La Venezuela petrolera en nada se parece a aquella a la que en otros tiempos apellidaba «saudita». Hoy se acerca mucho más al Egipto bíblico con sus distintas plagas. La última afecta a la electricidad, en crisis desde hace más de siete años pero que ahora amenaza con apagones y recortes en los horarios de los centros comerciales.
Buena parte de ellos abrirán sólo cuatro horas al día desde mañana, tras las medidas tomadas por el gabinete de Nicolás Maduro para combatir la crisis en la generación de electricidad, que adjudica al fenómeno climatológico de El Niño. Se trata de recortes programados que van a provocar, si siguen adelante, un cambio en las costumbres de los venezolanos y la pérdida de miles de puestos de trabajo.
El general Luis Motta Domínguez, ministro de Energía Eléctrica, anunció que los centros comerciales deberán generar su propia electricidad de 13 a 15 y de 19 a 21, las horas pico del día. Eso en un país donde muy difícilmente se encuentran grupos electrógenos para comprar. El gobierno respalda su decisión en que una ley de 2011 obliga a los centros comerciales a contar con sus propios equipos generadores de electricidad.
«Algunos dueños quieren manipular creando una falsa matriz de opinión para no cumplir la ley, dicen que van a quebrar porque les van a cortar la luz. ¡No! No es así… Se les va a suministrar el servicio de acuerdo con lo que