DAS NEVES A FONDO. ADEMÁS DEL COMBATE DEL NARCOTRÁFICO, EL GOBIERNO DE CHUBUT ENCARA AHORA LA DROGADEPENDENCIA COMO UNA CAUSA “IDEOLÓGICA”

Reduciendo la clientela

p3Das Neves está cambiando paradigmas de gobernabilidad y viene abriendo la mirada sobre la vida de los gobernados. La lucha contra el narcotráfico y ahora el abordaje interdisciplinario de la droga dependencia así lo exponen.
En su tercer mandato, no todo es obra pública, que permita cementar gestión y acciones mostrables. En su pragmatismo extremo, es probable que una mayor sensibilización de la política, está llegando a la par de la mayor experiencia y también de sufrimientos cercanos vinculados al tema, con evidencias de la realidad tan incontrastables que requieren de acciones inmediatas.
Ayer, en el marco de la fuerte decisión política de combatir el flagelo del negocio y también del consumo de drogas en Chubut y las consecuencias sociales que derivan de todo esto, el gobernador lanzó la “Agencia Provincial para la Prevención de la Drogadependencia”, un área que estará a cargo del ex ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, especialista en la temática en toda la Argentina, Claudio Mate Rothgerber.
La presentación de esta Agencia, se presentó como “una experiencia innovadora y la primera en su tipo” y se concretó en un acto desarrollado en el Salón de los Constituyentes de la Casa de Gobierno ante representantes de los tres Poderes del Estado y de las principales fuerzas de seguridad.

Bien “histórico”

La decisión política del líder de Chubut Somos Todos es como les gusta adjetivar a los propios realmente “histórica”. Quienes pueden dar testimonio de por lo menos las últimas tres décadas provinciales, no pueden desconocer que poco y nada se vino haciendo con tanta decisión y consecución en pocos meses. En Chubut a partir de los doce de radicalismo el run-run de la droga enquistada en los niveles más altos de la sociedad y los vínculos con el poder político comenzaron a engrosar todo tipo de `leyendas urbanas´ con protagonistas y actores de repartos popularmente conocidos en ciudades de la talla de Trelew, Madryn y Comodoro principalmente. Durante las dos gestiones dasnevistas posteriores, el anecdotario fue creciendo y también deslizándose por los segmentos más humildes vinculados directamente al delito y a la violencia urbana. No lo decimos ahora. Los archivos de los ya próximos veinte años de El Diario dan cuenta de la mirada permanente alerta sobre el tema. Por aquel entonces y producto de los escasísimos centros de recuperación principalmente de jóvenes dependientes de sustancias, y ante una evidente crisis de uno de ellos, privado, que fue el CADES, ya el dasnevismo se ocupó de implementar mayor asistencia sobre todo ambulatoria a través de los centros de día.
Pero de 2011 a 2015 la situación en Chubut en relación a la venta consumo y sobre todo crecimiento del narcotráfico, mostró un `descarado progreso´ y dejó en evidencia hasta al propio gobierno con inacciones y/o inoperancias evidentes.
Se convirtió en tema de campaña y sobre todo en problema que fue escalando del segmento joven y más transgresor, del adicto esporádico y el enfermo con tendencias adictivas, a verdaderos hábitos que se enquistaron en los sectores sindicales y trabajadores, sobre todo de mayores ingresos. Un tema que los propios líderes sindicales llegaron a abordar en no pocas oportunidades y que aún hoy buscan frenar sin lograr encarar la situación con grandes resultados. Lo reconocieron referentes del petróleo, lo padeció la UOCRA analizando como poner límites al flagelo, y hasta lo abordó en una de sus últimas visitas a Chubut, Antonio Caló de los metalúrgicos.

