MALDITA TECNOLOGÍA

¿Podría la leche de cucaracha reemplazar a la leche de vaca?

Desde los textos de ciencia ficción a las predicciones científicas más serias presentan un futuro, mucho más cerca del que creemos, con un aumento de la población galopante que dará lugar a una escasez de alimentos difícilmente solventable.
Por eso, científicos y especialistas de todo el mundo buscan dede hace años formas alternativas de alimentación, de modo que las generaciones futuras puedan estar preparadas cuando llegue el momento. Una de las propuestas más aceptadas es el abandono de la dieta omnívora por la vegetariana, pues se considera que el cultivo de vegetales es mucho más barato, sostenible y eficaz que la cría de animales.
Otros, sin embargo, no están de acuerdo con dejar de lado los animales, pero proponen cambiar el cerdo, el pollo y la ternera por versiones bastante más pequeñas, como los insectos. De hecho, no es algo tan descabellado si se tiene en cuenta que en muchas regiones del planeta algunos invertebrados, como las hormigas, se consideran un exquisito manjar. El problema es que muchos de nosotros damos a estos alimentos connotaciones repulsivas, por lo que seríamos incapaces de comerlos.
¿Pero qué pasaría si en vez de comer bichos nos tomáramos su leche? Resulta que la leche de cucaracha es uno de los alimentos más nutritivos que se conocen.
Pero, la primera pregunta que se puede plantear en este caso, una vez superada la primera arcada, es cuestionarse que las cucarachas no son mamiferos, o sea, no son lactantes, entonces ¿cómo es que hablamos de “leche de cucarachas”? Esta “leche” la producen especies vivíparas, las pocas que dan a luz a sus crías en lugar de poner huevos. Una de esas aterradoras cucarachas es la escarabajo del Pacífico, o Diploptera punctata. Sus crías se alimentan de un líquido especialmente rico en proteínas, grasas y azúcares.
Según un nuevo estudio publicado por la Unión Internacional de Cristalografía, este líquido es cuatro veces más nutritivo que la leche de vaca, o tres veces más calórico que la densa leche de búfala. La sustancia que podemos extraer directamente de la Diploptera punctata no es la “leche de cucaracha” en sí. Durante la gestación, esta especie segrega un líquido rico en proteínas que nutre a sus embriones para que puedan crecer y desarrollarse. La “leche” en sí son los cristales de proteína que se forman en el intestino de las crías. No podemos recuperar ese líquido, pero podemos sintetizarlo.
Los bioingenieros están investigando si pueden producir una sustancia así utilizando levadura. También deben comprobar si es o no tóxica para los seres humanos. Si llegase a existir el producto comercial, el problema estaría en convencer a los consumidores de que se pasaran a la nueva bebida; lo más difícil de todo el proceso, a pesar de la calidad nutricional de la leche de cucaracha.

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