Si hay un bicho jodido o por lo menos hiperparanoico para descartar para elegir como mascota, esa es la suricata o gato de roca, un pequeño mamífero miembro de la familia de la mangosta. Son escurridizas, ratoneras, subterráneas, agresivas, carnívoras, piojosas, malolientes, familiares ancestrales de las burlonas hienas y encima son engañeras para con sus predadores. Dicen que usan todo tipo de comportamientos capciosos que lideran las hembras, sobre todo una que suele llevar la voz cantante: fingen llamados de alarma para mantener el estado de alerta del clan, se alargan, se afinan, emiten todo tipo de advertencias defensivas se mueve hacia adelante y hacia atrás, gruñe, silba y escupe en un intento de intimidar, y hasta acosan a sus contrincantes en un raro mecanismo de autodefensa y supervivencia. Pese a todo, este bichito es extremadamente inteligente, y a todos los cae tremendamente simpática.
Por suerte, no hay de estas por estas latitudes. Por nuestros pagos, tenemos fauna acompañante y roedores más redondeados pero más inofensivos, aunque también con sus propias estrategias de zafe ante el peligro inminente de que se lo lastre la circunstancia.

Cambiando de tema, ayer la ministra de de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos, Gabriela Dufour, salió a casi festejar la resolución del juez penal César Zaratiegui quien rechazó el pedido de apertura de investigación respecto del reemplazo de buques y las capacidades de bodegas. “Queda claro el intento de inventar denuncias en medio de un escenario político”, dijo la funcionaria. Aprovechando la dilación del magistrado, Dufour metió su propia estrategia de confusión generalizada: “Es otro intento de inventar denuncias en mi contra, de querer involucrar a funcionarios de este Gobierno, pero no hacen más que embarrar la cancha con acusaciones falsas, en un escenario político”. Y hasta les tiró con lo que encontró a mano al procurador Jorge Miquelarena y al Jefe de los Fiscales de Puerto Madryn, Daniel Báez: “Les sugiero al señor procurador como al señor fiscal que no dilapiden los fondos públicos, que son escasos, en acciones de estas características que no tienen ningún fundamento”, intimidó cuidando exageradamente los fondos públicos, una preocupación que ha caracterizado su gestión desde su activo rol anterior en el ministerio de Economía con la colocación de letras, comisiones y otras yerbas, hasta la asignación de planes nacionales productivos.

La versión completa en realidad es que el juez Cesar Zaratiegui tan solo demoró la apertura de la investigación, y rechazo tanto el pedido de la Fiscalía pero también el de Defensa. Y aunque la suricateada de la funcionaria quiera exponer un nerviosismo sobredimensionado y definitorio para aportar al despiste público, lo que hizo el magistrado es del más básico sentido común de uno de los poderes del Estado, bajó un poco la hornalla, para esperar que se aclaren las aguas en las PASO, y de acuerdo a como se incline la balanza electoral, terminar de cocinar el caso.
Si bien rechazó la apertura formal de investigación que solicitaba la Fiscalía, también rechazó el pedido de sobreseimiento que requería la Defensa.
Gabriela Dufour tiene tres causas abiertas que la comprometen a la fecha y que podrían poner en riesgo su futuro y patrimonio, además de su carrera.

