FUERON REASIGNADOS A OTROS SECTORES EN EL PRESUPUESTO QUE SE APROBÓ

Reclaman que faltan $170 millones para el programa de protección de bosques

ministro Sergio BergmanLa ley de protección de bosque nativo volvió a sufrir una estocada: nuevamente una partida presupuestaria, esta vez de 170 millones de pesos, fue reasignada a otras áreas, incluidos gastos corrientes del Plan Nacional del Manejo del Fuego y de la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos.
Así lo estableció, por el decreto 2585/15, el gobierno saliente el 26 del mes pasado en el que redistribuyó partidas de varios organismos para crear un fondo que supera los 10.000 millones de pesos para atender necesidades de Aerolíneas Argentinas, del Ministerio de Agricultura, de la Secretaría de Ambiente y de las Fuerzas Armadas.
«La reasignación presupuestaria quitó esos 170 millones que estaban comprometidos con varias provincias como obligaciones de la ley de bosques. La intención es poder pagar esos montos en febrero», indicó el flamante ministro de Ambiente, Sergio Bergman . También indicó que se evaluará de qué forma quedará conformado el fondo que establece la norma ante el cambio en el cobro de retenciones.

Qué dice la Ley

La ley 26.331 crea en su artículo 31 el Fondo Nacional para la Conservación de los Bosques Nativos, cuyas principales fuentes de financiamiento son: las partidas presupuestarias que el Ejecutivo asigna anualmente, «las que no podrán ser inferiores al 0,3% del presupuesto nacional», y el 2% de las retenciones a las exportaciones agroganaderas y del sector forestal.
«No podemos evitar asumir que vamos a un conflicto de intereses. La primera estrategia será abordarlos y asumirlos. Hay que partir de la base que hay una decisión de política de Estado trascendente e irreversible que fue la creación del ministerio. Ese upgrade ya genera un punto de inflexión», indicó el rabino en una reunión con periodistas en la que presentó al gabinete que lo acompañará.

Debate
«El tema es dónde nos paramos: ¿seremos mediadores, árbitros? No lo vamos a ser», aseguró. Bergman indicó que será un área transversal a todos los ministerios, incluidos los de Agroindustria y Minería, Interior, Salud y Energía.
Respecto del Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) indicó que quiere que tenga un «rol proactivo». Ese organismo está compuesto por todas las autoridades ambientales del país. Cabe recordar que los recursos naturales y su administración son potestad de cada una de las provincias por mandato constitucional. «Queremos establecer que los representantes que se reúnen en el Cofema estén en la misma línea que los gobernadores, no que sean free lancers que sólo vienen a criticar lo que hace el área», dijo.
Según el propio ministro, se intentará dar el debate en temas como el uso de agroquímicos, el fracking y la minería, como los temas más polémicos. «En algunas cosas nos va a ir muy bien y en otras, no tanto. Pero no sólo importa tener éxito, sino también la virtud con la que hagamos las cosas. Si mi primera pelea es con Monsanto, voy a perder. Tenemos que ir por el cambio cultural, por llegar a los lugares que hoy no se llega. Concientizar sobre el correcto uso de agroquímicos. Y además sumarle innovación y tecnología. Esto es un inicio», agregó.

Reducción

Más allá de las alarmantes cifras del informe de la FAO sobre la Argentina, la comunidad de expertos reunida en el Congreso Forestal Mundial vivía recientemente con regocijo ese inventario: sucede que el documento mostró que la tasa de deforestación global se redujo a la mitad entre 1990 y 2015, pues antes se perdían 0,18% de los bosques del mundo cada año y ahora ese indicador bajó a 0,08%.
“Los bosques juegan un papel fundamental en la lucha contra la pobreza rural, en la seguridad alimentaria. Y aportan servicios ambientales vitales como aire puro y agua, la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático”, explicó el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva. Si bien reconoció que existe una “tendencia alentandora”, aclaró que “tenemos que hacerlo mejor”, porque “no vamos a tener éxito en la reducción del impacto del cambio climático y en promover el desarrollo sostenible, si no conservamos nuestros bosques”.
De acuerdo con el inventario, en 1990 los bosques cubrían 31,6% de las zonas terrestres del planeta, unas 4.128 millones de hectáreas. En la actualidad, abarcan 3.999 millones de hectáreas, el 30,6%. El 93% de esa superficie corresponde a bosques naturales. El 7% restante es superficie forestada por el hombre.

Argentina destructora

En contrapartida, los números fríos exponen que el último cuarto de siglo, la Argentina ha venido talando unas 300.000 hectáreas de bosques nativos cada año, y a ese ritmo le tomarían los próximos cien años para no dejar un solo árbol en pie en su territorio. Esta fotografía, fría y clara, surgió de la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2015, un informe presentado ayer por las Naciones Unidas que ubicó a la Argentina como uno de los 10 países que más deforestan en todo el mundo.
El top ten de “países que han comunicado las mayores reducciones anuales en el área de bosque” ocupa solo una parte pequeña del trabajo de la FAO (el brazo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación). Pero resulta muy significativa al identificar a los peores alumnos dentro de una comunidad internacional de 234 naciones. El listado está encabezado por Brasil (que deforestó en el último quinquenio un promedio de 984 mil hectáreas anuales) y se completa con países de África y América del Sur, las dos únicas regiones que a nivel global muestran un deterioro de sus recursos forestales.
Lo cierto es que, según la FAO, la Argentina figura novena entre los países que más superficie boscosa perdieron en el último quinquenio. El organismo multilateral se ocupa de medir la evolución de los bosques desde 1990, con la aparición en el escenario internacional de los primeros signos de preocupación por el cambio climático y la necesidad de proteger los recursos naturales. De acuerdo con este registro histórico, la Argentina contaba entonces con 34,7 millones de hectáreas de bosques. Ahora –25 años después– se han reducido a 27,11 millones. Es decir que el país perdió en el último cuarto de siglo el 22% de sus bosques, unas 7,6 millones de hectáreas.
De este modo, la Argentina viene contribuyendo con vigor al proceso de deforestación del planeta.
En el mundo quedan en pie 3.999 millones de hectáreas, que cubren cerca de una tercera parte de la superficie terrestre. “Para nosotros lo deseable sería que el área de bosques no baje más de eso. Pero no podemos más que recomendarlo”, dice el experto. En Chubut se suma además los riesgos por incendios intencionales y avances inmobiliarios lo que ha implicado en los últimos años, pérdidas invaluables en términos de naturaleza de pie.

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