OMAR “CURA” SEGUNDO REEMPLAZA MALA LECHE POR BUENA LECHE. GABRIELA DUFOUR DA CÁTEDRA EN EUROPA DE CÓMO DESAPARECER MIL PUESTOS DE TRABAJO Y NO IR PRESO AÚN. ALMIRALL HIZO UN ACTO PARA FESTEJAR LOS 10 AÑOS DE LA ESTAFA QUE LE PERMITIÓ ELICECHE.

Esperpentísimos hijos de nuestra sociedad

PAYASO

Esperpento, según la definición dada por la vigente edición del Diccionario de la lengua de la Real Academia Española identifica la “deformación grotesca de la realidad”. Si bien se acotó y acuñó bajo la obra de Valle-Inclán en su teatro español, que estaba al servicio de una implícita intención crítica de la sociedad, ha sido común la extrapolación de este término a diferentes situaciones, épocas y lugares.
Encontrar una palabra para describir los desgarradores cinismos en los que estamos inmersos casi cotidianamente, donde el abuso del poco o mucho poder que se esgrime, nos sumerge un poco más la cabeza cada vez que puede, fue un ejercicio casi liberador para una periodista un tanto hastiada de describir incongruencias.
Tres casos resonantes vale rescatar como para manotear entre tanto ahogo de desfachatez, y ventilarnos un poco, por lo que son puestos a consideración del inteligente público lector, que no por silencioso deja de engrosar esa opinión pública a la que apelamos para seguir peleando tanto asombro.

Esperpento impúdico

Esta semana, Omar “Cura” Segundo y su hijo Juan Paulo, Federico Otero y su madre Rosa Chico pidieron una “probation”, ofreciendo donar dinero y sachets de leche a instituciones de bien público para zafar del juicio por estafa en el pase de manos que hicieron de la principal pesquera de la Patagonia, dejando con la maniobra en la calle a casi mil trabajadores. La estafa no fue menor, ya que con esta maniobra pergeñada en un reconocido estudio jurídico vinculado a la pesca y a los vivillos de siempre, los empleados quedaron en la nebulosa sin saber quién era el dueño y a quien ir a reclamarle sus indemnizaciones, sus aportes y sus años de dedicación y penurias. “Carecen de antecedentes penales y en caso de haber condena sería condicional”, dijo el defensor de `culpables´, Fabián Gabalachis, a la vez que ofreció una reparación económica y tareas comunitarias. Fácil de convencer, la jueza Stella Eizmendi indicó que se daban los requisitos para otorgar la medida, por lo que los imputados deberán donar dinero y “packs de leche” a instituciones benéficas.
Desde el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) criticaron duramente la decisión de la Justicia, y desde las redes sociales, los vecinos hicieron llegar su consternación absoluta. Y no es para menos. Segundo no sólo fue el protagonista principal y mantiene causas por el hallazgo de 110 kilos de cocaína en la otra pesquera Poseidón, por la amenaza de muerte a un juez, terminó perdiendo la principal actividad de la empresa de estiba Socia por estafa al fisco y deudas previsionales a sus empleados, y está procesado por haberle currado 10 millones de pesos al Estado en complicidad con quienes le otorgaron un crédito sin avales, figurando el ex gobernador Martín Buzzi, y los ex ministros Carlos Eliceche, Gabriela Dufour y Pedro Zudaire entre otros. Si estos no son “antecedentes”, que son?
Un esperpento, señores. Y netamente impúdico. Ya que dejó a mil trabajadores en Puerto Madryn, literalmente en ropas menores y a los gritos…

Esperpento excéntrico

Pero si de incongruencias inentendibles se trata, las de la ex ministra de la Producción y artífice de parte de todas estas maniobras consagratorias como la “reina de las operetas”, doña Gabriela Marisa Dufour, pasó todos los límites.
No sólo se da el gusto de “chumbar” al fiscal que la puso entre las cuerdas y ya la condenó en la causa por el desastre económico hecho con la flota de Alpesca, sino que se dio el gustito de ir a Francia a explicar ante especialistas sobre como ella actuó en relación a esta empresa, fundida, desguasada, licuada, revendida, expropiada y que le significará un ojo de la cara en algun momento al Estado chubutense. Dufour, cobrando su sueldo de legisladora provincial (que entre menudeo y sueldo alcanzaría unos $65 mil mensuales), pero sin cumplir con su trabajo, se habría tomado parte del veranito europeo para concurrir en junio a “disertar” en un congreso donde se pagaba a razón de 500 euros para opinar, y su tema fue nada menos que sobre Alpesca. Otro insólito caso donde para negar la realidad se afirma todo lo contrario. Luego de ser condenada por la “responsabilidad social empresaria” no cumplida y el estado que representó ausente y con aviso, se dio el lujo “dar cátedra”. Además, la inscripción al XIIIème Congrès ADERSE 2016 “La responsabilité sociale des organisations et des établissements d’enseignement supérieur” que legitimó su “fábula” incluía un CD Room, 4 comidas y 2 cenas de gala. Que Tul! Un verdadero esperpento tan indignante como excéntrico.

