MIEMBRO DE LA CÁTEDRA ABIERTA DE GÉNERO DE LA UNIVERSIDAD DE LA PATAGONIA

Escobar: “Para luchar por la igualdad, primero hay que marcar la diferencia”

1El asesinato de Marina Menegazzo (21) y María José Coni (22) durante sus vacaciones en Montañita, Ecuador, reabre el debate sobre el femicidio como manifestación más grave de la violencia ejercida contra las mujeres.
María de la Paz Escobar es Licenciada en Historia, docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) y está por doctorarse en la Universidad de La Plata. Forma parte del equipo responsable de la Cátedra Abierta de Género iniciada en la sede Trelew en 2012, que plantea una mirada crítica sobre las estructuras históricamente arraigadas en acciones y discursos que ubican a la mujer como propiedad del hombre y que están presentes en las producciones simbólicas que consumimos a diario.

Diario: ¿En qué contexto surgió la creación de la Cátedra Abierta de Género?

Escobar: Es una cátedra que sistematiza y organiza preocupaciones e inquietudes de personas que ya veníamos militando desde distintos colectivos. Somos un grupo interdisciplinario de compañeros y compañeras que coincidía cada vez con mayor frecuencia en fechas puntuales como los 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer) y los 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer), brindando apoyo y denunciando casos de violencia de género en la ciudad de Trelew. Hasta que en un momento nos vimos en la necesidad de crear un espacio en el que estas cuestiones pudieran pensarse, ya no solo a partir de una fecha o de un hecho que nos conmoviera y nos hiciera salir a las calles y, por supuesto, analizando los movimientos feministas a nivel nacional y latinoamericano.

D: ¿De qué manera incide la perspectiva de género en las otras materias en las que se desempeña como docente?

E: Cuando estudiamos el movimiento obrero, vemos la lucha de las anarquistas que ya venían reivindicando los derechos sociales y políticos de las mujeres, que pensaban en la autonomía de los cuerpos, en temas como el aborto. Es interesante rastrear la genealogía de los movimientos para no estar siempre empezando de cero y conocer qué discusiones tuvieron lugar, qué resta conquistar todavía. Pero, además, tratamos de mostrar que “género” no es un conjunto de temas sino una perspectiva: una categoría analítica útil para leer la realidad. Porque el género es en sí mismo una construcción desigual y jerárquica. Por eso trato de romper con la sinonimia entre género y mujeres o sexualidad y familia. Al estudiar el proceso hacia el Socialismo en Chile, es evidente el impacto diferencial en varones y mujeres de lo que fue la reforma agraria porque los hombres siguieron siendo propietarios de la tierra y hay que ver si esas mujeres que se vieron beneficiadas en lo material experimentaron cambios subjetivos o si hubo mayor opresión en el seno familiar.

D: La constitución de colectivos de lucha contra la violencia hacia la mujer, que cada vez tienen mayor fuerza en nuestro país y el mundo, ¿puede alejarnos de la abolición de las diferencias?

E: Hay un entramado cultural, histórico y político de larga data ya naturalizado, en el que es difícil identificar dónde culmina la violencia en general y empieza la violencia de género en términos estructurales, pero para desarmarlo, desestructurarlo y destruirlo, primero hay que entender que la violencia de género es la que se ejerce contra la mujer al insistir en que siga siendo mujer, sin salirse de su rol establecido. Para luchar por la igualdad, primero hay que marcar la diferencia y entender que no todas las violencias tienen el mismo origen ni son perpetradas por las mismas razones.

D: Hay hombres que denuncian que en esta lucha se pasan por alto los casos en los que son las mujeres las que ejercen violencia contra los varones.

E: Eso sucede porque, al menos a nivel inconsciente, hay hombres que no quieren cuestionar ni asumir sus propios privilegios. Esto no quiere decir que no haya hombres que sufren este tipo de violencia y, de hecho, lo que está en juego en esa invisibilización de la violencia contra los varones es cierta vergüenza social que pone en jaque su propia masculinidad en los términos hegemónicos en los que fue constituida. Pero “género” es una categoría interrelacional que abarca mujer, hombre, intersex y transexual, entre otros y es por eso que no hablamos de violencia de género sino de violencia machista contra las mujeres, ya que si no lo hacemos se diluyen las causas por las que en Argentina muere una mujer cada 30 horas.
No decimos que las otras violencias no importen, sino que hay una matriz especifica vinculada a la sociedad patriarcal que deriva en que los distintos sujetos no sufran la violencia por los mismos motivos. Es esto lo que lo vuelve tan especifico y la cantidad lo hace grave y urgente.

