varias asambleas realizadas y notas presentadas, fue la paritaria de 1987, que es el resto de la Administración Pública” y, en relación a la postura nacional respecto de la no negociación de paritarias durante el segundo semestre del año en curso, opinó que “me parece un error, porque con todo lo que se devaluó y lo que estamos perdiendo de nuestro salario, necesitamos una paritaria, por lo menos para poder mantener el poder adquisitivo que tenemos los trabajadores; en la Provincia, necesitamos paritarias porque, si bien la mayoría de los sectores están tranquilos porque hubo un aumento en julio, se vienen las Fiestas y tenemos que tener en cuenta muchas cosas, por ejemplo que este es un lugar donde son caros los alquileres y no es lo mismo que en el norte del país, Buenos Aires, Salta, Jujuy u otras provincias”.

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Salud Mental, otro eje de discusión

En virtud de esto último, sostuvo que “confiamos en que nos llamen y nos sentemos a conversar, porque hay muchos ítems y cosas que todavía no pudimos hacer desde Salud y concretar, desde la última paritaria”, a la vez que añadió que “está toda esta problemática que viene desde Nación con el área de Salud Mental”.
En este sentido, se refirió a que “están sacando Centros principales como por ejemplo el de Adicciones que hay acá, y ahora van a quedar muchos compañeros sin trabajo, que son quienes brindan acompañamiento a esta gente” y explicó que “este conflicto es a partir de una Ley Nacional de Salud Mental, que habla de que tiene que haber distintas articulaciones y distintos lugares donde se trate a la gente, no un internado, es decir que disminuye la internación; entonces, lo que sucede es que el actual Gobierno Nacional está avalando la internación masiva y la facturación de los sanatorios, que facturan a mansalva, sin que se controle, como se hace actualmente, cada dos o tres años, si el paciente está en condiciones de deambular en la calle o debe permanecer encerrado”.
En dicho contexto, adelantó que “estamos intentando avanzar hacia la externación, y ahí tenemos algunos Centros de Día y de Adicciones que se encargan de esta gente, con sus respectivos acompañantes terapéuticos, que son quienes acompañan a los chicos para que vayan a la escuela, tomen la medicación y demás”.
Todo ello “está tirándose para atrás, por lo que hay un malestar social y en el área de psicología con este tema, y tenemos que ver cómo solucionarlo, ya que analizamos que, más allá del ámbito nacional, en la provincia del Chubut no son tantos los Centros como para sacarlos, desbaratarlos y dejar, consecuentemente, gente sin trabajo”.