Por Juana de Arco*

Un experimentado investigador dijo alguna vez como al pasar “La droga es como un beso y una casa de dos pisos: lo que se hace arriba se siente abajo…”
Más allá de la picardía, tardaría un par de décadas en comprender la sabiduría intrínseca y el pragmatismo descarnado que le imprimió aquel buscador de huellas, a un negocio tan complejo como el narcotráfico. Un sistema de delitos que impone soberanía sobre todos los rincones de la tierra, valiéndose de una mínima territorialidad que le permite el imperio de la impunidad. Sin ese microcosmos que es el de `no hacer´, por complicidad u omisión, no podrían supervivir tan malos vivientes, comerciantes de la muerte, exportadores de veneno líquido, en polvo o congelado.
De tanto `no hacer´, Puerto Madryn fue tristemente rebautizada hace un tiempo como `Narcolandia´, y tan errado el mote, (aunque se sienta ofensivo), no estaba.

Puerta abierta

El destino de la perfilada “Perlita del Golfo Nuevo” ha sido, a partir de su extensa costa y su puerto de aguas profundas, convertirse en un verdadero corredor de productos y sustancias hacia el mundo. Hace 28 años, cuando el 12 de julio de 1988 la Policía Federal realizó un procedimiento en la provincia de Buenos Aires que derivó en uno de los golpes más emblemáticos al narcotráfico, ya comenzó Madryn a sonar tristemente por un vínculo que parece labrado a costa de mal olor: el pescado y la droga. En aquella oportunidad en el frigorífico Estrella de Mar hallaron 588 kilos de cocaína que estaban ocultos entre langostinos congelados. La droga provenía de Bolivia y tenía como destinos Europa y Estados Unidos. Corría el segundo período de gobierno de Raúl Alfonsin, y pocos podían entender como se había enquistado ya el narcotráfico en un país que venía de una larguísima dictadura militar.
Pasó bastante tiempo, porque en la era de `Mendez´ poco y nada se descubrió, hasta que saltaran otros hechos: El 16 de junio del 2010 se interceptó en el operativo que se denominó “Manzanas Blancas” un embarque de la empresa Frutol, propiedad del empresario español Valentín Temes Coto, con 1647 kilos de droga camuflados en cajas de manzanas de Río Negro, cuyo destino era España. Poco después, un segundo embarque que había salido días antes fue demorado en el puerto brasileño de Santos con 1700 kilos. En España hubo 65 detenidos. En la Argentina, tres años después había10 acusados, de los cuales sólo tres seguían en prisión imputados por delito económico más que por lo demás.
El 14 de marzo de 2012 en el puerto de Buenos Aires otra vez fueron incautados 450 kilos de cocaína mezclados entre grandes cantidades de carbón vegetal. La droga tenía como destino España y Portugal. Por ese hecho denominado “carbón Blanco” fue apresado en Europa el ex presidente del club santafesino Real Arroyo Seco, Patricio Daniel Gorosito, sindicado como el líder de la organización narco.
Si bien estos golpes resonantes a la exportación blanca, eclipsaron por un tiempo el protagonismo de Madryn, hay que decirlo, no tardó en recuperar rápidamente su `pole position´ en el lamentable ranking.
En el año 2011 se dio un golpe casi de fe al descubrir una importante banda de comercialización de drogas que se pasaba en un lugar inimaginable: el altar del Gauchito Gil, en el Parque Industrial Pesado de Madryn. Allí también enterraba la cocaína una banda de narcos que operaba desde Bolivia a Buenos Aires (Villa 31), Madryn, Trelew y Caleta Olivia. Esa investigación, fue bautizada operativo “Yeso Blanco”, porque había un yesero en el medio, requirió dos años de investigación y culminó con 28 detenciones en diciembre de 2011.
En mayo de 2012 un juez de España notificó a las autoridades nacionales que llevaba adelante una investigación por el ingreso de varios cargamentos de drogas en dicho país, enviado a través de piedras lajas, involucrando otra vez al Puerto de Madryn. Esta investigación arrastró sospechas sobre todo un sector comercial e inmobiliario que aparentemente involucrado en relaciones directas con los sospechosos, no podían justificar las inversiones.
El 8 de septiembre de 2014, luego de encontrarse tizas de cocaína enterradas en la zona costera de Madryn, cerca del basural, se procedió a apurar el operativo “Arenas Blancas” que implicó 67 allanamientos y más de 40 detenidos de una banda que operaba con áridos.

