Tras estar internado varios días en el hospital Andrés Ísola, el tripulante del potero chino que tenía hepatitis falleció la semana pasada en el nosocomio madrynense. Según explicó la directora del establecimiento, Mónica Villalba, el tripulante, del que no trascendió el nombre, “falleció el martes pasado en el hospital. Esta persona tenía hepatitis B crónica, una enfermedad de alta prevalencia en las zonas asiáticas y que solo se contagia a través de la sangre, por relaciones sexuales o de madre a hijo”.

Fallo mulitisistémico

El tripulante chino había sido internado en estado delicado a principios del mes pasado y estuvo aislado y atendido por médicos del área de enfermedades prevalentes del hospital Ísola. La causa del fallecimiento fue un “fallo multisistémico”, ya que el tripulante tuvo una fuerte intoxicación: “Según pudimos saber, ya que era muy difícil la comunicación, esta persona se intoxicó en su camarote, por donde pasaba un caño que trasladaba líquido refrigerante y que tenía una pérdida. Por ello, la hepatitis B se transformó en un cuadro de hepatitis tóxica que le produjo la muerte”.

En tratativas

Actualmente, el cuerpo del marinero chino fallecido se encuentra en la morgue del nosocomio madrynense, ya que es el único lugar refrigerado del hospital. Acerca de qué pasará con el cadáver, Mónica Villalba expresó que “estamos en tratativas con la empresa marítima y con el Consulado Chino para repatriar los restos a su país”. Por su parte, Gastón Morales, jefe de la Oficina de Migraciones en Puerto Madryn, expresó que su área ya se encuentra desligada del tema: “Al fallecer, deja de tener intervención Migraciones porque el cuerpo pasa a ser una ‘cosa’. De ahora en más, en este tema tiene injerencia la Aduana”. Acerca de la tripulación que queda actualmente en la ciudad, Morales señaló que “16 ya se fueron a China, mientras que quedan otros 16, que es la dotación mínima que marca la ley de Prefectura, hasta que el barco pueda zarpar de regreso a su país”.

Sin peligro de contagio

En un primer momento, cuando el tripulante oriental fue internado, las versiones indicaban que la hepatitis no era del tipo que realmente tenía el marinero. De todas maneras, desde el hospital se dieron pautas de alarma para el resto de la tripulación, la cual no sufrió ningún tipo de inconveniente al respecto. Acerca de la posibilidad de contagio para algún ciudadano madrynense, Gastón Morales desestimó esta posibilidad, ya que ninguno de los tripulantes accedió a la ciudad durante estos meses que el potero “Hu Shun Yu 809” se encuentra amarrado en el muelle Comandante Piedra Buena.

Prevalencia en Asia

La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial y es el tipo más grave de hepatitis viral, puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático. La máxima prevalencia de la hepatitis B se registra en el África subsahariana y Asia oriental. En esas regiones, la mayor parte de las infecciones con el virus de la hepatitis B se producen en la infancia, y entre el 5 y el 10 por ciento de la población adulta está infectada de forma crónica. En las zonas con alta endemicidad el virus se transmite generalmente de la madre al niño en el parto, o por contacto interpersonal en la primera infancia. La transmisión perinatal o en la primera infancia puede representar más de una tercera parte de las infecciones crónicas en zonas de baja endemicidad, aunque en esos entornos las principales vías de contagio son la transmisión sexual y el uso de agujas contaminadas, especialmente entre los consumidores de drogas por vía parental.

Parte de la tripulación ya regresó a China

Una parte de la tripulación del buque potero chino Hu Shun Yu 809, que fue capturado pescando en aguas jurisdiccionales nacionales y con 600 toneladas de calamar depositado en las cámaras de frío, emprendió viaje a Capital Federal desde donde abordarían un vuelo internacional con destino a China.
En lo relacionado al barco, que permanece amarrado en el sitio sur del muelle, se está aguardando que se transfiera el dinero para cancelar las multas económicas y, en simultáneo, resolver dónde se reparará el barco dado que los trabajos pueden realizarse en Puerto Madryn o bien llevarlo a dique seco en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Junto a ello, se deberá realizar un ofrecimiento para la compra de la mercadería que está depositada en las cámaras de frío que el buque posee.
Uno de los inconvenientes que tiene es la propulsión del mismo dado que tiene inconveniente con su hélice, razón por la cual llegó a la ciudad portuaria remolcado por uno de los guardacostas de la Prefectura Naval Argentina.
Una de las cuestiones que la empresa armadora deberá resolver es el pago de las multas que los organismos de control impusieron por pescar ilegalmente en las aguas jurisdiccionales argentinas.
Los datos difundidos referían a que Pesca de Nación había fijado en un millón de dólares, mientras que en lo inherente al calamar depositado en sus cámaras de frío se determinó en 900 dólares la tonelada que es lo fijado en el mercado. El monto a desembolsar por la armada será millonario porque el barco tiene 600 toneladas en sus bodegas y que fueron preservadas bajo la cadena de frío.