De larga data

El consumo de “placebos” para afrontar la vida, para atenuar los sufrimientos, para ser otros, es y ha sido parte de los derrapes humanos de los que da cuenta la historia, y de los que la modernidad se ha encargado de llevar al extremo del propio exterminio.
Las primeras sociedades urbanas -Egipto, Mesopotamia, el valle del Indo- aportaron a la Humanidad, junto a las legislaciones positivas más antiguas que se conocen (Código de Manu, Código de Hammurabi), las primeras noticias documentadas sobre la existencia de drogas embriagantes.
En el caso egipcio, por ejemplo, las más corrientes fueron el opio y una especie de cerveza cuyo consumo se gravaba con impuestos. He aquí ya algunas de las características que acompañarán a las drogas en su peripecia histórica: su uso institucionalizado, muchas veces con sentido religioso, su vertiente legal y su unión a una rentabilidad económica.
El Rigveda, libro sagrado de la India, contiene diversas referencias al soma, bebida ritual que elevaba “hasta las nubes” a quien la consumía, y la Odisea griega recoge el conocimiento de los poderes del nepente, brebaje que hacía olvidar el dolor y el infortunio.
Hasta el historiador Herodoto da noticia en sus obras del pueblo de los mesagetes, que aspiraban los vapores despedidos por las semillas de ciertas plantas echadas al fuego. En los Grandes Misterios eleusinos, orgías sagradas celebradas cada cinco años, se practicaban ritos con ingestión de sustancias estimulantes, y hasta Virgilio se refería a las adormideras como impregnadas por el sueño de Leteo.
O sea, nada nuevo bajo el sol, y no es cuestión de estigmatizar ni escandalizar para llenar páginas de diarios, que existan adictos.
Lo que sí es preocupante es el crecimiento expansivo y el nivel de esas adicciones que lleva a engrosar las estadísticas de muertes y dependencia permanente y brutal.

Escalada de consumo

De acuerdo a datos de la SEDRONAR, sobre el uso de estupefacientes en el territorio argentino en los últimos años, se puede inferir que de la década del `80 a esta parte Argentina escaló en su carácter de `país de tránsito´ hasta alcanzar lejos uno de los primeros puestos en el ranking de `país de consumo´ hacia el 2011. De ahí en más, fue todo `pum para arriba´ de manera más que vertiginosa.
Según datos del último año, el consumo de éxtasis creció un 1200%, la cocaína un 300% (es decir, hay tres veces más personas que la consumen), mientras que en los solventes e inhalantes el aumento fue de un 227%, la pasta base un 120% y la Marihuana un 100%. Si bien porcentualmente la marihuana presenta el menor crecimiento, continua siendo la droga más consumida, más que triplicando al resto.
El éxtasis es la droga que más creció en el consumo de los jóvenes estudiantes bonaerenses en una década. Pasó de ser la droga menos consumida en 2001 para estar en el cuarto lugar de consumo hacia 2014. Estos altísimos niveles de consumo se presentan también a nivel nacional, aunque con diferencias notables por regiones y provincias.
Y en cuanto a la cocaína, es interesante analizar cómo se fue ampliando el segmento de edades (hacia abajo y arriba) de acuerdo a los muy completos estudios que ofrece el Observatorio Argentino de Drogas de Argentina (Ver http://www.observatorio.gob.ar/)

Cuestión ideológica

En treinta años, hubo vidas que cambiaron radicalmente a causa de sustancias que llegaron a controlarlos. Hubo familias desintegradas, jóvenes enfermos, delitos y muertes. El Estado era, un espectador reductor de estadísticas para atenuar miedos y contagios. Y hasta se enojaba un poco si los escudriñadores de opinión pública insistíamos demasiado con el tema.
A partir de este año, eso parece estar cambiando.
Hace unas semanas el gobierno nacional eligió a Chubut y la firmeza de Das Neves frente a la lucha contra el narcotráfico, para lanzar la cruzada pública contra los `mercaderes de la muerte´.Ahora, se enfocó en ayudar a reducir la `clientela´.
Ayer, en la presentación en sociedad del ámbito que trabajará sobre el consumo, el titular de la nueva “Agencia Provincial para la Prevención de la Drogadependencia anticipó que “Para nosotros es una causa ideológica” definiendo que acertadamente que “la droga ha sido siempre un instrumento de opresión, de sometimiento, de dominación”. Por eso Maté conformó en su discurso de arranque: se mostró contrario a la teoría de encarar el problema mediante “la militarización” y definió claramente que “vamos a dar batalla contra la droga en el campo cultural, en el social y en el político”. Todo un desafío.

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