Contamela

Pero tal vez el plato fuerte del negocio otra vez vinculó al pescado. Fue la operación “Langostino Santo” el 10 de junio de 2013 se descubrió de manera fortuita por manipulación de producto cajas de langostinos reempaquetados con 4000 kilos de mariscos `empanados´ en cocaína, almacenados en las cámaras de la ex pesquera Poseidón, listos para exportar a España.
Fue la causa que le estampó el mote a Madryn y que la puso en la vidriera nacional, vinculando en ese entonces a funcionarios y aprovechando el ruido televisivo para apuntar al poder de turno. Pero en el fondo, confirmó lo que la ciudadanía del Golfo ya sabía sobre los `nuevos ricos´ y los que el rumor popular desde siempre apuntaban en el negocio de la droga a nivel local y provincial.
La empresa `almacenadora´ era del ´empresario
estrella´ Omar “Cura” Segundo que apadrinó públicamente el ex intendente Carlos Eliceche y como `lo mejor que le podía pasar a Alpesca y a Madryn´. No había que ser muy experto para comprender que un estibador monotributista no se podía hacer de cuatro grandes empresas (tres pesqueras y una de Estibaje) de buenas a primeras y solo con el esfuerzo que le dejó callos en las manos.
Durante los dos años que siguieron al descubrimiento el poder gobernante que lideró Martín Buzzi, no solo protegió a esta banda, sino que hasta la financió: nadie desconoce que seis meses después el Gobierno le concedió un crédito de 10 millones de pesos al mismo imputado por `almacenamiento´ de la droga, Omar Segundo, por disposición del Gobernador, de su ministro Coordinador, el padrino Eliceche, y de otros funcionarios afines.
Tres años después, cuando ya los responsables del hecho se deshicieron de las empresas y de todas las posibles pruebas vinculadas, todavía se espera que la justicia federal eleve a juicio la causa “Langostino Blanco”. Un `acontecimiento´ que dependería ahora de la Cámara de Apelaciones con asiento en Comodoro Rivadavia. En noviembre del año pasado el fiscal federal, Fernando Gélvez pidió la revocatoria del sobreseimiento de Rubén Lev y defendió el procesamiento con prisión preventiva dictado al español Aranda Barberá. Esta sería la parte de la causa que todavía está en la etapa de la instrucción preparatoria, en cambio la de los otros imputados, Segundo, Pennissi, Burgos y Seoane, se suponía que estaba más avanzada. Con distintas calificaciones jurídicas fueron elevados a juicio las actuaciones entre septiembre y octubre de 2015 y todo indicaba luego que el Ministerio Público Fiscal que encabeza el doctor Teodoro Numberg, de Comodoro Rivadavia ofreció prueba hacia fin de año, que el tribunal valorara o ponderara las que puedan ser procedentes y luego fijara audiencia de debate. Bueno, hasta ahora, nada de eso sucedió.
Por el contrario Omar “Cura” Segundo aun se pasea airoso por la ciudad y hasta sale en algunos diarios reivindicando los callos de sus manos. También el ex intendente Carlos Eliceche sale en algunos diarios anunciando su novedosa y reciente lucha contra las drogas.
Hasta hace unos meses, quienes accedían a las mesas de juego fuerte frecuentaban un casino donde se podía acceder casi a un atractivo turístico extra: enfrentar al `almacenador´ Omar “Cura” Segundo en una mesa de poker. El hombre no solo ingresaba dinero vaya a saber de dónde al circuito `legal´ a través de un método tan sencillo como ganar en el casino. También vivía en el hotel donde funciona el casino. ¿Qué mejor que un lugar público y tan transitado para interactuar con quien quisiera sin tanta exposición, y hasta aprovechar de la excelente vista y el inmejorable sistema de seguridad que le confiere un cinco estrellas?
Hoy el gobernador de Chubut, Mario Das Neves junto a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich harán anuncios vinculados a la lucha contra el narcotráfico.
Lo harán en el salón `Mimosa´ del hotel más grande la costa. El primer piso será una caja de resonancias de las alturas, y tal vez la cara visible de la banda de Madryn hasta se anime a mirar el acto desde el balcón, abandonando el mazo de naipes por un rato, a sabiendas de que nadie definitivamente escupe para arriba.
Ojalá que el acto no sea para tapar otras denuncias, ojalá la venida de Obama y la estruendosa lucha antinarcóticos no sean coincidentes para intervenciones nacionales, ojalá nadie se tome el ascensor equivocado, y ojalá el investigador aquel tenga un poco más de razón y cobre otro sentido aquella misteriosa frase: “La droga es como un beso y una casa de dos pisos: lo que se hace arriba se siente abajo…”

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline, y ceniza de tantos…