A DOS SEMANAS DE MANIFESTACIONES “EL CHIEF” NEGÓ VÍNCULOS “SOCIETARIOS” CON ELICECHE, `CURA´ SEGUNDO O LERNOUD

Córdoba Canosa: “Creo que hay una operación política atrás de la protesta”

1En las últimas dos semanas, un grupo de 34 trabajadores despedidos de la pesquera Ian Fish se han manifestado en las inmediaciones de la empresa, desde donde reclaman que se les pague un monto adeudado de aproximadamente 120 mil pesos totales. Las consecuencias generadas por la manifestación, que incluyó quema de neumáticos y madera, dejó entrever un conflicto más profundo que trasciende a la empresa y evidencia el contexto actual de la industria pesquera en Puerto Madryn.

“El Jefe” está cansado

Conocido en la ciudad como “El Chief” (jefe, conductor) Christian Córdoba Canosa, un tipo carismático y exitoso para los emprendimientos recrativos, afirma en esta, ya está cansado de tanto manoseo. “En algún momento soñé con ser intendente de Madryn, pero la realidad es que ahora perdí todas las oportunidades”, lamenta. “Poseidón me reventó la vida. Me han asociado a un montón de gente y me han endilgado cualquier socio. Me asociaron con Omar ‘Cura’ Segundo’, con Carlos Eliceche, Miguel Barletta, Diego Lernoud e incluso con el gobernador Martín Buzzi. En algún momento te da risa pero en otro te trae problemas, porque alguno está con problemas sociales o mal vistos”. Por otro lado, el empresario asegura que “hay gente ensañada con ellos que me hace mal a mí” y recuerda que “cuando compré esa planta, para ser sinceros, regalada era cara. Yo sabía que iba a ser muy difícil salir adelante, pero creía que me iba a costar menos. En estos años me he metido tanto en la pesca, al punto en que hoy en día tengo buen contacto con los diez pesqueros más importantes del país, aprendo de ellos y he aprendido que la pesca es un mundo complicado, es otro negocio diferente, con otros esquemas. Un refrán en la pesca dice ‘empresa pobre, empresario rico’. Por lo menos, para mí, no es así”.

Por qué fueron despedidos los empleados

En conversación con El Diario y dispuesto a contar “la verdadera trama” de la historia de la estructura que quedó luego del hallazgo de los 110 kilos de cocaína, el nuevo dueño de lo que denominó “Ian Fish”, explicó que “me encontré en un invierno dificilísimo, de muy poca venta de langostinos. Como no cerraban los números decidí irme a otro producto, que es la merluza y la cual tenía venta, compradores, financiación y pagos casi al contado”. Sin embargo, el empresario cuenta que “cuando se corta la merluza en Comodoro Rivadavia y desaparece en la provincia del Chubut, para subsistir tuve que vender la mercadería que tenía. Un millón y medio de pesos de sueldos por quincena, en un rato te van comiendo lo que tenés. En la empresa íbamos vendiendo mercadería, cobrando y pagando sueldos, luz, proveedores y la cuenta del banco, que la cuido como a mi hijo. Pero llegó un momento en que, mirando hacia el futuro, los números y la perspectiva que hay hoy con el mercado, las necesidades y los costos, me di cuenta de que no iba a poder atacar el volumen de pescado que necesito para mantener a la gente”. El dueño de la pesquera comenta que el mercado fue disminuyendo en cantidad de consumo y de nivel compra y que “soporté dos años manteniendo la masa salarial que tenía Poseidón y la transferí a Ian Fish, es decir que la respeté. Hasta que llegó un momento en que no pude soportar más”. Agrega, además, que la decisión de realizar los despidos no fue “por conveniencia, sino por supervivencia”, en la empresa que actualmente emplea a unos 88 trabajadores entre gente de “frío, portería, oficina y los operarios de congelado, máquinas, placas y hielo”, según describe el dueño de Ian Fish. Córdoba Canosa recuerde los orígenes de la empresa y detalla que “el día en que compré la planta, un 6 de diciembre, se evacuó la manzana porque voló un caño podrido de amoníaco, así recibí el primer cachetazo de Ian. La fui reparando y, esa planta que no exportaba, hoy lo hace. Tampoco tenía un solo cliente en el exterior, todos los que tenemos los capturamos a fuerza de ir a visitarlos, llamarlos, mandarles mails y realizar muestreos. Lo que pasa es que el mercado nos llevó a esto, la moneda no está bien. Es imposible soportar a 114 personas con la cantidad de volumen de pescado que trabajamos.

