El 31 de julio se llevó a cabo, con gran éxito, el primer simulacro de Juicio por Jurados en el Portal de Madryn. Durante una jornada que involucró a miembros del Ministerio Público Fiscal, abogados particulares y el Colegio Público de Abogados de la ciudad, se desarrollaron todas las etapas de un proceso basado en un caso real de homicidio. La actividad se realizó en un lugar público de modo que la temática pudiera ser instalada en la agenda de la comunidad; tanto turistas como vecinos asistieron al simulacro y se mostraron curiosos respecto de la propuesta.
“Tocar la historia del Chubut como la historia de los galeses, que son los que realizaban los juicios por jurados, es algo anecdótico. Hoy la sociedad no es la misma que hace cien años atrás y seguramente no lo sea dentro de otros cien. Debemos poner los pies sobre la tierra y darnos cuenta de que los problemas a resolver son más serios e importantes, y no aplicar esfuerzos sabiendo que lo que tenemos hasta hoy no nos está dando la respuesta que la sociedad exige al Poder Judicial”, sostiene Luis López Salaberry, abogado penalista de amplia trayectoria en la provincia. A su vez, agrega que “habría que trabajar este tema con una comisión específica pero no solamente desde el Poder Judicial, sino desde los operadores del derecho como los Colegios de Abogados, para poder debatir y observar cómo ha ido funcionando el Código en estos años en los que ha habido varias reformas, y cómo podría adecuarse a la realidad del Chubut”.

Puntos de vista

López Salaberry afirma que la implementación del juicio por jurados en otros lugares ha arrojado resultados positivos, como en los casos de Córdoba y la provincia de Buenos Aires. Con respecto a la provincia del Chubut, el abogado distingue dos tipos de lectura, una de “laboratorio” respecto de las cuestiones técnicas, y otra que es el análisis de la situación actual de la provincia. “Creo que en este momento es imposible tener juicios por jurados, entre otras cosas por las características de nuestra sociedad, que está compuesta en gran mayoría por empleados públicos. Lo que tendríamos de aquí en adelante serían especialistas en Derecho Penal en cómo recusar a un jurado. De esta manera, se pasarían desde la audiencia preparatoria en adelante, recusando jurados para que los plazos sigan extendiéndose y los tres años con los que se extingue la acción penal, que establece el artículo 146 para los casos que no son complejos, estarían haciendo imposible el dictado de una sentencia. Entonces, comenzaríamos a tener muchos casos como los hay actualmente, que se caen por el vencimiento de los plazos”. López Salaberry sostiene que Madryn, Trelew y otras partes de la provincia “son lugares donde nos conocemos todos”, por lo que un abogado defensor, ante el nuevo sistema, se vería en la tarea de tener que realizar un análisis de la vida de los jurados, para poder determinar si existe alguna causal de recusación. “(El abogado defensor) casi tendría una función detectivesca sobre quien va a actuar como jurado, con lo que lo coloca a este último en una situación extremadamente difícil. Se podrían generar una serie de conflictos políticos, sociales y otros de difícil solución”, agrega.

De dónde saldría la plata

Sobre la implicación económica de poner en funcionamiento el sistema de juicio por jurados, López Salaberry afirma que “no está previsto cómo se podría llegar a tener un jurado que no tenga contacto con el exterior y que a su vez tenga que ser pagado probablemente de la forma en la que debe ser abonado un juez. También, hay situaciones que la Ley va a tener que contemplar, por ejemplo, en el caso de un juicio que se suspenda por más de diez días, lo cual obligaría a que el juicio se vuelva a realizar con un nuevo jurado diferente al anterior. Todo eso acarrea diferentes costos. Y si tenemos en cuenta los dichos del presidente del Superior Tribunal de Justicia, Alejandro Panizzi, que dice que no se pueden siquiera tener botellones de agua en las dependencias judiciales porque no hay presupuesto, quisiera saber de dónde van a salir los montos necesarios para afrontar todos estos nuevos gastos que se originarían a partir de los juicios por jurados. Los viáticos de los jurados y la estadía de los mismos, teniendo en cuenta la cantidad de días que van a estar en un lugar; hay juicios que no son tan simples y llevan tiempo. Es más, si el jurado a través del presidente del Colegio de Jurados considerara que hay una prueba que no le resultó suficientemente entendida, ello podría volver a generar un nuevo proceso de prueba, por lo que aumentarían nuevamente los plazos para dictar una sentencia”.

Críticas al sistema actual

El letrado coincide en que el sistema penal actual acarrea varias deficiencias, pero que no por ello debería priorizarse el juicio por jurados. López Salaberry critica los tiempos de duración del proceso, detallando “situaciones que debieran poder resolverse de manera más breve y no con una cantidad enorme de audiencias para cuestiones simples. Esto provoca que, en un proceso uno se encuentre con que nos quedamos sin jueces. Hay tanta cantidad de jueces que intervienen en incidentes, que cuando se inicia un proceso de recusación resulta que la mayoría ya intervino en el proceso y no puede continuar siendo parte del mismo. No habría que utilizar este procedimiento de audiencias absolutamente para todo”. Con respecto al papel de la Oficina Judicial, López Salaberry lamenta que la misma haya “invertido su rol”, dado que inicialmente fue concebida como una estructura que generaba la agenda de los procesos y hoy, según manifiesta, “fue tomando atribuciones que no le corresponden. Ejemplo de ello son determinadas designaciones o acciones como fijar la audiencia, que es tarea del juez”, según comenta.

Cambios graduales

López Salaberry asegura que en Chubut “faltaría muchísimo para poder tener una justicia penal que responda realmente a los requerimientos de la sociedad. Esto no solamente está relacionado con la falta de definición de temas claves en la Justicia, sino también con la propia redacción del Código Procesal Penal, que debería ser revisado en muchos aspectos porque evidentemente no ha dado el resultado que se esperaba cuando se dictó. Debemos tener juicios más rápidos y un proceso de inmediatez por parte de los jueces, que de lugar a un movimiento de expedientes más efectivo. Por ello nos encontramos con algunos inconvenientes graves, sumados a una situación muy especial que atraviesa la Justicia del Chubut, que hoy por hoy estaría casi enfrentada a otros poderes del Estado”. En el conflictivo escenario actual de la Justicia, el abogado plantea que la implementación del sistema de juicio por jurados no es un mandato constitucional sino que se debe ir implementando de forma gradual. “Para poder ir adecuando a una sociedad a determinados cambios, hay que ir trabajando efectivamente en el proceso que se da en la realidad. Con esta práctica cotidiana para hacer ingresar en la agenda de la sociedad esta supuesta democratización de la justicia, lo que se está logrando es transferirle un trabajo a parte de una sociedad que, en tiempos de individualismo, se cierra cada vez más en sí misma. Querer imponer una participación obligada de la sociedad en un jurado es querer pegar un salto en el propio ordenamiento y evolución de la misma”, concluye.