D: La naturalización de ciertos mensajes publicitarios, ¿nos vuelve cómplices como sociedad de la violencia machista contra la mujer?

E: No se puede ser cómplice de lo que no se sabe. Es difícil ir en contra del modo en que hemos sido educados. Existe una construcción social de las relaciones a partir de la cual las mujeres quedamos siempre en un lugar de propiedad de los varones y no solo en los mensajes publicitarios, sino también en las letras de los tangos, del rock y en otros productos televisivos. Pero, además, crecés, te dicen que sos una princesa y te dan una coronita. La Bella Durmiente es de 1959 y Blanca Nieves es de 1937; es decir que hemos consumido durante 80 años mitos en los que las mujeres estamos sentadas esperando que un príncipe nos salve y, a su vez, somos víctimas de la violencia porque somos a las que envenenan, pinchan y maldicen. El ideal sigue siendo esa sumisión, la juventud y la espera. Podés ser una exitosa empresaria, pero si no tenés pareja… Ese mensaje es muy difícil de decodificar y cuestionar. Incluso cuando hay mujeres que asumen cargos de Poder, no hay un desmonte del Poder masculino sino mujeres que han llegado a ese Poder, pero que sigue siendo masculino en términos de cómo se ejerce.

D: ¿Cómo podemos empezar cuestionar o a mirar con recelo estas estructuras que nos atraviesan?

E: Por ejemplo, desde el lenguaje, que incide sobre la realidad. Lo que no se nombra no se piensa y lo que no se piensa no se transforma. También es posible hacer relecturas de producciones simbólicas como las películas para identificar que la fantasía se sostiene en la realidad, alegorizando relaciones sociales, económicas y políticas. Uno de los nudos más complejos de romper, y que sostiene la violencia hacia la mujer, es el ideal del amor romántico funcional al capitalismo. Se juegan ahí cuestiones de apariencia, de cánones de belleza hegemónicos; la idea del sacrificio por amor, la irracionalidad y el erotismo sostenido en el tiempo. La pasión en las relaciones que lleva, inevitablemente, a la frustración y al fracaso porque hay cosas que son imposibles. Si el amor implica la entrega total y absoluta, la dilución de la vida individual en la del otro y perdonar un maltrato, una humillación, una degradación, es complicado identificar el límite.

D: ¿Desde qué otros espacios trabajan para erradicar la violencia contra las mujeres?

E: Vamos a los sindicatos a hablar de violencia laboral desde la perspectiva de género, por ejemplo. Incluso la Universidad, que por ser un lugar crítico parece estar exento de esta problemática, no lo está. En pocos días se enviará al Consejo Directivo lo que hemos denominado “Procedimiento para la atención de la violencia de género, el acoso sexual y la discriminación de género en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNPSJB”. Es un Protocolo que aborda casos de acoso sexual dentro de la institución y de discriminación basada en el género, orientación sexual, identidad de género o expresión de género.

D: Si existió la necesidad de crear un Protocolo es porque ha habido casos

E: Sí, pocos casos explicitados y denunciados, pero muchos que trascienden cuando la persona ya se ha recibido o abandonó la carrera. Incluso algunos que permanecen como rumor. Hubo un caso de acoso sexual de un docente a una alumna en Comodoro Rivadavia que derivó en denuncia penal y a partir de ahí se creó una Comisión y un borrador de este Protocolo que nosotros tomamos y ampliamos. Lo cierto es que en el ámbito académico existen procedimientos generales que aplican a cualquier mala conducta del personal, pero un caso de acoso no puede esperar los tiempos administrativos porque tenemos a dos personas que no tendrían por qué convivir. Entonces así se habilitan dos trámites por separado: uno que protege a la persona que está sufriendo violencia y otro que realiza el seguimiento de los caminos críticos para buscar la sanción correspondiente; todo a través de una Comisión que tendrá la obligación de asesorar y brindar talleres de manera permanente y que acompañará la denuncia dentro de la Facultad como en la vía penal llegado el caso.

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