Esperpento cínico

Si todas estas “tomadas de pelo” le parecen groseras, ni le cuento de una que pasó casi desapercibida, pero que para quienes seguimos el entramado de los “curros” domésticos, fue de no creer. El 1 de junio nos encontró meditando un “acto” donde el `empresario´ Jorge Almirall volvió a ratificarle a la policía que le otorgaba un predio para que radicara a la montada en `su territorio´ frente al aeropuerto El Tehuelche en Madryn, y aprovechó la volada nada menos que para “conmemorar” los 10 años de la Ordenanza con la que Eliceche le permitió comenzar a cometer una gran estafa pública. Armirall, fue otro de los pseudo empresarios ´estrella´ -junto al emblemático Omar “Cura” Segundo, procesado por narcotráfico-, a quien el ex Intendente Carlos Eliceche avaló plenamente durante su gestión de ocho años, a pesar incluso del alerta masivo sobre el modo de encarar los negocios y los antecedentes que traía el hombre en su haber.
El desenlace: una matufia que durante años soportaron un gran número de vecinos de la ciudad que invirtieron y confiaron sus ahorros, y terminaron literalmente estafados. Comenzó en 2006, con la comercialización de lotes que le significó a Almirall y a sus amigos facilitadores, alzarse con varios millones de verdes, parcelando irregularmente un campo sobre la Ruta Provincial N° 4 de Puerto Madryn, ofreciendo un barrio cerrado de quintas productivas y brindando la posibilidad de poseer una vivienda tipo quinta, con todos los servicios incluidos (agua, luz, gas) inexistentes. Además indicaba que los compradores también podrían ser parte de un emprendimiento productivo de venta de avellanos que serían vendidos a una empresa multinacional, e informando que dichos árboles serían regados con agua de reuso. A partir de la adquisición los propietarios comenzaban a realizar pagos al consorcio en calidad de “gastos y servicios. Pero estos gastos llamaron poderosamente ya que facturaba Agua Potable y Agua de Reuso, siendo que el agua de reuso no era cobrada por la Municipalidad (que regenteaba Eliceche), y que el agua potable y la energía eléctrica no son provistas por las empresas habilitadas para su distribución, sino que se realizaron mediante conexiones irregulares y no autorizadas de tipo “rural”.
Hace dos años, el juez penal Marcelo Nieto Di Biase dispuso la condena de Almirall como autor de “los delitos de estafa en la modalidad de delito continuado con relación al `Consorcio de productores de avellanos´, en perjuicio de los adquirentes del loteo Mapu Gnefú, hurto simple en perjuicio de Intersar y Servicoop; falsificación de instrumento privado en concurso ideal con estafa en carácter de autor y estafa en la modalidad de delito continuado con relación al loteo inexistente en carácter de autor”. Después, y por estas cosas que tiene la justicia local, y las influencias conocidas, el hombre que había confesado y quedó con una condena de dos años y tres meses de prisión en suspenso, terminó sobreseído por cuestiones de formas y otras maniobras. Eso sí, no debió donar leche, por suerte.
La cuestión es que de los “miles” de propietarios, solo hay después de 10 años, 300 habitantes en el sector; y de los “productores exportadores” solo hay verso. Como si fuera poca desfachatez “festejar” el cumpleañitos de la Ordenanza que permitió el descalabro, las tarjetas y notas de invitación al recordatorio de la fiestita, estaban emitidas por “Sociedad Rural de Puerto Madryn”, que es ni más ni menos que el nombre que le puso a una de sus empresas don Almirall, y con la que se presenta en sociedad y ante diferentes trámites nacionales y regionales, engañando a incautos que se comen el logo, sin advertir que se trata de una firma propia y no de una entidad rural representativa de la producción local. Otro verdadero esperpento que esta vez chorreó cinismo de la densidad que maneja él y los cómplices necesarios.
Tres tristes tigres…En fin, nada mejor vecinos, ante tanto descaro esclavizante, que liberar las palabras, no?

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, Fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline, y ceniza de tantos….

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