Es la cifra de la muerte y la vergüenza. 470.000 personas han muerto por la guerra civil en Siria que dura ya cinco años. 400.000 han muerto a causa de la violencia y los enfrentamientos, mientras que 70.000 lo han hecho debido a una falta de necesidades básicas como comida o agua. Es la última contabilización de las víctimas de este conflicto, realizada por el periódico ‘The Guardian’, citando al Centro Sirio para la Investigación Política. En total, el 11,5% de la población ha muerto o ha resultado herida por la guerra. Además, el 45% de los sirios ha tenido que huir del país. 1,9 millones de personas han resultado heridas y la esperanza de vida ha bajado de los 70 años en 2010 a los 55,4 en 2014. Las pérdidas económicas ascienden a 255.000 millones de dólares (unos 225.000 millones de euros). Las infraestructuras y las instituciones han prácticamente desaparecido por el impacto de cinco años de conflicto. Hoy todos los ojos están puestos sobre Alepo, una ciudad sitiada de la que decenas de miles de personas están huyendo en dirección a Turquía que, hasta el momento, mantiene cerrada sus fronteras Posible alto el fuego ruso Mientras tanto, hoy Rusia ha afirmado estar dispuesta a negociar un alto el fuego en Siria, según ha informado hoy la agencia rusa Interfax que cita al viceministro de Exteriores ruso Gennady Gatilov. La tregua en Siria es una de las exigencias de la oposición siria y de los países occidentales, que culpan a los bombardeos rusos del fracaso de las negociaciones de paz en Ginebra. «Estamos dispuestos a discutir las modalidades de un alto el fuego en Siria», ha indicado Gennady Gatilov, citado por la agencia Interfax. «Iremos a Múnich -a la conferencia internacional sobre Siria- para discutir esto», ha añadido Gatilov. Estados Unidos y sus aliados van a intentar presionar hoy a Moscú en esta ciudad, donde se reúnen los ministros de Asuntos Exteriores de los principales países involucrados en el conflicto sirio. Una conferencia que pretende volver a reactivar las negociaciones de paz entre Damasco y la oposición. (El Mundo)