Por Juana de Arco*

Y al tercer día…el gobernador Mario Das Neves bastante lejos de la lógica de la adulación de un masivo acto que ayudó a su equipo a autoarengarse en su ausencia invocando la posibilidad de una conspiración externa contra la gobernabilidad, sorprendió a todos en cambio poniendo la lupa hacia adentro, pidiendo la renuncia de todo su Gabinete, en un gesto evidente de disconformidad con parte de lo que está observando: una vara baja y fina.
Aplicó simple y sencillamente lo que sabe un líder con aspiraciones: más y mejores resultados. De hecho, desde los griegos a esta parte, para manejar los grandes esperpentos que suelen darse en el seno de las burocracias gubernamentales, se adoptó la meritocracia como forma rápida y eficaz de acomodamiento. Aplicar el control en base al mérito, ordenando las posiciones jerárquicas en base al logro obtenido, son, luego de poner en valor las condiciones propias individuales que hicieron elegir a un candidato, o se la habilidad propia, las reglas que continúan para alinear su órbita: espíritu competitivo, inteligencia y esfuerzo, manual básico del que pretende hacer carrera en un régimen como este.
No es un invento nuevo, ni un arranque de despotismo provinciano. En China, tanto Confucio como Han Fei, fueron dos grosos que propusieron un sistema próximo al meritocrático. Aunque también pueden ser citados en esa línea, otros más rígidos como el propio Gengis Kan o el más expansivo Napoleón Bonaparte. Lo cierto es que cada cual utilizó en su vida y en la política de sus estados, elementos de la meritocracia con bastante éxito.
El principal argumento a favor de la meritocracia es que proporciona mayor eficiencia que otros sistemas jerárquicos, dado que las distinciones no se hacen por sexo o raza, riqueza o posición social, cucardas políticas arrastradas, fama ni mucho menos expectativas, sino por mérito del esfuerzo individual que se entiende como un criterio más justo que otros para la distribución de los premios, las ventajas y el posicionamiento dentro de una estructura.
Es evidente que el escenario de poder del propio Das Neves ha cambiado. Su enfermedad, las cirugías recurrentes, el requerimiento de hacerse espacio para la recuperación, y la necesidad de contar con cuadro más sólidos, dinámicos, independientes y comprometidos, indican que empujó en gran medida a buscar cambios, al cumplir casi los nueves meses de gestación de su tercer gobierno.
El proceso de lograr un Chubut Somos Todos liderado por Das Neves pero no dependiente de Das Neves puede ser entonces un parto normal, de nalga o por cesárea. Pero todo indica que el Gobernador está dispuesto a dar el paso de apostar por un mejor funcionamiento del Estado. Claro, en el medio hay una serie de factores que afectan su idea de Estado benefactor y de ministerios con iniciativa propia, y tiene que ver directamente con las limitaciones de caja que no son pocas, afectadas por herencia y múltiples factores de coyuntura.
El dolor de ayer por estos territorios y en el marco del proceso meritorio, fue tal vez que la aplicación del `regimen´ fue parejito para todos. Los que continuarán, y los que deberán dar un paso al costado, y sin considerar a fondo las limitantes mencionadas.

La renuncia como ejercicio

En la Escuela de felicidad, un blog del especialista Rafael Santandreu, afirman que la renuncia es algo muy bueno para nuestra salud mental. La clave de la salud mental es necesitar poco, desear pero no necesitar. “Sólo podemos disfrutar de lo que podemos prescindir”.
Aunque en lógica de castigo, de alguna manera, en el inconsciente más profundo, Das Neves le dijo a su equipo que podía prescindir de cualquiera de ellos. A la par también les demostró que cualquiera de ellos podría dejar de ser parte de ese privilegiado grupo que conduce los destinos de otros 400 mil vecinos en Chubut. Según dicen, filosofía del desprendimiento bien aplicada, no busca crear nuevos apegos, sino encontrar una manera inteligente de gestionarlos. Una lógica que invita a pensar `que ya no pertenezcas, significa que ya no me perteneces, y tampoco posees este espacio de pertenencia´. En el libro “Desapegarse sin anestesia”, el psicólogo Walter Riso afirma que la renuncia, es una manera de poner en evidencia y aceptar que nada es para siempre. La permanencia no existe. “Las cosas cambian, se transforman y se pierden. Hay que incorporar esta filosofía”, insiste Riso que apela como uno de los puntos centrales la sobredosis de realismo. “Hay que ver las cosas como son. Los budistas enseñan una virtud: la desesperanza”, relata el psicólogo. “Aprender a perder es importante para no toparse con la realidad y sufrir en exceso”. La situación de la provincia es compleja y tal vez lo que Das Neves aplicó con la masiva barrida desesperanzadora es apurar la lógica del destino posible si el pleno del Gabinete no se pone los pantalones largos.

Perspectivas

Tras presidir el acto de apertura de licitación para la optimización de la planta potabilizadora de Dolavon, el mandamás provincial dialogó con la prensa y adelantó que «la revisión va a seguir área por área», al referirse al pedido de renuncia que solicitó a todo su equipo de Gobierno. Fue claro: «Se está analizando área por área, es una rendición de cuentas. No nos olvidemos el contexto de la realidad».
Además Das Neves afirmó que «no me manejo con versiones, tengo todas las renuncias ahí, lo estamos analizando y charlando porque aparte hay algunas cuestiones a resolver». “Es una rendición de cuentas, entender el momento de la provincia y el nacional, entender el contexto en el que vivimos, y en base a eso vamos a ir tomando decisiones».
«En esto siempre es así, hay algunos que están a un mejor ritmo que otros, por eso veremos», dijo ante la perspectiva de reemplazos.
Consciente de lo que depararán los meses que viene, es probable que el Gobernador prefiriera aplicar su liderazgo sin anestesia. Dicen los entendidos que en esto de la política, el que se enajena en el rol no puede ser creativo ni crecer, tiende a aceptar las directivas de sus superiores y no asume responsabilidades propias, convirtiéndose en un títere del poder que representa.
Dice además la psicología del liderazgo, que un conductor que se precie, debe percibir esto y actuar a tiempo. Por supuesto, los resultados deseables no solo dependen del escenario en que se actúe, sino y sobre todo, de la naturaleza del grupo que se está dirigiendo. La gran incógnita es que relevos dirigenciales posee hoy el oficialismo, y cuanto le implicará aceitar la maquinaria estatal con piezas nuevas, a un conductor que no puede descuidar ni el camino, ni el destino.

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline, y ceniza de tantos