La planta permanece parada

El empresario cuenta que, a partir de las protestas de los 34 empleados cesanteados, que se extendió durante más de dos semanas, “el nexo fue mi abogado y el abogado del sindicato, con quienes se llegó a plantear la posibilidad de pagar en determinadas cuotas (el dinero adeudado). Pautamos y estuvo todo listo, se había explicado claramente a los empleados y, cuando se va a ratificar, de los 33 quedaron algunos que tenían que ratificar, porque uno de ellos había alcanzado un arreglo. Entre diez y catorce ratificaron”. En ese contexto, Córdoba Canosa comenta que “Ian tiene un beneficio de Repro (Recuperación Productiva) para la gente. Cuando desvinculamos a los empleados obviamente comunicamos al gobierno e hicimos todo lo que solicita la Ley, el mismo día. Lo comunicamos, se cobró ese Repro y, a los trabajadores, si de las cinco cuotas planteadas le correspondían a cada uno veinte mil pesos para cobrar en la primera entrega, depositábamos 16 mil en la cuenta judicial y 4 mil en la otra cuenta donde vienen los Repro del otro banco, que mucha gente ya los cobró. Esto suma los 20 mil pesos. Si uno no aceptaba eso, que es lo que estaba firmado en los convenios, finalizaba la situación; pero no sé si es que el sindicato, su abogado o el mío no están transmitiendo bien el mensaje, porque los acuerdos redactados por mi abogado y el de STIA están”, explica en relación al desconocimiento por parte de los 34 empleados de que los 4 mil pesos restantes estaban depositados en otra cuenta, por lo que al no haberlos cobrado junto con los 16 mil iniciales, reclamaron dicho monto, que asciende a unos 120 mil pesos. El dueño de Ian Fish describe que “el primer día del piquete, hubo gente que se fue por los techos. No es que uno pone el candado y se va, en la planta hay que dejar todo en condiciones porque sino se arma un desastre. Nos cortaron el gas, hubo porteros que durante más de 30 horas no pudieron salir. El maquinista que cuida el frío estuvo también más de treinta horas adentro. Al otro día muchos dijeron que no estaba el total de los 20 mil pesos, que en realidad sí lo tenían en dos cuentas. Hay gente que entiende y gente que no. Me pongo en el lugar de ellos y yo si estuviera despedido estaría enojado, pero hace más de veinte días que el pago está depositado en las cuentas.

Un préstamo podría resolver el conflicto

Córdoba Canosa sostiene que “una empresa pesquera me facilitó la plata el día jueves, pero no se les comunicó a los empleados” y agrega que “por otro lado, tengo el rumor de que no quieren arreglar y no entiendo por qué. En su momento yo no tenía la plata y desde la hora cero le informé al sindicato que podía pagar en cuotas los 120 mil pesos. Una planta pesquera amiga me dijo “tomá la plata, me lo devolvés con pescado. Sin embargo, algunos no quieren que Ian Fish repunte, eso está claro. También, hay mucha gente que no confía en que yo sea el único loco que esté haciendo que la empresa funcione. Pero no estoy sólo, somos un montón de gente que la peleamos. No entiendo quién se puede beneficiar de que se caiga Ian Fish”.

Sin diálogo con la Provincia

El empresario manifiesta que “hace tres meses que no tenemos pescado, se lo estamos diciendo al gobierno provincial y no nos lleva el apunte. De ningún lado me vinieron a escuchar. Se lo comuniqué al sindicato para ponerlo en conocimiento, a través de una nota, pero realmente no se sabe qué puede hacer al respecto. Con todos los trabajadores, desde hace un año le venimos pidiendo al gobierno provincial que nos de un permiso de pesca para tener nuestro propio pescado, entonces con eso podríamos soportar toda la masa salarial y evitar esta situación. Nadie nos contestó hasta tiempo después, cuando la ministra nos dijo que no se podía otorgar dicho permiso, aunque a Alpesca sí se lo dieron y tiene menos gente que nosotros”, aunque remarca que “ese es otro problema que no me interesa tocar”. A su vez, relata que al día de hoy “es todo difícil para la empresa, por miedo y la cuestión de los anteriores dueños, a la cual no podemos ser ajenos”.

La empresa, sin reservas

El dueño de la pesquera lamenta que hoy la empresa esté “ciento por ciento parada” y detalla que “hace cinco meses que no entra pescado, sin embargo siempre se pagó los sueldos. Nos comimos las reservas de pescado para solventar los gastos fijos, se nos terminó el pequeño ‘ahorro’ y eso ocurrió porque siempre pensé en la gente. Cuando me hice cargo de la empresa, podría haber echado a los empleados y presentar una convocatoria de acreedores, pero yo no soy así porque vivo acá y la gente me conoce. Entiendo que muchas personas estén enojadas porque se quedaron sin trabajo, pero no entiendo quién les está diciendo que no nos dejen trabajar. Si no lo hacemos, ellos no van a poder cobrar las cuotas y tampoco los sueldos de la gente que quedó”. Sobre la posibilidad de reincorporar al personal despedido, Córdoba Canosa explica que es algo “económicamente imposible. En su momento hicimos un estudio exhaustivo para ver cómo podíamos permanecer con la planta entera y que no se convirtiera en un Harengus o en un Alpesca, como ya le viene pasando a la ciudad.”

Entre fuego cruzado

El empresario afirma que quiere “pagar todo para poder cumplir con la Ley y que el trabajador reciba el dinero que necesita. Pero si no dejan que la planta trabaje, no se puede cumplir. No sé de dónde viene este ‘fogonazo’, si de la misma gente, si es político, del sindicato o bien de alguien que se considere mi enemigo”. Consultado por las versiones que afirman que se trataría de una maniobra política, como en su momento denunciaron desde el municipio de Puerto Madryn, el dueño de Ian Fish cuenta que “hace tres días que estoy llamando al secretario de Trabajo y no me atiende el teléfono. También hace unos días estoy tratando con el que siempre me atiende en teléfono en el gobierno de la Provincia, que es el subsecretario de Pesca, pero su teléfono siempre está apagado. Básicamente, estoy sólo. No sé qué pasa que nadie no me atiende el teléfono”. En cuanto a su relación con el municipio, Córdoba Canosa cuenta que “trataré de generar una reunión con el Intendente para ver si me puede ayudar, pero no sé en qué porque no es una situación que le compete. De todas maneras, la planta es de Madryn y seguramente alguna respuesta va a querer dar”. Sobre su contacto con el STIA, el empresario cuenta que “en los últimos días tuvimos poco contacto con Oscar Hughes, me dice que está realmente ocupado y que ha ido a hablar con la gente, pero yo espero una respuesta, mientras trato de que él se ponga el hombro la situación”.

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