Causa uno

En esta apertura por ahora demorada, tanto la ministra Dufour como el subsecretario de Pesca, Héctor Rojas, y el abogado Pablo García, fueron sindicados de la presunta comisión del delito de “abuso de autoridad”.
La causa es por el reemplazo del buque San Ignacio por el Sofía B, tiene una capacidad de bodega 4 veces mayor y que actualmente opera para Ian Fish SA (ex pesquera Poseidón, razón social licuada luego de la aparición de los 110 kilos de cocaína).
«La ley dice que los cambios deben ser igual o menor. El tema llegó a la justicia por alertas del sector productivo que teme con estos reemplazos un verdadero avance sobre el recurso ictícola poniendo en riesgo el caladero chubutense. Los interrogantes que se le hicieron a Dufour fueron por ejemplo ¿por qué de un barco que pescaba 200 cajones se autorizó a otro barco a sacar 870 cajones? Esto es un delito formal, dicen los entendidos.
“Entendemos que hubo abuso de autoridad y es lo que pretendemos investigar” afirmó el fiscal Daniel Báez durante la audiencia anterior, desarrollada antes del comienzo de la feria judicial basándose en informes técnicos y hasta alertas del propio Consejo Federal Pesquero.
En cambio, el defensor público Jorge Benesperi solicitaba el sobreseimiento de los imputados y el archivo de la causa. Dufour además le buscó la vuelta poniendo en boca del juez palabras por ahora no dichas:
“no advierte que la resolución en cuestión (del reemplazo de barco) esté en colisión con la Ley de Pesca” y “los elementos colectados por el Ministerio Público Fiscal son insuficientes para autorizar la apertura de una investigación”. Sin explicar en concreto el tema o presunto delito sólo aportó un contraataque politizando el tema: “como ya lo dije en su oportunidad, se les caen las denuncias y por eso inventan otras nuevas, todo en el marco de un escenario político. Es lamentable tener que destinar parte de nuestro tiempo de trabajo a estas cuestiones y también destinar fondos públicos para estas acciones sin ningún fundamento”.

Causa dos

La otra imputación que arrastró a Dufour y donde no está sola, se basa en el otorgamiento del famoso crédito por pedido del ex ministro Coordinador, Carlos Eliceche, de 10 millones de pesos a Omar “Cura” Segundo, presuntamente para “salvar Alpesca”, a escasa semana de que cerraran definitivamente la persiana de la mayor empresa de la Patagonia que tenía el sector. Otro hecho que paradójicamente la acerca a los estrados por marchar con la ´manada´ y donde surge la misma constante de vínculo. El dueño de la ex Poseidón, el depósito del mayor cargamento de droga descubierto en Chubut, cámaras que ahora opera Ian Fish a quien Dufour le permite cambiar el barco y la capacidad de bodega.

Causa tres

La tercera causa es por el abandono de bienes de Alpesca, la expropiada, que quedó en guarda del presidente del Comité de Intervención, Omar Albornoz. Una de esas noches de tormenta absolutamente previsibles, el mar estrelló los barcos contra el muelle Storni, rompió parte de la estructura que paganos todos, y destruyó parte de la flota de altura que alguna vez fue orgullo de marinos locales.
La presunta inoperancia de Albornoz no solo lo tiene a él como acusado de la posible falta a sus deberes de funcionarios, sino que por si los nombrados eran medio nabos en cuestiones de tal envergadura, por Decreto 180 la custodia de los bienes de la empresa por la cual el buzzismo se jugó entero de la mano de Eliceche, dependía de la supervisión directa de la ministra Dufour.
Así las cosas, la ministra apela a pelear con uñas, dientes, garras y todo lo que puede para resolver las tres imputaciones que son graves, vinculadas a la pesca, a un grupo empresario específico y a grandes sumas de dinero, de la mejor manera posible.
En casi todas se podría inferir que quedó entrampada por movimientos de la `manada´, terminando como vigía de suricata, nerviosa y a los manotazos.
Pero si por las dudas algo de toda esta defensa contra los detractores políticos o la laboriosa justicia fallara, Dufour tiene otra destreza: integra la lista de candidatos a diputados del oficialismo en 5º lugar, una posición que de ganar, le otorgaría fueros, y la tranquilidad de atravesar el próximo desierto sin que ningún predador político le toque un pelo, para ejemplificarlo en términos faunísticos, no?

*Soy Juana de Arco, amiga de Juan de la Sota, fiel del Furia, seguidora de la Sombraonline y ceniza de tantos