PANORAMA INTERNACIONAL

Brasil: Pérez Esquivel denunció golpe y alteró al Senado

brasilBrasilia, San Pablo. Las crispadas aguas de la política brasileña se agitaron ayer un poco más, después de que el premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel calificara el proceso abierto contra la presidenta Dilma Rousseff como “un golpe blando” y desatara airadas reacciones de los detractores de la jefa de Estado.

Galardonado con el Nobel de la Paz en 1980 por su lucha contra la dictadura argentina y en defensa de los derechos humanos, Pérez Esquivel, causó gran revuelo en el Senado de Brasil al denunciar que existe un “golpe” en marcha contra Rousseff. Las afirmaciones del respetado activista argentino causaron fuertes críticas de la oposición brasileña que respalda el juicio político de la mandataria. Dilma podría ser suspendida de su cargo el 11 de mayo si el pleno de la Cámara Alta vota a favor de la apertura formal del impeachment.

La visita al Senado de Pérez Esquivel se produjo después de que el coordinador del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) fuera recibido en el Palacio del Planalto por Rousseff.

Tras esa reunión y ante periodistas, Pérez Esquivel condenó el “golpe de Estado encubierto” en marcha en Brasil y alertó sobre sus posibles consecuencias en toda América latina.

“Esto es un golpe de Estado encubierto, un golpe blando como ya se hizo en Honduras o Paraguay; la misma metodología que no necesita de fuerzas armadas están utilizando aquí en Brasil”, dijo.

Al mismo tiempo, Pérez Esquivel insistió en hacer un llamamiento “para que no se interrumpa el proceso constitucional brasileño ya que sería un daño no sólo para su pueblo sino para toda América latina”.

Según dijo, “la metodología del golpe blando incluye al descrédito generado por los medios de comunicación para justificar cargos contra la presidenta”.

Rousseff está acusada por la oposición en el Congreso de haber incurrido en maniobras presupuestarias para maquillar sus cuentas, lo cual según el gobierno no configura delito de responsabilidad, uno de los supuestos previstos para enjuiciar a la mandataria.

Pérez Esquivel también alertó sobre las consecuencias que la asunción del vicepresidente Michel Temer podría causar en las relaciones sudamericanas, entre los bloques como el Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Más tarde, Pérez Esquivel cruzó la avenida y se trasladó desde el Palacio del Planalto hasta el Senado Federal, donde causó gran revuelo. Invitado a decir unas palabras por el senador Paulo Paim, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y ocasional presidente de la sesión, Pérez repitió la palabra “golpe” y comparó la situación actual en Brasil con la destitución de los presidentes Manuel Zelaya, de Honduras, y Fernando Lugo, de Paraguay.

“Espero que salga lo mejor de este recinto para el bien de la democracia y la vida del pueblo de Brasil”, afirmó.

Una vez fuera del emblemático edificio en Brasilia, Pérez Esquivel fue repudiado por los opositores: el senador Ataídes Oliveira, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), dijo que el de Pérez fue un ataque “a la soberanía” brasileña.

“Estoy indignado con lo que ocurrió en este Parlamento, pido que retiren la palabra golpe de las actas”, dijo el legislador. Paim defendió haber convocado a Pérez Esquivel a “apenas decir unas palabras” por tratarse de una personalidad política de trascendencia mundial.

El derechista demócrata también reaccionó con el jefe del bloque, Ronaldo Caiado, miembro de la Comisión de Juicio Político contra Rousseff. “Esto no fue casualidad. No podemos ser sorprendidos por este montaje premeditado. Este señor vino a hacer una estrategia”, sostuvo Caiado.

La posición del Gobierno argentino

Diálogo. La canciller argentina, Susana Malcorra, afirmó que el gobierno de Mauricio Macri tiene “diálogo permanente” con las autoridades del país vecino y sigue de cerca la actual crisis.

Legal y legítimo. “Si Brasil tiene problemas económicos, Argentina también”, dijo Malcorra, quien agregó que la “mayor preocupación” es “la fortaleza institucional de Brasil para que todo esto se haga desde las instituciones de manera legal y legítima”.

Institucional. “Necesitamos un Brasil fuerte, sólido e institucional, porque si no es así nuestro principal socio se vuelve no confiable no sólo para nosotros sino para el mundo, y eso es malo”.

Declaración. Malcorra dijo que en Brasil hay una mezcla de tema legal y político, “hay aspectos de legalidad en la aplicación de normas y también de legitimidad”. “Estamos, no desentendidos, sino profundamente entendidos del tema, lo cual no quiere decir que salgamos a hacer declaraciones que sean inoportunas. En el momento en que sea necesario y pertinente, haremos alguna declaración de nuestra parte o como conjunto del Mercosur o Unasur”, declaró la jefa de la diplomacia argentina.

lavoz

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